Creo que hasta ahora había decidido convertir mi vida en una pequeña rutina, no tenía nada más para hacer, del apartamento a la universidad cuando salía de clases iba a clases de teatro... y de nuevo al apartamento, había noches que me despertaba llorando y todo los recuerdos llegaban a mi.
La mayoría del tiempo o más bien cuando estábamos un poco mejor ubicados con los horarios de diferencia, hablaba con mi mamá y hermano, que la mayor parte de veces era en la noche, una de esas veces fue la llamada de Esteban, queriendo saber cómo me estaba yendo, o cómo la estaba pasando, si también había ya salido a pasear unos momentos por la ciudad y preguntando tambien por la salida de fiesta que en su momento le trate de ignorar.
Podría disponer del dinero que quisiera para hacerlo, pero no sentía realmente ese dinero como mío, no sabria cómo comportarme aún con él, pero creo que podía hacer lo mejor, me había propuesto a mejorar partes de mí, así es como Jaden hubiera querido verme.
Ya había completado cuatro semanas en la universidad, y realmente fue muy demandante para mí acostumbrarme al método de estudio tan drástico que estaba tomando, pero también me ayudaba a estar bastante ocupado en todo, no había vuelto a poder salir con Charlotte, pero si se la pasaba gran parte del día conmigo, también me había hecho amigo de varias personas del salón.
Los últimos fines de semana me la había pasado en casa, no tenía nada para hacer, o más bien no tenía ganas de hacer algo, pues volver a aquel lugar me hacía sentirme solo, y aunque antes prefería estar solo, ahora solo quería un poco de compañía.
Sabía que eso estaba mal, pero... necesitaba darme nuevas oportunidades, al final nadie me conocía aquí, era libre, pero mi mente no lo era, ella me mantenía allí, estancado.
Quizá Leonardo podría ayudarme a salir de allí, así que no dude en llamarlo aunque me pareciera un poco imprudente de mi parte, por interferir es su descanso.
Su voz sonaba un poco cansada en el teléfono, podría haber estado dormido y yo lo desperté.
-¿Hola? ¿Sam?
-Am... hola... ¿Te molesto? -fue lo primero que quise saber, o más bien lo primero que se me ocurrió.
-No! No, para nada, me alegra oírte.
-Bien...
-¿Está todo bien? ¿Necesitas algo? ¿Paso por ti?
-¿Harías eso? -bueno... era su trabajo ¿No? ¿Aunque ese fuera su día de descanso?
-Sí, no hay problema. -escuchaba al otro lado de la línea como al parecer se movía.
-Por favor...
Corte la llamada y mire mi aspecto en el espejo que había en el pequeño vestíbulo, no sabía de dónde había sacado un impulso en salir, pero creo que realmente empezó en seguir mirando mi reflejo, no era una persona que se le marcara mucho las ojeras si había trasnochado mucho, pero si mantiene presentes grandes bolsas alrededor de mis ojos, necesitaba superarlo, sí.
Pero...
La relación que tuve con Jaden no terminó mal por nosotros dos, sino por las acciones pasadas de otros, así que... creo que también ese era un problema por el que aún no lograba sacarme a Jaden tan rápido.
Me di una ducha y al terminar mire mi cuerpo, que no me había fijado tanto en él, pero ahora estaba mucho más flaco que antes, a principios de Septiembre aún seguía haciendo calor, pero no tan sofocante como en un principio, así que ya no me molestaba tanto ponerme un pantalón una camiseta holgada y algo más encima para ocultarme.
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No Quería Decir Adiós
Teen FictionQuizá no todo era tan bueno como creemos, pero... Quizá podamos aprender a darnos una oportunidad después de una gran caída, porque todo esto lo he aprendido. Unos ojos verdes que olvidamos, y unos azules que conocemos. Quizá sí te quiero... o te am...