Quedaban pocas brisas calurosas, para darle paso al otoño, o eso me había dicho Leonardo.
Pero aun la poca brisa tibia que había se colaba de a poco en mi cuerpo mientras caminábamos por un sendero, ese día me había llevado exactamente donde nos dimos el primer beso, Casa de Campo.
Lo recorrimos sin afán, ese día no tenía ningún compromiso, así que él quiso hacer lo posible para pasarlo conmigo.
Caminábamos uno junto al otro y a veces nuestras manos se rosaban al hacerlo, pero ninguno tenía el valor de ser el primero en tomarse de las manos.
-No quisieras salir volando de aquí... e ir rápido donde tu corazón te guíe de primero... -dice Leonardo quebrando el silencio.
-Es algo muy impulsivo ¿No lo crees?
-Pero es bueno tomar el riesgo... ¿Lo harías?
Miro unos momentos el suelo, mientras seguíamos caminando, no quería escuchar realmente lo que me quisiera decir mi corazón en esos momentos, a veces hay que ponerle una correa para que no salga tan lastimado del daño que nosotros mismos le hacemos en ocasiones, o por mi parte lo quería dejar de lado.
-No creo que tomé la decisión correcta.
-¿Qué te hace dudar? Me causa gran curiosidad como una persona como tu puedes llegar a ser tan cerrado, podrías tener todo lo que quieras... y aun así sigues bajando la mirada.
-No es eso... es más bien...
Pero me quede en la mitad de lo que diría, pues el sonido de mi celular me distrajo de lo que iba a decir, y sin perder tiempo lo sacó de mis bolsillo sin tanta importancia, pero me detuve unos segundos al ver el nombre en la pantalla, pues tampoco tuve tiempo de contestar, la llamada se cortó de inmediato.
-¿Sam? ¿Está todo bien? -fue el pelinegro que tenía a mi lado que me hizo despegar la mirada de mi celular.
-Sí... solo fue mi hermano que me llamaba, no sé que...
-¿Podría ser Jaden la respuesta?
Pero no esperaba la pregunta que me había hecho Leonardo, fue raro que Santiago me estuviera llamando, no me refería a Jaden como hermano, aunque fuera una realidad.
-¿Qué?
-Me refiero si sería Jaden la respuesta, si le dirás rienda suelta a tu corazón, aunque sea tu hermano...
-No, esa no sería la respuesta.
Eso no lo sabía a ciencia cierta, al nombrar o con solo pensar en Jaden una parte de mi se encendía de emoción, pero otra también me recordaba la realidad y me bajaba de la nube en que subía.
-¿Lo extrañas?
-¿Te interesa mucho saber eso?
Esta vez el pelinegro metió sus manos en los bolsillos para seguir caminando así con ellas, mientras los dos luchábamos para que nuestro momento no se pusiera un poco incómodo.
-No sé si me interesa saber la respuesta... pero sí me gustaría tener claro cómo está todo en ti. -dice Leonardo.
Estábamos pasando por una zona bastante verde, donde varios árboles altos y arbustos nos cubrían bastante, Leonardo era el que guiaba pues conocía mucho más que yo, pues la última vez que había entrado a este campo me perdí y él tuvo que ir por mí.
-Creo que has visto gran parte de como estoy...
-Sabes Sam... lo digo porque podrías estar aceptando algo solo por no quedarte solo, como queriéndote refugiar en algo más...
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No Quería Decir Adiós
Teen FictionQuizá no todo era tan bueno como creemos, pero... Quizá podamos aprender a darnos una oportunidad después de una gran caída, porque todo esto lo he aprendido. Unos ojos verdes que olvidamos, y unos azules que conocemos. Quizá sí te quiero... o te am...