La noche pasada me quedé un poco hasta tarde estudiando los guiones y esa mañana se me hizo un poco complicado levantarme, pero mientras me iba quitando la pereza de mi cuerpo fui repasando los guiones de ese día y no me arrepentía, pues tenía claro la mayoría de ellos, pero parte de mí se ponía un poco nervioso, pues las escenas de hoy serían en compañía y un tanto comprometedoras.
Había hablado un poco con mi mamá pues al parecer ella iba de salida, pero quedó en llamarme lo antes posible para contarme, pues según ella era algo importante y también se le oía feliz y eso me ayudó para seguir con todo, quizá si todos a mi alrededor estaban bien, quizá parte de mí también lo estaba.
Leonardo una vez me dejo en mi apartamento con su compañero, se fueron, pero pasados unos momentos llamaron a mi puerta y era él quien quería ayudarme un poco con todo, así que me preparo la cena esa noche, para yo poder continuar con todo y hacerlo más fácil, y se lo agradecí, pues se quedó conmigo hasta tarde ayudándome a memorizar parte del guión, hasta que vimos que no podía más y él se marchó.
Esa mañana Valentina me estaba terminando de enseñar la ropa que usaría el día de hoy mientras terminaba también con la base y me regañaba también en parte por las ojeras que se me estaban creando, pues le parecía chistoso que apenas que estábamos comenzando el rodaje me salieran y más con todo lo que faltaba.
Fernando nos había citado a una mesa de lectura antes de comenzar a grabar, así que una vez estuve listo pude salir del pequeño camerino que habían adecuado para mi esa mañana, pues según la locación en que fuéramos a grabar era distinto y Valentina me había comentado que las grabaciones de hoy serían dentro del mismo edificio, pues la parte superior era propiedad de la producción y lo utilizaban para grabar, así que lo tenían ya todo adecuado para nosotros.
Nos encontrábamos en una sala pintada de gris claro sobre una gran mesa de vidrio y demás cosas muy sencillas entres ellas el sofá donde desarrollaríamos la escena, Fernando estaba terminando de hablar con uno de los camarógrafos mientras ubicaban cámaras y puntos estratégicos o eso me dijo el asistente de producción que me acompañaba a casi todo, cuyo nombre aún no le había preguntado, y que me parecía super grosero no saberlo aún, así que eso era algo que tendría en cuenta.
Nos quedamos así un rato mientras el director se paseaba por la sala un poco desesperado, pues aún no había llegado mi compañero con el que tendría que hacer las escenas hoy, hasta que Fernando no pudo más y se sentó conmigo a leer las primeras líneas.
-Empezaremos repasando la situación por la que estás pasando hoy, por lo que has leído en el libreto... es algo diferente a lo de ayer, pero es algo que me gusta, poner a prueba mi equipo, y más cuando son parejas, me gusta que rompamos el hielo desde el inicio para así tener más confianza al grabar las escenas más sencillas... y con el joven Navarro quiero que funcione todo entre ustedes en cámara... sin importar cómo se lleven fuera de ella...
-¡Sí lo sé! Llegue tarde... -fue una voz nueva llegando a mi oídos mientras se acercaba y supuse que sería el chico con el que interpretaría esta vez ese papel.
Pero me sorprendió más de quién se trataba, sabia que me sonaba ese apellido, pues Fernando nunca había dicho su nombre y ahora tenerlo enfrente una cólera se fue encendiendo en mí, pues Oliver se sienta frente a mi en la mesa estirando los pies debajo de ella y con eso me estrujo mis pies, quitando los míos de inmediato para no tener tanto contacto con él, mientras tomaba una posición despreocupada
Fernando en ningún momento le brindó una mirada de su parte o le quiso dirigir la palabra, hizo como si no estuviera allí, así que yo quise hacer lo mismo que él y así no meterme en algún problema, y más si tendría que soportar a Oliver ahora más que nunca.
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No Quería Decir Adiós
Teen FictionQuizá no todo era tan bueno como creemos, pero... Quizá podamos aprender a darnos una oportunidad después de una gran caída, porque todo esto lo he aprendido. Unos ojos verdes que olvidamos, y unos azules que conocemos. Quizá sí te quiero... o te am...