Capítulo 44: Yo soy tuyo

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Aquella noche no hablé más con Jaden, quería comprobar nuevamente con mi cabeza, si la persona que había visto esa noche era Leonardo.

No estaba loco, sabía lo que había visto, y nada me lo sacaría de la cabeza, aquel momento, ver a Leonardo, ver la intención en su mirada, y como me encontraba en esos momentos me dejaba bastante confirmado que debía huir de Leonardo.

Me había despertado temprano al parecer así que me hicieron algunas tomas, algunas resonancias magnéticas para comprobar el estado de mi cabeza.

Al parecer todo andaba bien, la mayoría del personal médico hablaba con Jaden, como si él fuera el responsable por mi en aquellos momentos, pero al igual también me informo que no debía preocuparme por pagar algo ya que el seguro médico que tenía allí lo cubría todo.

Quería saber más cómo había ocurrido el accidente así que el pelinegro me mostró algunas noticias locales. Algunas llenaban títulos como "Jóvenes fueron atropellados en accidente automovilístico" "Oliver Navarro se accidentó por exceso de velocidad" cosas básicas, en ningún momento me nombraban y con eso me relaje un poco.

No quería saber la reacción de mamá donde se enterara de aquello, ahí si es que tomaría el primer vuelo para verme, y si estaban pasando problemas, lo mejor es que no viniera a verme y también si Jaden estaba aquí a mi lado.

Había recibido visitas de Charlotte varias veces y se mostraba bastante alegre de verme bien, hacía bromas con Jaden cuando se quedaba y me hacía bien ver aquello, Fernando también había llegado a visitarme, me enviaban recuerdos de toda la producción, habían parado algunos momentos los finales ya que no sabían cómo íbamos a salir Oliver y yo del hospital.

Y más aún después de esperar si yo me quedaba sin movilidad, y ahora después de saber eso, siempre que me despierto muevo mi cuerpo, como queriendo saber si tengo alguna respuesta de él.

Pero por alguna extraña razón me gustaba cuando veía al rubio, aunque verlo en aquel estado no era el mejor, me tranquilizaba un poco saber que estaba bien, su presencia me gustaba, seguía siendo aquel atardecer cálido de una tarde de otoño, sin importar su presentación, era bastante agradable.

Me gustaba compararlo con aquella situación, pues al igual cada vez que veía a Jaden me alegraba de cierto modo, me hacía sentir bastante cómodo, y sabía perfectamente qué necesitaba.

No quería decir que aunque pensara en ambos chicos tuviera sentimientos por ellos, aunque mis sentimientos por Jaden estuvieran un poco guardados, y al verlo me hiciera revivir alguna parte de mi, sabía que no era posible, así que no me daría ilusiones, me obligaba a no mirarlo de aquel modo aunque él lo siguiera haciendo.

Mi cabeza gritaba que lo besara alguna vez, y si, quería hacerlo, pero... ¿Era lo correcto para mí en esos momentos? Me dañaría mi cabeza pensando aquello, pues desde que había llegado no pasaba más de una hora sin pensar en aquello.

-Hasta donde sé aquí no hay noticias sobre ese accidente, y como dices es mejor que no salga a la luz que tu estas involucrado si Jaden está contigo.

Estaba hablando esa tarde con Jess, Jaden le había comentado de mi accidente, al parecer ellos dos hablaban mucho más ahora, pues la excusa del pelinegro fue que yo mantenía un poco ocupado por el trabajo y también por el cambio horario, pero no quise llevarle la contraria, pues hablaba con Jess, pero no de una manera intensa, pues esperaba poder hablar con ella cuando llegara y poder sentarnos a hablar bien de todo.

Jaden estaba fuera, según él iba a comer algo, así que aproveche ese momento solo para hablar de más cosas con ella. Pues me había dicho que fue ella quien animó al pelinegro en venir.

No Quería Decir AdiósDonde viven las historias. Descúbrelo ahora