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Una vez se despidieron de Rosé, Jungkook comenzó a inquietarse, su barriguita tenía  hambre. Namjoon creyó que quería seguir dentro, pero no era así. Los tres se dirigieron a la cafetería del hospital. Los aromas del lugar no  le gustaron y se los hizo saber a sus papis llorando. 

-A lo mejor necesita un cambio. 

Dijo Jimin extendiendo los brazos hacia su bebé, quien de inmediato fue con él. Se dirigieron a los baños, pero Jungkook tampoco quería estar ahí. Su llanto se intensificó. 

-Mi príncipe hermoso, necesitas un cambio, mi amor. Sospecho que la barriguita de esta lombricita tiene hambre, además ya es hora de que comas algo, en la mañana no quisiste terminar tu manguito. 

Namjoom le enseñó su peluche de conejo, pero no lo quiso, no quería darle su chupete porque  no lo soltaría  a la hora de la comida. No quedaba de otra que dejarlo llorar un poco. 

Cuando terminó de cambiarlo, Jimin lo acunó entre sus brazos para calmar su llanto, pero lo que nunca esperó es que Jungkook buscara desesperado algo en su pecho. Le daba cosquillas, debía admitirlo, pero le preocupaba que Jungkook  en verdad quisiera ser amamantado. 

-Mi príncipe hermoso tiene hambre. 

Canturreó. Namjoon sonrió y Jungkook empezó a llorar de nuevo. 

Consiguieron una mesa en la terraza de la cafetería, Jungkook seguía llorando y lo que menos quería la pareja era provocar un dolor de cabeza a los comenzales. Jimin abrazaba a su bebé y Namjoon preparaba su avena con fresas. 

-Jungkookie, abre la boca, mi cielo. 

Le dijo Namjoon, el niño pudo ver pedacitos rojos entre lo blanco, a él le gustaba lo rojo, así que rápidamente abrió su boquita. Bailó en el regazo de su papi cuando sus papilas hicieron contacto con lo dulce de las fresas. 

-¿Te gusta, príncipe? Venga que aquí viene otra cucharada. 

Jungkook terminó toda la avena, en ratos, Jimin le daba un poco de agua que tenía en su biberón pero no logró hacerlo beber mucho. Jimin lo volvió a acunar entre sus brazos y le dio su biberón, esta vez, con leche. El bebé terminó por dormirse sin que Jimin  se diera cuenta, pues estaba leyendo un informe que le enseñó su esposo. 

-No, no, no, bombón. 

Namjoon sostenía su celular  frente a su maridito para que pudiera leer. 

-¿Qué? ¿qué hice?

Jimin lo observó asustado. 

-No dejes que Kookie se duerma. 

Cuando Jimin entendió agachó la mirada para observar  que su hijo  estaba completamente dormido. 

-Estaba cansadito, había llorado mucho Namnie. Aunque lo quisiera no podría evitarlo.

-Pero aún tienen que vacunarlo.

-Y nosotros tenemos que comer- hizo un tierno puchero para su esposo. - tengo hambre, corazón mío. 

-Cuando terminemos de  comer lo vamos a despertar. No importa que haya llorado mucho. 

Jimin asintió conforme. Jimin se encargó de pedir por los dos ya que a Namjoon no le gustaba  la idea de comer fuera de casa, mucho menos algo que no fuera preparado por su maridito.  No le daba confianza. Una vez con la comida, Jimin se dispuso a comer lo más lento posible, quería darle tiempo a su bebé de dormir una buena siesta. Namjoon lo notó así que él se encargó de alimentarlo tal y como lo hacía con Jungkook. 

-Mi amor, tenemos que despertarlo. 

-Pero se ve tan lindo... no puedo, Namjoonie. 

-Lo tienen que vacunar, es por su bien y lo sabes. O dime ¿te gustaría verlo enfermito?- Jimin negó con un puchero. Namjoon lo besó. -Sé que es difícil porque no quieres que le duela, pero es lo mejor. 

Rendido, Jimin volvió  a besar a su esposo. 

-Está bien. 

Namjoon lo movía delicadamente y susurraba una canción infantil  que había buscado especialmente para eso. 

-Arriba Juan, arriba Juan ya cantó el gallito- cantaba Namjoon, Jungkook molesto se ocultó entré los brazos de su papi Jimin. -Arriba Juan, arriba Juan... 

-Es que no se llama Juan, por eso no te hace caso, amor- Jimin se burló. Namjoon le pidió ayuda con la mirada. -Príncipe hermoso... despierta.

Jimin le dio un besito en el  cachetito que estaba a la vista. Jungkook se quejó con un pequeño grito. Así que su papi le dio un beso tronado en el mismo lugar, esta vez se escuchó una pequeña risa. 

-¿Qué fue eso?- Jimin se hizo el desentendido. -Voy a despertar a mi príncipe encantado con muuuuchos besitos. 

Y así lo hizo, comenzó a besuquear la carita de Jungkook y el bebé comenzó a reír. Lo había logrado. 

-Andando, entre más rápido mejor. 

●●●

Namjoon y Jimin ya no estaban tan nerviosos como la primera vez, ya lo habían experimentado y esperaban que fuera igual  que hace unas horas. 

Mark los saludó amablemente y les pidió un  día salir los seis juntos, Jackson y Mark tenían un hijo  de 16 años, de vez en cuando él entraba en su little space y se comportaba como un niño de dos años; también los invitó a cenar, él quería que Jungkook  conociera a su bebé, tal vez y más tarde ambos se volvieran los mejores amigos y su nene ya no estaría tan solito.  

-¿Y cómo está  el pequeño Yugyeom? 

-Resentido conmigo, hizo una travesura y lo tuve que castigar, Jackson es un blandengue con él. 

-¿Ambos están bien?

Namjoon sabía de la debilidad de Jackson, desde que lo adoptaron y se enteraron de su "infantilismo"  ha sido un niño muy amado y consentido por sus padres, solo que Jackson sobrepasaba ese límite. Ellos conocían a Yugyeom, un niño muy tímido que vivió solo en las calles desde pequeño. Namjoon envidiaba, de buena manera, la familia de Jackson. Pero ahora tenía la suya, con su corazón y la luz de su vida. 

-Sí, todo está bien. Hoy cocinaré su comida favorita y todo estará en el pasado. Pero bueno, basta de hablar de mí. ¡Jungkookie... eres un bebé hermoso!

La pareja sonrió por la emoción de su amigo. 

Jungkook intentó ocultarse, pero no pudo hacerlo cuando vio un peluche en forma de pez. Dejó de observar a Mark y mantuvo su atención en el pez naranja. 

-¿Te gusta nemo? Puedo prestartelo, pero debes ser valiente y devolverlo cuando terminemos- Jungkook miró a sus papis y volvió a centrarse en el pez. -¿Serás valiente?

Jungkook se escondió en los brazos de su papi Jimin. Comenzó a llorar y eso le enterneció a Mark. 

-Anda, tómalo, pero debes regresarlo. 

Mark le entregó el peluche y Jungkook dejó de llorar vio a su papi Jimin y  sonrió. Estaba feliz con ese pez entre sus manos. La textura era diferente de su conejo, olía bien y ahora solo le faltaba probarlo. 

-Jungkookie- pero su papi Jimin lo detuvo, otra vez. -No debes llevarte las cosas a la boca, príncipe. 

Y el llanto del niño regresó. 

-Está bien, Jiminnie, nemo  es de Kyum, está totalmente limpio y desinfectado. Tuve que traerlo aquí porque es parte de su castigo.

 Jimin un poco más tranquilo dejó que su bebé mordiera el peluche. 

-Muy bien, es hora de inmunizar a este precioso bebé. ¡Jungkookie digamos adios  a las enfermedades!- Namjoon le entregó la última hoja y Mark escribió cosas en ella.  -Voy a colocar,  las seis vacunas primordiales. 

-¡¿Seis?!

Jimin estaba aterrado. Namjoon intentó calmarlo tomando su mano. 

-¿Mark, no es mucho medicamento en un solo día? 

-Tranquilos, es necesario porque ahora mismo el cuerpo de Jungkook está experimentando cambios  a los que no estaba acostumbrado. Las voy a colocar pero, dado a que es un niño con más edad, las dosis serán diferentes. Después de estas primeras vacunas, agendaré las próximas vacunas dispersas para que no se junten, pero con una dosis más grande.  

...

☆Familia☆  ||BTS|| -En edición-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora