👩🏽 Capítulo 33| La llamada.

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 MARÍA BROWN.

La navidad y el año nuevo fue una celebración igual que todos los años desde que estoy en Estados Unidos.

Extrañaba a mis padres y hermano, pero no podía volver a España. Así que mis días de diciembre se resumían en montones de películas navideñas que tenían que ver con perros.

En cuanto nos volvimos a reunir todos, dibujé la más linda y emocionada sonrisa para Analise en cuanto me preguntó por navidad familiar. No necesitaba que ella se enterara de mi patética navidad, ya tenía suficiente con mi consciencia.

Enero pasó como un raro y llegamos todavía al frío febrero con su olor a parejas enamoradas.

El embarazo de Analise iba mejor que nunca, perfecto podría decirse y ella parecía que le regalaban lo más bonito todos los días por la sonrisa tan gigante que tenía en su rostro. Marlon no paraba de refunfuñar por los alrededores sus celos por Ares y el tiempo que pasaba con Analise, resultaba gracioso al principio pero ahora no encontraba la hora para lanzarle mi colección de copas en la cabeza y hacer que se calle de una buena vez.

¿Max? Otra historia.

Nuestra relación clandestina iba en viento en popa aunque me comenzaba a cansar. Su epifanía para la decisión que si quedarse conmigo o con Jeremías estaba durando más de lo esperado y eso, comenzaba a dejar de entusiasmarme. Si me quería tanto como sus ojos decían ¿Por qué no decidía y cortaba con Jeremías? No estaba dándome el puesto que merecía en su vida y ese era un problema, porque yo me conformaría con menos.

Oh, pero la señorita aquí parecía que se le apagaba el cerebro en cuanto aparecía el castaño.

Suspiré. Sí, era así.

Pero tenía que ser fuerte y darme mi lugar porque por muy buen amante y encantador que era Maximiliano, él no iba a romperme. Jamás.

***

FEBRERO.

— ¡Ése niño rico nos está quitando a Analise!

¿Le rompo la de cristal completa o la que tiene el diseño de oro?

—Nadie nos está quitando a Analise, Marlon—dijo exasperada observándolo desde mi sofá. Ama mi departamento, sobre todo porque Verónica se la pasaba más en casa de su novio que aquí y era genial.

Él parecía no escucharme y siguió moviéndose por mi departamento como león enjaulado. Dios, cuando repartiste la inteligencia, Marlon llegó tarde.

— ¡Si lo está haciendo! —Me miró mal—. Antes éramos nosotros tres, solo tres y estábamos bien así. Y ahora tengo a ese chico respirándole en la nuca a mi prima ¡Que no nos la está quitando mi culo!

Suspiré. Este tío es tonto.

—Ares no está quitando a Analise, es solo que ella le quiere.

Detuvo su caminata por mi sala y me miró desconcertado.

— ¿Qué?

—Joder, ¿pero es tu no te has dado cuenta del brillo de sus ojos cada que le ve? O el día de la ecografía, se relajó considerablemente con solo el sonido de su voz en cuanto el pelinegro llegó a la habitación—me puse recta—. Es muy obvio, por dios. Ares se mueve a un lado, ella va a ese lado. Camina, lo sigue. Sonríe ¡ella sonríe! Hace lo que sea para hacer que sonría con ella; que la vea, que la note—estaba más que exasperada de por qué Marlon no notaba nada de eso, aunque bueno, es un tío y eso respondía sola mi pregunta—. Analise le quiere cerca porque siente algo por él.

Cuando terminé mi confesión de lo que sabía, Marlon tenía los ojos más abiertos que dos huevos fritos.

Me había dado cuenta desde hace tiempo que a ella no se le hacía indiferente, recordaba el día exacto en que parecía que Cupido le tiró como veinte flechas en el culo que tenían el nombre "Ares" grabados en las superficies de las flechas. Joder, los ojos le brillaban como luciérnagas cuando nos encontramos a Ares en el club y le dijo "Chaki chan"

Ella se había vuelto mucho más dependiente de Ares de lo que alguna vez ella pudiera admitir.

—Pero él tiene novia—murmuró sentándose enfrente de mí.

Asentí lentamente.

—Eso es lo preocupante, Marliliño—le si una sonrisa apretada aunque un tuviera nada de ganas de sonreír—. No es como lo que pasa conmigo y Max, con ella es distinto porque todavía ella no lo nota. Simplemente nota que se siente natural estar con él, pero cuando se dé cuenta... explotará y eso la hará confundirse mucho—suspiré—. Quiero ayudarla, pero ella tiene que aprender a que no puede huirle al amor como si fuera una chiripa. El amor se da cuando no te das cuenta, y ella es mayor ejemplo de eso.

Asintió. Él sabía del amor, estaba enamorado de Constanza hasta las trancas.

—Me cago en la puta—resopló, hundiéndose en el sofá—. Todavía sigo diciendo que ese chico no es bueno para Analise—me miró.

—Para ti nadie es bueno—aunque yo también dudaba que Ares fuera bueno para Analise.

***

En la madrugada, mientras Max dormía en mi cama, estaba con su camisa con mis piernas recogidas encima de la silla mientras observaba con añoranza las fotos de mi hermano Caleb.

Sonreí cuando lo veía en cada foto sonriente mientras sostenía un bate de beisbol o en la playa con amigos. En mi antigua cuenta de Instagram sus mensajes preguntando sobre mí y exigiendo mi respuesta sus preguntas me atormentaban. Tuve que abrirme otra sola para no ver sus mensajes, pero estaba aquí, observando todas sus fotos.

Quería verlo, abrazarlo, decirle que lo quería con todo mi corazón a él y a mis padres ¿pero cómo podía? Si apenas llamaba a mi madre una vez al año y solamente cuando mi padres y él no estaban. Eran policías, iban a rastrear mi móvil y saber que estaba en Estados Unidos y eso era un riesgo.

Sentí las lagrimas querer correr por mis mejillas y dejé mi móvil en la mesa en un golpe sordo. No, no iba a llorar. Había pasado esa etapa hacia ya casi siete años y tenía que superarlo, nada iba a cambiar y debía acostumbrarme.

Mi celular comenzó a vibrar y lo miré, confundida. ¿Quién diablos llamaba a las tres de la mañana? Debía de ser un borracho que se equivocó. Agarré el móvil y le di a contestar, llevándolo a mi oreja.

— ¿Bueno?

Silencio, una respiración pesada fue lo que oyó detrás de la línea que hizo que todo mi cuerpo se erizara—. ¿Hola?

Nada. Solo la respiración pesada.

Pero prefería eso que la voz aterciopelada que habló después, llevando mi cabeza al lugar donde menos quería estar: el pasado.

—Te encontré...


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un aplauso pa mi por lograr actualizar.

Ya estaba mas que claro que Analise cayó, pero no estaba de mas hacer una confirmación :3

Teorías con la vida de nuestra loca María?  :D

espero que esten bien, yo aqí hay un frío tremendo y parezco Analise de lo cargada de abrigos y ropa abrigada que cargo encima :3

besos de queso!

El caos que somos [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora