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Había momentos en los que solían catalogar a Jimin como una persona tranquila, sentimental, estricta, dulce, cariñosa, angelical, coqueto y sexi, sobre todo sexi; en este momento Namjoon podía agregar una nueva descripción y no tenía nada que ver con las anteriores, esa era, temible.

-Amor...

-Última vez que te lo digo, Kim Namjoon.

-Pero.

-Pero nada, lo intenté hacer de la mejor manera, en la que no te doliera, y no cooperaste ahora te volteas para colocarte el supositorio o yo mismo le hablo a mi suegro, Jackson y Yoongi para que te inyecten. Tu decides.

Namjoon parecía analizar las opciones.

-Es que no me diste suficientes besitos y no me pude relajar ¡es culpa tuya!

Jimin gruñó por lo bajo.

-Kim Namjoon.

Namjoon tembló ante el llamado de su maridito y es que entre todas las virtudes de Jimin y Namjoon, las que solían resaltar es la paciencia.

-Se acabó, voy a llamar a tu padre y le pediré a Jackson y Yoongi hyung que vengan a inyectarte.

-No, no, no, no ya me dejo. Mochi, no les hables, te juro que ya me voy a dejar.

Jimin terminó cayendo en los encantos de su esposo y aceptó.

-Última vez que lo intentamos, si en esta no te dejas, llamaré a nuestros hyungs.

Era como la décima vez que decía esto, Dios, estaba perdido.

Tal y como la primera vez Jimin se acomodó en la cama y comenzó a acariciar y besar el cuerpo de su esposo, tal y como Namjoon suele hacerlo.

Todo inició bien, Namjoon comenzó a relajarse, soltaba leves suspiros y su respiración comenzaba a acelerarse. Estaba casi listo. Jimin giró a Namjoon y en automático su esposo levantó la cadera. Sus rodillas hacían que su trasero quedara completamente expuesto y eso le encantó. Jimin corrió por el lubricante, embarró solo su dedo índice y lo pasó por la entrada de Namjoon. El contacto no duró ni cinco segundos cuando Namjoon bajó sus rodillas y estuvo a punto de girarse si no es que los grandes reflejos de Jimin lo detuvieron. Su maridito se había sentado en su espalda, con una de sus manos sostuvo sus piernas y con la otra le soltó una fuerte nalgada, que podía jurar, su mano se había marcado.

-¡Espera!

-Namjoon ¡Ya!

Jimin estaba por darse por vencido cuando la voz de su cuñado se hizo presente.

-Jimin, ya tardaste ahí adentro, Jackson ya está preparando la inyección.

Namjoon palideció, olvidó todo el esfuerzo que estaba haciendo , sobre todo el motivo, y su cuerpo se relajó. Jimin aprovechó la distracción, separó las pompas de Namjoon e insertó el supositorio. Namjoon soltó un grito, intentó moverse una vez más, pero el dedo de su maridito seguía dentro.

-Park Jimin, lo que estás haciendo no está bien, estás traicionando a tu esposo.

Minutos después, cuando estuvo seguro de que la medicina no sería expulsada por su esposo, Jimin sacó su dedo y le soltó una nalgada aún más fuerte.

-Te equivocas, lo que estoy haciendo es cuidar de tu salud. Tal y como lo dijo Dios y el juez.

-Esto nunca te lo voy a perdonar, Jimin.

Jimin soltó una pequeña risita y observó a Namjoon que se cubría con las mantas.

-No espero que me perdones, puedo vivir con la culpa de haberte puesto un supositorio con tal de tenerte conmigo.

☆Familia☆  ||BTS|| -En edición-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora