Eran alrededor de las tres de la tarde, dentro del apartamento no hacía tanto calor como afuera, el aire acondicionado me ayudaba a eso, la pantalla de mi computador se enciende y me distrae de los deberes que tenía pendientes para la otra semana.
Era Jess quien me llamaba, creo que había agotado mis esperanzas de que el pelinegro me llamara. Le respondo la videollamada que estaba haciendo y veo como se termina de arreglar su cabello en una cola alta y me regala una sonrisa al verme.
-¡Sam! -me saludó de manera eufórica.
-Hola Jess. -me reí un poco alegrándome de ver algo familiar de nuevo.
-¿Cómo has estado pequeño español?
-Muy bien y ¿Tú cómo vas? -lo preguntaba con una gran sonrisa en el rostro.
-Todo por acá muy bien, todo muy igual, estoy esperando a empezar otra clase ¿Tú qué haces? ¿Qué tienes ahí?
Le enseñó que estaba haciendo y no era nada más que revisar unos estados financieros con sus notas contables incluidas, un proceso que era fácil... pero bastante lento.
-Solo trabajos... -digo.
-¿Y qué has conocido? No he visto nada de fotos ¿Qué pasa? No me digas que no has salido.
-Sí, bueno... -le cuento como fueron los primeros días de inducción y cómo conocí a Charlotte y lo amable que había sido conmigo.
También le hable como me fue desde el primer día que llegué y como hasta ahora me había tratado mis chóferes. Lo que ella se mostró bastante asombrada por lo nuevo que estaba viviendo. Omití al rubio pues no lo sentía de tanta importancia, pero sí le conté que entraría de nuevo al grupo de teatro, lo cual estuvo contenta de escucharlo.
-¿Y tú? ¿Cómo estás? -me preguntó.
-Bien...
-Sam... aunque estemos bastante lejos puedo saber que no estás bien, y creeme que para nadie ha sido fácil, quedamos en no mentir.
-Jess... ¿Cómo está él?
-¿Qué te han dicho?
-No mucho... después de que mi avión despegó, él desapareció.
Jess baja un poco su mirada, como tratando de saber qué era lo que me diría, pero un silencio se fue apoderando.
-Jess... Jess ¿Qué ha pasado? -le pregunté mientras mis nervios iban aumentando.
-Después... después de que despegara tu avión... entre Jack, Naomi y yo tuvimos que sostener a Jaden, fue como si sus fuerzas hubieran desaparecido, y trato de irse contra su papá, como si se estuviera volviendo loco, hasta que Jack pudo atraparlo y contenerlo... su papá... bueno también tu papá, es raro pensar aún en eso... él...
-Jess... ¿Él qué? ¿Qué le hizo? -pregunté.
-Él... golpeó a Jaden...
-¿Qué? -mi corazón me estaba empezando a doler.
Mis lágrimas comenzaron a salir y tuve que levantarme de la silla para poder pensar, me estaba matando la ansiedad y no sabía si abrir las ventanas a gritar o mejor ahogar mis gritos allí dentro.
-¡Sam! Necesito que te calmes, no pasó a mayores, pero por favor escúchame...
Miro la pantalla de mi computador donde mi mejor amiga haría lo posible por salir de allí y poder calmarme un poco, realmente necesitaba hacerlo, necesitaba saber más de él, así que me tome unos segundo en respirar y poder calmarme.
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No Quería Decir Adiós
Teen FictionQuizá no todo era tan bueno como creemos, pero... Quizá podamos aprender a darnos una oportunidad después de una gran caída, porque todo esto lo he aprendido. Unos ojos verdes que olvidamos, y unos azules que conocemos. Quizá sí te quiero... o te am...