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—¿Samantha?— Malcolm achina sus ojos al ver a su hermana parada frente a él.

Pero quizás solo sea un mal viaje de su imaginación con la ingesta de cocaína que lleva en su sistema desde la media tarde.

—¿Que estás haciendo, Malcolm?— Se queja mirándolo con su semblante neutro.

Él simplemente niega con la cabeza y lleva una mano a sus ojos para refregar los mismos.

—¿Que cosa?— Cuestiona parpadeando.

Samantha sonríe con ternura al verlo. —ponerte en contra de Elián, Malcolm. ¡Es tu hermano!— Niega sin poder creer su comportamiento.

Aquella escena de su hermana era tan real que no podía evitar responde con preocupación al porque ella lo miraba de aquella manera.

—Y yo también soy el tuyo y sin embargo, lo estás defendiendo a él.— Achina sus ojos rojos sin comprender

—¡Con todo lo que Elian hizo para protegernos, no entiendo cómo le estás pagando con esa moneda!— Infla su pecho angustiada.

Malcolm siente un escalofríos recorrer su cuerpo, por lo que muerde su labio inferior y comienza a negar reiteradas veces con la cabeza.

—¡No sos real, no sos real!— Susurra para autoconvencerse.

—¡Si me estás viendo es por algo!— Se burla cruzándose de brazos.

El mayor sonríe de costado eufórico.  —¿Por qué lo defendes?— Tiembla al preguntar.

—¡Porque siempre hizo todo por darnos todo lo que pedíamos, nos mantuvo a salvo y jamás se negó a una voluntad nuestra!— Arquea sus cejas recordándole.

Él vuelve a negar con la cabeza y se abraza a si mismo acariciando sus brazos con bastante brusquedad.

—¡¡Está casado con el enemigo, Samantha, ellos te mataron!!— Exclama poniéndose de pie para tirar de sus cabellos con locura.

Mientras que la castaña aprieta sus labios con pena. —Si hay un culpable es nuestro padre, y nuestros abuelos, y sus padres por haberse armado este imperio e involucrar a sus hijos en él.— Responde...

Al mismo tiempo que su visión se hace más borrosa al verla.

Haberse puesto de pie lo había mareado, y tenía que mantenerse tomado del respaldo del sillón...

—¡Él te dejo morir y ahora duerme con ellos prácticamente!— Exclama enfurecido, pero su hermana ya no está...

—¡Carajos, solo quería vengarte!— Las lágrimas se hacen presente y ya no hace ningún esfuerzo por guardarlas.

La misma ya no le responde, solo queda un dejo de su espectro, aquel que él mismo se había imaginado, solo para escupir todo el rencor que lleva dentro.

—¡Maldición, Samantha, él se casó con una Chevron y ahora la defiende!— Exclama torpemente tropezando con el sillón.

—Yo... Solo... Quería vengarte.— Puntualiza haciendo un puchero.

Escucha pasos en la escalera, y se gira levemente para enfocar sus ojos vidriosos y nublados en la figura que se presenta frente a él.

—¿Con quien estas hablando?— Su amigo culebra cuestiona al verlo en aquel estado.

Malcolm titubea al responder, pero no llega a más que balbucear palabras inentendibles...

Frustrado pasa ambas manos por su cabello con aquella necesidad de que su hermana fuera completamente real y no un producto de su imaginación y de lo que quizás, necesitaba.

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