Capítulo 42: Un gusto conocerte

87 9 1
                                    

Las noches anteriores había dormido pero era a horas de la madrugada que me despertaba y varios momentos o cosas en mi cabeza cobraban sentido cada vez más.

Aún me querían tomar del pelo, pasar por inocente y si ese era el juego que estaban jugando conmigo, por que yo no le seguiría...

La mañana siguiente a la noche en que llegó Jaden, Oliver estaba sentado al borde de la cama, dándome la espalda aún, dándome sombra, no hacía sol, solo unas grandes nubes blancas y grises.

Me acerqué a él y estuvimos hablando unos momentos, quizá se sentía un poco confundido con lo que estaba pasando, pues me comunicó que se sintió un poco incómodo cuando lo llamé compañero.

Ni siquiera amigo, que más necesitaba él para que pudiera considerarlo uno, y eso me hizo cuestionarme bastante, pues el rubio había demostrado ser de confiar, hasta lo que recordaba.

Por otro lado estaba Leonardo, no sabía exactamente qué podría estar pasando con él, pero aún así debía de prevenir, no había hablado con nadie más sobre la droga que este me había hecho consumir y al parecer ni él mismo había sido capaz de hacerlo.

Pues ni aún había sido capaz de decírselo a mi mamá, pues ella y Esteban era otra situación, no tenía que preguntarlo pues mi mamá lo había dicho, me estaban mintiendo en algo, y quizá esa últimas palabras se dirigían hacia Jaden.

Sabía que Esteban podría ser un poco fuerte con el pelinegro al igual que mi mamá u por eso le habría dicho que no le hiciera nada malo... No sabían el paradero de él y era por eso que estaban también preocupados. Por eso mi mamá me cuestionó bastante si podía confiar en mí, pero al ver el estado de Jaden, una parte de mi quería ayudarlo.

Pues él también era algo que cruzaba mi cabeza y mucho más ahora que se encontraba a tan solo unos metros de distancia de mí ¿Cómo era posible ignorar o pasar de largo de una persona por la que tuviste muchos sentimientos?

Desde que Jaden había llegado ambos permanecimos un poco más encerrados en las habitaciones, ninguno se atrevía a algo más, pues de vez en cuando lo escuchaba cruzar el pasillo para la cocina.

Trataba de concentrarme en los últimos días de rodaje, pues era el único espacio en que dejaba de pensar en mi vida y asumía otro papel. Al igual que los últimos días de universidad, Charlotte estuvo bastante pendiente esas veces para poder entregar trabajos a tiempo, hasta el punto de ir hasta el apartamento y recordarme uno.

Y ella no fue ajena a lo que estaba pasando en esos momentos, pues una vez estuvo allí pudo sentir en el ambiente un poco la tensión de momento.

-Dime algo... necesito saber qué piensas.

Esta noche Oliver me había invitado a salir unos momentos después de terminar de grabar, estábamos saliendo de un restaurante para caminar unos momentos, aunque con el frío que hacía, periferia quedarme dentro.

-Pregunta. -me dice el rubio.

-¿Si estuvieras en mi posición qué harías?

-¿A qué te refieres?

-A los últimos acontecimientos que han pasado.

El rubio se queda un momentos en silencio, al parecer pensandose las cosas mientras pasábamos a través de más personas, el centro se llenaba cada vez más, y más ahora a finales de noviembre, comenzaban las vacaciones para muchas personas.

Pasamos por una plaza donde estaban montando un árbol navideño, al igual que en varias calles ya estaba terminando de decorar.

-Creo que persudiaria a tu hermano para que se devuelva, que no te cause algún problema, creo que ese es el más principal ahora.

No Quería Decir AdiósDonde viven las historias. Descúbrelo ahora