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-Quiero ver a Jungkookie, Nene.

Namjoon intentó sonreír. En su cabeza intentaba crear una nueva mentira para tranquilizar a su maridito.

-Tranquilo, Mochi. Pronto lo verás.

-¿No puedo verlo aunque sea un ratito? Por favor, llevo días sin verlo y ya no aguanto.

-Bombón, si nuestro bebito te ve, va a querer de tu leche y el doctor dijo que ahora mismo no es saludable para él. En verdad quiero traerlo, pero en tu estado va a ser más difícil.

Jimin mantuvo su sonrisa y asintió aunque la respuesta no le haya gustado. Namjoon tenía razón. Su bebé buscaría prenderse a su pezón tan luego lo tenga a la vista. Entonces recordó la carita de Jungkook tan pacífica y alegre cuando estaba a su lado. Recordaba lo largas que se ven sus pestañas y los suspiros que suelta al dormir; incluso las sonrisas que se asomaban en confirmación de que estaba teniendo un sueño muy bonito.

-En cuanto me recupere, lo voy a abrazar y no voy a querer soltarlo ni un segundo.

-Ya habrá tiempo para eso, por él momento no te preocupes.

Una enfermera llegó a medicar a Jimin y no pasaron más de cinco minutos cuando ya se encontraba dormido. La sonrisa de Namjoon se borró y una lágrima bajó por su mejilla.

●●●

Un canto casi perfecto hacía eco en la habitación. Hwayoung mecía a Jungkook, el pequeño intentaba despertar, sus piecitos y manitas estaban amarradas. Su cuerpecito estaba envuelto en la cálida cobija de colores que había sido tejida por su abuelita. Era un lindo y tierno taquito.

-Aquí nadie nos va a encontrar, mi amor. Aquí mami y Jungkookie van a ser felices. Jungkookie va a amar a su nueva mami.

Jungkook llevaba cerca de una semana separado de su familia. La mujer que se había autonombrado "nueva mami" lo había tenido sedado, gracias a eso, Jungkook había bajado considerablemente de peso, la mujer no tenía los recursos suficientes para comprar algún tipo de leche y, gracias a los pañales de tela que estaban en el bolso de Jungkook, el bebé tenía cambios; de vez en cuando Hwayoung salía a lavar la ropita de Jungkook mientras "su bebé tomaba una siesta". Había momentos en los que llegaba a sentirse culpable al ver cómo el bebé, entre sueños, buscaba de su pecho para comer. En esos casos, ella calentaba un poquito de agua y se la daba a beber al pequeño; Jungkook un poco tranquilo de tener algo en su boquita y barriguita seguía durmiendo.

Hwayoung vio que el sol estaba por ocultarse, Jungkook necesitaría una nueva dosis de cloroformo ahora o le costaría mucho trabajo hacerlo inhalar el anestesiante. Con mucho cuidado se acercó a la mesita de noche y buscó en el cajón el frasco, una vez en sus manos, lo abrió.

Jungkook comenzó a inquietarse, tenía mucha hambre, su pañal estaba mojado y una ligera capa de sudor le impedía estar cómodo para seguir durmiendo.
Con los motivos suficientes, el bebé inició un llanto desesperado, se asustó mucho cuando no pudo mover sus manitas, no le dolía nada, pero no le gustaba estar privado del movimiento.

Su cuerpo se movía desesperado, quería sacar sus manitas, estirarse y babear sus manitas. Hwayoung perdió el control, el frasco resbaló de sus manos y el líquido se derramó pero ese no parecía ser el verdadero problema. Los ojitos de Jungkook estaban completamente abiertos, viéndola fijamente. Asustado, Jungkook inició un llanto desesperado.
El cuerpo de Hwayoung tembló. Dejó a Jungkook en la cama y corrió a traer un biberón con agua tibia. Jungkook no dejó de llorar en ningún momento, al contrario, en cada grito el aire de sus pulmones escaseaba hasta dejar un leve color morado en los labios del niño.
Ese sí que era un señor berrinche.

☆Familia☆  ||BTS|| -En edición-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora