Un lugar para darle un respiro a la mente.....
Puedes ser la salvación de Steven Adler....
Puedes quedar con el corazón roto por John Lennon
Puedes ser feliz con Mick Mars
O puedes sanar gracias a Jon Bon Jovi....
No prometo mucho, pero si lo leen l...
Zoe había tenido un día muy largo en su trabajo, necesitaba despejarse un poco, por lo que tomo la decisión de ir a un antro por esa noche. Se vistió con la ropa más cómoda que encontró en su extenso guardarropas.
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Una vez que estuvo lista, salió de su casa con rumbo al antro que sus amigas le habían recomendado, como quedaba un poco cerca de su casa decidió caminar, ya que ahí se encontraría con una de sus amigas.
En cuanto ella llegó cierto chico de ojos azules fijo poso su mirada curiosa en la chica de cabello castaño claro y ojos grandes y preciosamente celestes, le atrapó con su sola presencia.
- Zoe! - su amiga se acercó a ella para saludarle- pensé que ya no vendrías
- Cindy te dije que vendría, me hacía falta un respiro de tanto trabajo - contesto mientras acompañaba a la chica a la barra.
- comprendo haz estado ahogada con eso desde hace semanas - rodo los ojos- no entiendo como es que aguantas
- bueno, de eso vivo, como podría comer si no supiera sobrellevar la carga laboral - río - una margarita de fresa por favor - pidió al bartender- además sabes que me apasiona mi trabajo
- si lo sé nena, pero a veces te metes demasiado en el, acabaras arrugada y amargada si no sales más seguido...
- no seas payasa - bromeó a lo que su amiga solo río.
- te molesta si te dejo sola un minuto? - cuestiono mientras miraba atrás de su amiga, a lo que Zoe volteó topándose con un chico que miraba a Cindy como si la fuera a devorar solo con los ojos.
- claro, pero no me hagas tía aún, sabes que no sé lidiar bien con los niños - bromeo mientras tomaba la copa con su bebida.
- muy graciosa - contesto y minutos después ya estaba fuera de la vista de Zoe.
- diviértete - murmuro sonriendo.
Paso unos minutos sola, paseando su mirada por el lugar, examinando todo y recordando que debía agradecerle a Cindy, el que le recomendara venir, estaba bastante a gusto con el ambiente del lugar, que si bien no era muy tranquilo, era lo suficiente como para hacerla olvidar los asuntos del trabajo.
- puedo hacerte compañía? - volteo a su izquierda y se topo con unos hermosos ojos azules, mientras se volvía completamente hacia él, noto que era un chico alto de cabello largo y alborotado.
- disculpa...pero antes me dirías tu nombre?
- Bret Michaels y cual es el tuyo? - le tendió la mano.
- Zoe Winchester - contesto y acepto el saludo, aunque el chico dejó un beso sobre los nudillos de la chica- no sabía que todavía quedaban caballeros en estos tiempos...-sonrío.
- me halaga, pero no soy uno...ni me acerco
- valoro la sinceridad - contesto y luego señalo el asiento junto a ella.
