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        Jimin estaba sentado, con los pies al estilo mariposa,  en el sofá de su habitación. En sus manos tenía una taza de té humeante. Estaba con la mirada perdida cuando escuchó el cerrar de la puerta, era su esposo. Sobrio por la nariz y aceptó el pañuelo que Namjoon le ofreció para limpiar sus lágrimas. Su esposo se sentó de la misma forma frente a él, también tenía una taza humeante, solo que esta contenía café.  

     ―Corazoncito mío, me duele mucho verte llorar.

     ―No puedo evitarlo, lo siento. Siento ser  tu dolor y no tu felicidad.

     ―Cariño, sabes que no es así. En las buenas y en las malas ¿recuerdas? 

        Jimin asintió. 

     ―¿Quieres que hablemos ahora? ¿O prefieres que lo hagamos mañana en la mañana?

     ―No voy a poder dormir de todos modos, hagámoslo ahora. 

     ―Bien.

        Namjoon dio un sorbo a su taza de café. Estaba buscando valor para hablar con su esposo sin quebrarse frente a él y no es porque quiera verse "macho" es solo que en situaciones como éstas, si no se mostraba  seguro y firme, Jimin solía aferrarse a lo que su corazón decía y eso siempre terminaba  en llanto por parte de ambos. Jimin por la experiencia y Namjoon por el dolor de ver a su esposo lleno de tristeza. 

     ―Dejaré para otro día tu castigo por tu promesa rota― Jimin suspiró agradecido. ―Ahora, quiero que me digas lo que piensas sobre el pequeño que estuvo entre tus brazos. 

        Jimin sonrió tan grande que Namjoon supo que todo  estaría perdido si se llevaban otra desilusión. 

     ―Es muy lindo, tierno, es... Perfecto. Nos ha aceptado a los dos. ¿Lo viste o solo fue mi imaginación? 

     ―Lo vi, mi amor. Pero, ¿Estas de acuerdo conmigo en que es igual que un bebé? 

     ―¿Y eso es malo? 

        Jimin frunció el ceño. 

     ―Por supuesto que no, cielo, es solo que... tu y yo sabemos la razón por la que no adoptamos bebés. ¿No tienes miedo de...?

     ―Pero él es especial, Namjoon, lo sé. 

Ok, lo había llamado Namjoon, lo que quiere decir que no se estaba dejando llevar del todo por sus sentimientos. Eso estaba bien. 

     ―Jimin, amor ¿Ya has terminado de leer la ficha que nos entregaron? 

        Antes de retirarse del orfanato, Namjoon había pedido de favor a la directora que le otorgara una copia de la ficha del niño. La mujer lo hizo gustosa. En el camino, Namjoon se dedicó a leerla y estudiarla sin darle permiso a Jimin de hurgar en ella hasta que él terminara. Cuando llegaron a su habitación de hotel, Namjoon le  entregó  el sobre para que Jimin pudiera leerlo a lo que él pedía algo para  cenar. 

Después de cenar, eso incluye el tiempo que tardó en llegar el servicio a la habitación,  Jimin se había quedado en completo silencio leyendo la ficha.  Se dieron un tiempo para pensar, mismo que ocuparon en tomar un baño, ambos por separado, eso era algo extraño en ellos pero aún así lo hicieron. 

     ―Sí, lo he leído todo. Me preocupa mucho su desarrollo dentro del orfanato, cuando lo conocí, una de las cuidadoras me dijo que lo habían castigado. 

     ―¿El niño estaba castigado? 

     ―Sí, lo justificaron diciendo que agredió a sus compañeritos de habitación, en realidad, pienso que lo estaban ocultando de nosotros. Yoona estaba un poco nerviosa cuando le pedí que me hablara de él. Tuvo que cerrar la puerta para hacerlo, eso me dio una mala espina. ¿Cómo supiste en dónde estaba?

☆Familia☆  ||BTS|| -En edición-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora