Fueron unos ojos azul claro quienes entraron en contacto con los míos, pero no pude zafarme de su agarre, me sostenía fuerte y este me atrajo hacia él, hacia dentro, hacia el calor del edificio dejando a mi espalda el frío de la calle.
-Espera Sam no te vayas así.
-Oliver tú lo sabías, y preferiste callar a decírmelo...
-Y te lo iba a decir, yo mismo lo haría, pero no quería indisponerte en esos momentos.
-Pues fue peor haberme enterado en esos momentos aquello... -y no me había atrevido a dejar que un sentimiento aflorara en mí, y fue allí que unas pequeñas lágrimas nublaron mi vista. -Fue como si me hubiesen bloqueado por completo... tu lo sabías desde un principio, mucho antes que esto...
-En ninguno de los casos te quise lastimar ni nada.
Y con eso el rubio se acercó a mí para abrazarme, pero el sentimiento de confusión, tristeza y rabia se apoderaban de mí, así que lo estruje para que no se me acercara.
-No me toques, sigues sin entender lo idiota que actúas.
-Sam no hagas esto aquí.
-Aquí es donde? A ti eso no te importa, lo tienes todo, una vida perfecta.
Lo único que veía en esos momentos a través de mis lágrimas era a Oliver, pues a mi alrededor era un poco borroso pero si podía ver varias personas allí.
-Claro que no es así.
-Tú no tienes idea como es eso... -y una vez más el chico de ojos azules se trata de acercar a mí para abrazarme pero, una vez más lo apartó de mí de un empujón. -Dame mi celular. -Oliver se quedó unos segundos completamente quieto. -Dámelo.
No grite, solo hablaba esta vez por lo bajo, no estaba actuando de manera impulsiva, tampoco le demostraría mucho, solo necesitaba estar solo. Y eso al parecer lo entendió, pues este me dio mi teléfono, que lo tenía en uno de sus bolsillos.
-No hagas nada aun, solo espérame, tengo que solucionar algo arriba y bajaré por ti, te llevaré... ¿Vale?
Tome mi celular con mi mano derecha y le doy la espalda para caminar hacia la pared contraria y allí sentarme en el suelo, después de unos segundos así el rubio confió y se fue casi corriendo hacia las escaleras.
Puedes venir por mí?
¿Dónde estás?
📍*Ubicación enviada*
No sé exactamente cuanto tiempo paso así, pero no fue mucho, hasta que siento como llaman a mi teléfono, mire el nombre en la pantalla y supe quien había llegado, no me moleste en contestar, sino que me levante del suelo para caminar hasta la salida, y frente a mí estaba el carro negro, camine hasta él, y al abrir la puerta pude ver su traje negro y reencontrarme con sus ojos un poco más oscuros a los que había visto antes.
-¿Quieres ir a alguna parte en especial?
-A casa.
Me puse mi cinturón y subí las piernas hasta mi pecho para abrazarlas, le di una rápida revisada a mi celular, tenía varias llamadas de mi mamá desde la noche pasada, al igual que de Esteban, Charlotte también me había llamado al igual que Jess, no revise aun mis mensajes, pues al mirar mis redes sociales, había conseguido muchos más seguidores, unas personas me insultaban por mi relación con Jaden, otros me decían que me iría al infierno, otros me decían que el amor era libre, también tenía unas etiquetas de la noticia que había dado Esteban.
Y fue casi imposible no verla.
"Es cierto que mis dos hijos tuvieron una relación, algo que ellos desconocían desde un principio, así que espero no los juzguen por algo que no sabían, una vez ellos se enteraron de la situación estuvieron de acuerdo con terminar esa relación y ahora estamos tratando de llevar todos una relación como una familia."
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No Quería Decir Adiós
Teen FictionQuizá no todo era tan bueno como creemos, pero... Quizá podamos aprender a darnos una oportunidad después de una gran caída, porque todo esto lo he aprendido. Unos ojos verdes que olvidamos, y unos azules que conocemos. Quizá sí te quiero... o te am...