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Era el tercer día de su estadía en Busan, la segunda noche de Jungkook fue exactamente igual que la primera, solo que en está  terminó rendido a las 12 de la noche; el día estaba soleado, así que Jimin se dedicó a lavar ropa, Jihyun tenía a Jungkook, estaban jugando en la sala con los dinosaurios. Jungkook se empezaba a acostumbrar a su hermano y sus padres, pero aún no confiaba del todo en ellos. 

-¿Hyung?

Jimin estaba de espaldas a Jihyun, preparaba la nueva carga de ropa.

-Mmm

-Estábamos jugando y mamá nos llevó un pequeño bocadillo y Jungkookie se embarró un poquito. 

Jimin se volteó y vio a su bebé con yogurt en su carita y ropa.

-Príncipe hermoso, realmente me estás haciendo sufrir. 

Jungkook tenía un enterito que le llegaba hasta los muslos, de manga corta, pues hacía mucha calor y Jimin no quería que su bebé estuviera de malas por el clima, así que esa ropa le ayudaría a estar fresco; en medio tenía un estampado de Tambor, el conejito que sale en bambi. 

Jungkook sonrió a su papi y se inclinó para ir con él. Jimin lo tomó en brazos y se dirigió con él a su habitación. Esta vez no bañó al bebé, solo lo limpió y le puso ropa limpia, un enterito similar al anterior pero con estampado de comegalletas, éste tenía su propio babero así que lo ayudaría a que el pechito de Jungkook no se manche. De paso revisó su pañalito y al ver que estaba limpio lo llevó con Jihyun, pero esta vez Jungkook no se quiso quedar con su tío, él quería estar con su papi. 

-Corazón mío, juega un ratito más con tu tío, por favor, debo lavar nuestra ropa, bueno, la tuya. 

Jimin se inclinó para dejar a Jungkook en la alfombra de la sala y Jungkook se aferró a su papi. Empezó a llorar al sentir que  alguien lo tomaba e intentaba separarlo de su papi.  

- Está bien, está bien, vas a ir con papi a lavar ropa, pero sin llorar. 

-Yo iré a ayudar a papá. 

Dijo Jihyun. Jimin le agradeció por estar con Jungkook y regresó a su trabajo. Por un momento había dejado a Jungkook sentadito sobre la lavadora, pero comenzaba a moverse y le dio miedo de que su bebé sufriera un accidente así que lo dejó sentado en el sueño sobre una mantita con un par de autitos de juguete y su preciado dinosaurio.  Dos horas después Jimin terminaba de lavar, pero aún le  faltaba enjuagar los baberos de Jungkook, que eran los más sucios de toda la ropa, los había dejado con agua en un recipiente pero no recordaba en dónde lo había puesto. 

Jungkook estaba tranquilo y eso Jimin lo agradeció, pues le era difícil hacer las cosas con su bebé en brazos, no le extrañó que de vez en cuando soltara grititos de emoción. Por un momento volteó a ver a su bebé y lo que vio le hizo infartarse. Jungkook estaba completamente mojado, a su alrededor estaban tirados los baberos, por cierto, ya había encontrado el recipiente; las manitas de su hijo chapoteaban en el agua que quedaba de la pequeña tinita, Jimin no supo en qué momento había ocurrido todo eso si su bebito había estado muy tranquilo. 

-¡Ay, mi amor! 

Estaba molesto, por más que cuidaba que su bebé no se mojara con lo que comía Jungkook siempre terminaba mojado y ni hablar de las veces que se lo quedaba su hermano, terminaba verdaderamente sucio. 

Jungkook le sonrió a su papi y siguió estampando sus manitas en el agua. 

-No, no, no, hijito, no hagas eso, príncipe. 

A pesar de que estaba que explotaba de rabia no podía enojarse con su bebé, pues la culpa había sido suya, por haber dejado la tina justo a su lado, a su completa disposición. 

☆Familia☆  ||BTS|| -En edición-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora