La noche prometía y yo no me dejaría llevar por mis sentimientos esos momentos, como Charlotte me había dicho, necesitaba relajarme y pasarla bien, y lo haría.
Estábamos en una pequeña fila para llegar a la puerta de la disco, al parecer era bien reconocida pues había también una gran fila tras nosotros.
-Hey!! Ya casi llega nuestro turno. -decía la pelirroja al ver pasar a otras personas entrar.
-No pasa nada... Está bien, la música suena bien. -digo para que se calmara un poco, mientras veía a Leonardo pasar sus manos por su cabello.
Le había pedido que nos transportara, como si hiciera su trabajo esta noche y si era necesario que hablara con Esteban para que le pagará las horas extras estaba bien, cosa que él no se opuso.
No iba vestido de traje, más bien un poco más casual, tampoco era necesidad que se pusiera tan formal. Iba vestido con un jean ajustado a sus piernas y una camiseta roja.
-Creo que se necesita mucha exclusividad para entrar a este lugar... -dice Leonardo.
-Es normal que pase, son personas con membresías... Puedes coquetearle a alguno a ver si te dejan pasar con ellos... -lo decía con gracia en su voz para molestar un poco al pelinegro y a mi sacarme una sonrisa.
-Yo creo que tú lo lograrías muy bien.
Le digo a la pelirroja mientras ella cambia de posición adoptando una más dominante.
-¿Quieres apostar? -lo dijo mientras pasaba sus manos a su cintura comenzando a desfilar con sus tacones sonando en las baldosas del suelo.
Ella estaba muy entretenida con su cuento de modelo y eso me hacía reír, tratando de coquetear a los jóvenes que entraban a la disco pero ellos solo seguían sin casi prestar atención.
-Yo también puedo ser famosa... -decía mientras daba una vuelta y volvía a donde estábamos.
Leonardo sólo tenía una pequeña sonrisa en su rostro mientras vigilaba su entorno, estaba un poco serio, quería darme mi espacio para pasarlo con la chica.
Mientras ella seguía caminando otro grupo de personas iban pasando, mientras ella trataba de llamar su atención, lo que no logró y eso me hacía reír, que trataba con gestos fáciles pero tampoco.
Los dos seguíamos riendo por estupideces y quería guardar ese pequeño momento para siempre, para que no llegará alguien más y me lo quitara.
-A ver si tú lo consigues... -dice Charlotte.
-Lo podría apostar.
Le digo mientras volvemos a reír y con eso la pelirroja me empuja para que saliera de la fila.
Pero con eso logró tropezar con alguien más, estrujando a la otra persona quejándose de ello. Así que volteo de inmediato para disculparme.
-Lo lamento no era mi intención...
Pero no pude terminar la frase ya que aquella persona no era un completo desconocido.
-¿Sam?
-¡Oliver! -dice Charlotte bien animada mientras se acercaba al rubio para saludarlo. -¿Cómo estás? ¿Vas a entrar?
Tanto el rubio como la pelirroja se enfrascaron en una pequeña conversación mientras yo trate de perderme acercándome a Leonardo, pues su mirada la tenía bien clavada en el otro, pero relajo un poco su postura al llegar a su lado.
-Que casualidad que él siempre esté en los mismos lugares... -suelta Leonardo.
-No entiendo aún ¿Por qué te tienes que poner así por él?
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No Quería Decir Adiós
Teen FictionQuizá no todo era tan bueno como creemos, pero... Quizá podamos aprender a darnos una oportunidad después de una gran caída, porque todo esto lo he aprendido. Unos ojos verdes que olvidamos, y unos azules que conocemos. Quizá sí te quiero... o te am...