☆Familia☆ ||BTS|| -En edición-

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-Mmmm- mmmááá mmmmáááááá.

-¿Mi amor, tienes hambre? ¿Si? Mi bebé hermoso quiere leche de mami y mami le va a dar leche.

Jungkook jugaba con sus manitas, sus balbuceos se escuchaban por toda la habitación. Jimin sonreía y podía jurar que su cuerpo había perdido cansancio con solo escuchar y ver a su bebé. Los piecitos de Jungkook se movían como si pedalera una bicicleta, a veces lento y a veces rápido. El bebé no tenía idea de dónde se encontraba, sus ojitos observaban la habitación de un lado al otro.

-Mi corazón hermoso, no estamos en casa, pero no importa en dónde estemos, siempre que mami o papi estén contigo vas a estar en tu hogar.

Como si lo entendiera, Jungkook soltó un suspirito que le hizo sentir calma a Jimin. No tenía mucho que habían llegado al hotel de París. Jimin había bañado a Jungkook junto a él. Los dos estaban recostados en la cama, el bebé estaba por quedarse dormido al igual que Jimin. El silencio de la habitación fue roto con el sonido del celular de Jimin, el bebé se removió entre sus brazos, pero no desertó. Jimin respondió la llamada con un perfecto francés, que aprendió en el primer año que asistió a la semana de la moda y lo que escuchó le hizo alarmar.

-En un par de horas daremos inicio a la semana de la moda, esperamos que pueda asistir unos quince minutos ates para dedicar unas palabras a los reporteros antes de la ceremonia de inicio.

-Sí, entiendo, estaré ahí en tiempo y forma.

Jimin terminó la llamada y dio tiempo a Jungkook de entrar en sueño profundo. Una vez el bebé dormido él se apresuró en maquillarse y cambiarse de ropa para esa tarde. Preparó un lindo traje con corbata para su bebé que le colocó a mitad de sueño. Por un momento pensó en dejarlo sin calzado, pero francamente, es un diseñador de modas y por ende, su hijo debe de tener un buen estilo. Le colocó unos zapatos negros y ligeros para no molestarlo, como Jungkook no caminaba no solían colocarle más que unos calcetines y unas pantunflitas. Solo esperaba que los zapatos no le causaran un berrinche en la entrada del lugar o a mitad de la ceremonia.

Una limosina estuvo a su disposición para el traslado del hotel hasta el lugar del evento que no quedaba a más de media hora. Jungkook despertó cuando la puerta de la limosina fue abierta. Un hombre ayudó a Jimin a bajar sin golpearse o golpear a su bebé, le entregó el bolso del bebé y Jimin pudo hacer aparición en la alfombra roja. Jungkook fue sorprendido por el flash de una cámara, sus ojitos quedaron ciegos por un instante y el bebé buscó seguir durmiendo con su cabecita recargada en el hombro de su mami. Jimin dio unas palmaditas en su espaldita y él siguió en su intento de conciliar sueño.

-Hola, Jimin.

-¡Oh! ¡Hola, Giovanni! Hace unos meses que no nos vemos.

Un modelo francés se acercó a Jimin. Era bien sabido que Jimin es homosexual y que su esposo es Namjoon. Pero eso no le impedía a Jimin formar amistades con los residentes de los lugares que ha visitado. Uno de ellos era Giovanni Bonamy, entre Giovanni y Namjoon había una especie de rivalidad que Giovanni alentaba con coqueteos hacia Jimin, pero siempre respetando al matrimonio. Además, a Giovanni nunca le ha interesado una relación, de tipo amorosa, formal y para concluir, cuando Jimin lo conoció, ya estaba casado con Namjoon. Jimin siempre vio a Giovanni como un amigo y no como un prospecto para salir a pasar la noche.

-Sí, he tenido mucho trabajo. Más que trabajo lo que me impide visitarte es tu esposo.

Ambos siguieron caminando por la alfombra roja, sonriendo y saludando a las cámaras.

-Hummm ¿Namjoon? ¿Por qué mi esposo te impide verme? Digo, somos amigos. De hecho estaba por llamarte.

-Tú bien sabes que tu esposo y yo no nos llevamos muy bien que digamos. Y hablado de él ¿En dónde está?