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        El sol estaba en su total esplendor y las cuidadoras del orfanato  lo aprovecharon para distraer a los niños con  juegos  refrescantes. La mayor parte de ellos estaba en el patio  y otra parte se mantenía dispersa, entretenidos en otras cosas.

        A pesar del rechazo constante de los niños hacia Namjoon y Jimin, ellos siempre buscaban alegrarles el día, nunca llegaban con las manos vacías. Estaban al pendiente de cada uno de ellos, de sus necesidades y sus gustos.

        En cuanto pisaron la entrada un par de cuidadoras los acompañaron para mostrarles  la actividad del día. Los niños detuvieron sus juegos y se formaron para saludar a los señores Kim como se debía. 

        Después de cambiarse, todos se reunieron en  el comedor. 

     ―Este juego de sombras es para Hyuna- la adolescente pasó a recoger su regalo. Hizo una reverencia y agradeció. ―espero que te gusten. 

        Pero no dio respuesta a Jimin así que siguió con la lista.

         Jimin había mandado a decorar el lugar con globos con helio, ya que hoy alguien del orfanato cumplía años. Llevó un pastel especial. En lo que Namjoon esperaba que llegara la comida que habían ordenado, él se encargaba de repartir los regalos que tenía preparados desde hace mucho tiempo. No podía evitar sonreír al ver los ojitos de asombro de los niños y adolescentes, así como tampoco podía evitar sentirse triste por lo cortantes que eran con él y su esposo. Cuando terminó de entregar los presentes se sentó a observarlos, todos sonreían y eso era lo que él buscaba. Hacerlos felices. Que, a pesar de que no tuvieran una figura materna y paterna definida, ellos fueran capaces de ser felices  y seguir con sus sueños. 

     ―La comida llegó- anunció Namjoon.

        Todos dejaron sus regalos de lado y se pusieron a hablar entre ellos. En cuanto la directora del orfanato les concedió el permiso, uno a uno fueron pasando por su ración de comida, todos en completo orden.

     ―Señores Kim, por favor, pasen a mi oficina. Tenemos asuntos  importantes que atender.

     ―¿No podríamos hablar más tarde? Primero quiero cantar feliz cumpleaños  a Solar.

        La mujer  los observó  un momento, analizando si sería o no correcto dejar de lado el papeleo por un simple cumpleaños. 

     ―Mi esposo tiene razón, aún tenemos  una semana para hablar de esas cosas.  Acabamos de llegar, nos gustaría pasar un poco más de tiempo viendo a los niños. 

        Namjoon apoyó a su esposo. 

        A la directora no le quedó más que aceptar. Después de la comida, todos cantaron feliz cumpleaños a Solar. También hicieron la  entrega de los regalos, sus compañeros  le entregaron algunos  dibujos y una que otra manualidad. Las cuidadoras también le dieron presentes, pero sin duda, los más costosos fueron los de la pareja Kim. 

     ―Éste es de mi parte. 

        Le dijo Jimin entregándole una caja,  mediana, decorada de color rosa. Solar sonrió, a pesar del tamaño, estaba algo pesada. 

     ―Gracias, señor Kim.

     ―No es nada, linda, espero que te agrade. 

     ―Y éste es el mío. 

        El regalo de Namjoon se trataba de un sobre. Solar volvió a agradecer y regresó a su lugar. Todos los niños comenzaron a pedir que los abriera. 

        No pasó mucho tiempo cuando los niños y cuidadoras estaban volviendo a sus actividades de rutina. Namjoon y Jimin eran guiados hacia la  oficina principal para hablar sobre las  donaciones. Estaban a punto de llegar cuando el celular de Jimin comenzó a sonar. 

☆Familia☆  ||BTS|| -En edición-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora