No dormí casi en el avión, no sé si era más el susto de estar en una maquina como esa, o más bien el qué pasaría cuando llegue a una país nuevo, y completamente solo.
El aeropuerto estaba bastante lleno y era totalmente distinto al de mi país de origen, no sabía exactamente a donde dirigirme, así que por instinto seguía a las personas que reconocía que iban en mi vuelo, hasta poder llegar con las maletas, indicando que estaban en la parada 6.
Iba con un carro cargado simplemente de una maleta no más... bueno contando la de mano, y de allí di con la salida, me esperaba un hombre de saco y corbata, con un cartel y en él estaba mi nombre, lo curioso era que mi apellido ahora había cambiado.
"Sam Vega"
Por unos momentos se me hizo bastante extraño pero aquellos sucesos anteriores llegaron de nuevo a mi cabeza, reconociendo de inmediato que ese era yo.
Una vez me acerque al hombre y después de reconocerme, este me saludo y se encargó de llevar mis maletas, nos dirigimos a los parqueaderos y un viento caluroso me pegó en el rostro.
Era verano aquí mismo... lo que ya quedaba del verano.
-Un gusto joven Vega yo soy Leonardo y junto con mi compañero que nos está esperando seremos sus chóferes y si es de su agrado hombres de confianza.
-Muchas gracias...
Una de las primeras cosas en hacer desde que llegué fue hablar con mi mamá acerca de cómo había llegado, como me encontraba, como me había parecido el vuelo, a parte también me dijo que me comunicara con Esteban para decirle que había llegado bien y agradecerle nuevamente por todo.
Pero creo que eso lo haría un poco después, solo quería escuchar la voz de ella y que me dijera que todo estaría bien, aunque... para mi no lo estuviera del todo, sabía también que no podría preguntar por Jaden, pero en un momento se me escapo y no pude esconderlo.
"Después de que entraste a la sala de espera, Esteban tuvo que sujetar bien a Jaden junto con el amigo de Jessica para poder contenerlo, estuvo forcejeando un buen rato, hasta que tu avión despegó..."
No quería recordarlo de momento, pero en cada paso que daba se hacía presente, Jaden me había dado una lista con anterioridad de lugares a los que tendría que visitar, pero ahora aquí, viendo la ciudad en ese auto, no sabía si lo podría hacer.
Pues cada uno de los lugares estaban planeados por él, y lo que menos necesitaba en esos momentos era pensar en él.
Ver la ciudad por primera vez desde el auto en que iba, me ayudo para dejar de pensar un buen momento, era realmente diferente a lo que estaba acostumbrado a ver.
No sabía aún a dónde nos dirigimos, pero reconocí la calle donde me quedaría, por las fotos que habían en internet.
-Hemos llegado joven Vega. -fue uno de los hombres de traje que me sacó de mis pensamientos y me ayudo a bajar las maletas.
Eran dos hombres, el que conducía aquel auto lujoso y el otro se encargaba de abrir las puertas y demás, eran un poco más mayores que yo, podría separarnos unos cinco años de diferencia como mucho pude pensar, pero según había dicho Esteban, "son de confianza", aparcaron el carro y subimos al apartamento en el que me iba a quedar.
Era pequeño pero igual cómodo, todo estaba bien amoblado, lo único que le faltaba era que alguien lo ocupara y ese era yo. Aquí guardaba secretos y trataría de aprovechar este tiempo para olvidar a Jaden o escapar del pasado.
Me ayudaron a instalarme un poco y me explicaron reglas básicas que necesitaba saber antes de salir a alguna otra parte, me pasaron igual una tarjeta que con ella podría transportarme por la ciudad en caso de que lo necesitara, pues ellos me transportaran todo el tiempo.
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No Quería Decir Adiós
Teen FictionQuizá no todo era tan bueno como creemos, pero... Quizá podamos aprender a darnos una oportunidad después de una gran caída, porque todo esto lo he aprendido. Unos ojos verdes que olvidamos, y unos azules que conocemos. Quizá sí te quiero... o te am...