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La noche llegó demasiado rápido, la familia no podía creer que el día ya había  terminado y ellos aún tenían mucho por hacer.  Jimin había bañado a su bebé y ahora estaba limpio y seco jugando en la alfombra de la sala, con Jimin a un lado. Jungkook no se quería separar de su papi en ningún momento. 

-Jiminnie, a cenar. 

Jimin fue con Jungkook en brazos hasta el comedor, como no había sillita alta ahí, Jimin sentó a su bebé en su regazo. Comenzó por darle de comer a él, le había preparado una papilla de avena con mango, de las cuales sólo comió las tres primeras cucharadas, el resto se la pasó viendo a su alrededor.

-Jungkookie, come, corazón mío. 

Jimin le dio una cucharada más, el bebé la aceptó, pero poco a poco la fue escupiendo. Jungkook estaba jugando con su comida. 

-Tal vez ya esté lleno. 

Le dijo su mamá. 

-No, esta es la ración que come, algunas veces hasta repite. Ni siquiera le ha bajado, mamá. 

-Tenle paciencia, hijo, así son los bebés, a veces comen, a veces no. 

Dijo su papá. Jimin siguió intentando, pero Jungkook movía su cabecita de un lado al otro. De repente, Jungkook empezó a llorar, Jimin lo acunó entre sus brazos pero Jungkook se movía constantemente, así que lo volvió a sentar. Jungkook siguió con su llanto, Jimin se levantó de su lugar y comenzó a pasearlo. Cuando pasaron a la sala, el niño no dejaba de ver la puerta que daba a la entrada de la casa, la observaba y la observaba. 

-¿Tienes sueño, príncipe? Eso debe ser, ha sido un día pesado para ti. 

Jimin lo llevó hasta su habitación, le puso una pijama azul enterito que tenía caritas de animalitos, en cada pie tenía la cara de un oso panda, y bajó a la cocina para prepararle un biberón. La señora Park se encontraba ordenando la cocina cuando entraron

-Jiminnie, este termo es para los biberones nocturnos de Jungkookie. Lo voy a dejar en tu velador. 

-Sí, mami, gracias. 

-Se calmó. 

-Sí, parece que sí.

Jimin preparó el biberón y volvieron a la habitación. Jungkook no estaba feliz con eso, él no quería dormir, quería ver a su papá, jugar con él. Jimin lo dejó en la cama y su llanto se intensificó. 

-Está bien, está bien, papi te va a pasear entre sus brazos hasta que duermas. 

Jimin caminaba por toda la habitación arrullando a su bebé pero Jungkook no dejaba de llorar, no aceptó su biberón y tampoco su chupete. Jimin comenzaba a preocuparse, tal vez su bebé se sentía mal y él no sabía qué hacer. 

Sus padres y hermano aparecieron en la habitación al escuchar de nueva cuenta el llanto del bebé. 

-Jiminnie, puede estar mojado, cariño.

-No, mami,  lo revisé hace un momento. No quiso comer y ahora no quiere su leche. 

-Jiminnie, tal vez tenga cólicos. 

-Tu papá tiene razón, voy a prepararle un té para que se relaje y le puedas hacer un masaje en su estomaguito. 

-Recuestalo, hijo, debemos darle un pequeño masaje, el té le ayudará a dormir. 

Jimin asintió y volvió a  acostar a su bebé, Jungkook lloró más fuerte y se aferró a su papi como un pequeño koala. 

-A lo mejor extraña a hyung. 

☆Familia☆  ||BTS|| -En edición-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora