Capítulo 43: Un milagro

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Sentía mi cuerpo adolorido, pero al igual un poco dormido, lo primero que mi instinto hizo fue moverlo un poco, pero me queje, el dolor que sentía se intensificó un poco, y fue la voz de alguien quien me alertó.

-¿Sam estás despierto?

Era Charlotte la que habló, me pesaban un poco los ojos al querer abrirlos, pero aun así hago mi esfuerzo, en principio todo estaba nublado, pero me iba adaptando poco a poco, su mata de pelo roja era una gran nube para mi, pero se fue haciendo cada vez más nítida, conforme iba parpadeando igual.

Sus ojos estaban bien puestos sobre los míos, aunque hubiera bastante luz, ella me daba sombra y eso lo agradecí solo por unos segundos, pues después se quitó de mi lado para poder irse.

-Enfermeras, rápido despertó. -fue lo que le había escuchado, pero la primer palabra fue la que me alertó, haciendo que mi conciencia regresara de golpe, tan solo unos momentos antes estaba en el carro con Oliver.

¿Oliver? ¿Dónde estaba ahora él? Había algo en lo que estaba seguro, estaba en un hospital eso explicaba lo adolorido que me encontraba de mi cuerpo, y me asuste un poco, pues mi primera reacción fue mover mis extremidades, mis piernas y pies respondían bien, al igual que mi brazos y manos, sentí un alivio de inmediato por aquello, pues mi estado de alarma bajo unos momentos.

Pues una enfermera llego a mi lado para tomar mis signos vitales, lo sabía porque Jaden había hecho varias veces eso conmigo cuando me agitaba un poco por mi asma, de allí me revisaron los ojos y al parecer todo estaba bien, me pidieron si podía mover mi cuerpo y así lo hice, se mostró sorprendida y a la vez aliviada, después de eso no demoró en llegar un doctor un poco mayor, en el que ambos estuvieron hablando un buen rato entre ambos y no volví a saber más, pues la inconsciencia volvió a mí.

***

No sé exactamente cuanto tiempo había pasado, pero para mi solo eran momentos, la segunda vez que desperté o que recuerde haberlo hecho, lo primero que vi fue el pelo negro de Jaden a mis pies, me miraba desde allí, tenía algunas ojeras a su alrededor, como si no hubiera dormido bien o hubiera llorado un poco.

Las cosas no podían ser tan raras, o quizá él si entendía más del tema a mi alrededor, tenía varias preguntas, pero no era capaz de modular, lo único que fui capaz de lograr fue carraspear con mi garganta, a lo que él se alertó y se acerca a mí.

-No te esfuerces, no hagas movimientos bruscos aun, todo estará bien...

¿Pero cómo le decía que yo me sentía bien? Que necesitaba saber de Oliver, no tenía noticias de él, volví a hacer rápidamente el procedimiento de mover mi cuerpo y todo se encontraba bien conmigo, me dolía esta vez la cabeza y trataba de concentrarme en cosas concretas, pues aquel dolor no me abandonaba por más que quisiera.

-¿Tienes sed? -me preguntó Jaden mientras se secaba sus mocos y yo asentía con mi cabeza. -¿Si?

Este se voltea hacía una mesa de noche para tomar una jarra con agua y un vaso desechable, una vez lo llena me ayuda a tomar un poco de él, con su mano izquierda me ayuda a inclinarme un poco para poder tomar, mi boca estaba bastante seca, pues al beber el agua sentí un gran alivio, y al pasar el trago pude ir sintiendo como iba bajando, como si le ayudara un poco a mi cuerpo en esos momentos.

Quería seguir tomando un poco más, pero mis tragos fueron reducidos, y eso lo noto Jaden, pues se río un poco y me alejo el vaso casi vacío.

-Despacio, no te aceleres, sé que tienes sed, pero no te puedes ahogar. -el pelinegro suelta una gran sonrisa. -Me alegra verte bien. -quizá el pelinegro entendió mi cara de confusión en esos momentos. -Estás bien, todo hasta ahora ha ido muy bien en ti, tu cuerpo ha evolucionado muy bien, solo te diste un gran golpe en la cabeza.

No Quería Decir AdiósDonde viven las historias. Descúbrelo ahora