Apariencias

726 17 6
                                    

La vida podía ser cruel a veces, y eso Michelle lo sabía, todos suponían que al ser la hija de dos grandes empresarios  tenía la vida resuelta.

Sin embargo, no podía estar más alejado de la realidad,  Rachel O'Connor y Samuel O'Connor, eran sin duda alguna las personas más estrictas y superficiales que se pueda conocer. Todo para ellos debe ser perfecto, todo planeado y minuciosamente analizado. Incluyendo la vida de su única y rebelde hija Michelle.

- no pueden hacerme esto! ya tengo 20 años! no pueden elegirme  una pareja!

- es por tu bien hija - fue su padre quien hablo sin despegar la vista de unos documentos.

- mi bien? no será por el bien de su estúpido apellido!

- Michelle, ya haz hecho muchas cosas que dejaron en burla el apellido de la familia, un matrimonio tan conveniente como el tuyo con Daniel Johnson, nos beneficiaria no solo en la imagen sino también en los negocios...que pronto pasaran a ser tuyos - contesto Rachel.

- no entienden, que a mi no me importa esta maldita empresa suya! - grito furiosa- ni sus negocios, ni su imagen, ni los beneficios de una mierda!

- deja de ser egoísta niña - gruño Samuel- es por...

- egoísta yo?! - mascullo entre dientes- los únicos egoístas aquí son ustedes! toda mi puta vida me obligaron a hacer lo que les cantaba el culo! sin pensar en mi, en lo que siento o en lo que quiero!

- para que? si solo te la pasas escuchando esa música diabólica y siendo una vergüenza para nuestra familia...

Aquello caló profundo en el corazón de la pelirroja, sabía que sus padres, y de hecho toda su familia; pensaban eso de ella, aunque nunca se lo habían dicho, y claro, le dolía que sus propios progenitores le dijeran eso. Aún así, no derramo ni una lágrima, no les daría ese gusto, su orgullo era más grande que eso.

- si? pues que le den, a su puta empresa y a su asquerosa familia! - grito e ignorando los gritos de sus padres salió de la casa.

Caminaba sin rumbo, solo pensando, la noche era fresca y no llevaba algún abrigo, por lo que iba de brazos cruzados. De pronto, llegó a un bar, no era fan del alcohol, pero le picaba la curiosidad al ver a tanta gente formando fila, asique se acerco a preguntar.

- disculpa - le hablo a una chica que se encontraba con un chico, que asumió era su novio- porque hay tanta gente?

- no lo sabes? - ella negó- Nirvana se presenta hoy!

- quien? - cuestiono confundida y la pareja la miro sorprendidos.

- la mejor banda de grunge! no sabes?

- no había escuchado de ellos - se encogió de hombros.

- por que no entras y lo ves tu misma - sugirió la chica.

- eso hare, gracias

En lugar de ponerse al final de la fila, ella fue directo al portero y antes de que hablara le entregó un par de billetes grandes.

- adelante - dijo mientras amablemente le permitía entrar.

- ventajas del dinero - rodo los ojos.

Dentro del bar había ya una cantidad considerable de personas, pero todo parecía muy tranquilo, se acerco a la barra donde el bartender le atendió.

- una margarita de fresa sin mucho alcohol - pidió y mientras esperaba comenzó a repasar el lugar con la mirada - bonito - murmuro.

- hola - la voz a sus espaldas la sobresalto un poco, se giró encontrándose con un chico de cabello negro y despeinado, bastante alto, ella solo medía 1,70, y ese tipo le pasaba casi por  dos cabezas - perdón no era mi intención asustarte..

Imaginas del RockDonde viven las historias. Descúbrelo ahora