OLIVIA

8

—¡¿Qué te dijo?!— Peter se acerca a ella removiendo su cabello ofuscado por no haber estado para escuchar.

Había observado la escena desde lejos coma estando por demás ansioso de no haber podido quitarse más de prisa al doctor de encima. 

—No importa.— Responde con la mirada al frente.

Siendo inevitable no quedarse a pensar en todas las amenazas que había recibido por parte del castaño en menos de diez minutos.

Su hermano la observa de arriba a abajo con una notable preocupación, al reconocer que la rubia se encuentra perdida en sus pensamientos.

—¿Estás bien?— Moja sus labios.

Ella asiente hacía la segunda pregunta.

—Ey.— La mira atento a qué no tenga nada raro y ella se ríe ante aquello por dentro. —Necesito que me digas que te dijo, Oli...— Insiste.

Teniendo en cuenta, que ambos tienen una importante conversación pendiente, respecto a lo que había sucedido en aquella cafetería.

Olivia se abraza a sí misma, reconociendo que no tiene otra alternativa que decirle la verdad de la conversación, por más de que no tenga ganas de dirigirle la palabra en estos momentos a su hermano mayor.

—Amenazo al negocio...— Suspira rodeando los ojos.

Peter remoja sus labios y suelta una descarada carcajada. —¡Como no!— Se queja.

—No me extraña igualmente... Parece bastante seguro de que vayamos a aceptar...— Traga saliva. —¡Es un soberbio!— Rueda los ojos y le señala su arma la cuál aún tenía en sus manos,

—¿De dónde sacaste eso?— La mira extrañado.

Ella no hace más que negar con la cabeza, para restarle importancia a dicha pregunta.

Pensando para sus adentros de que hay otras cosas mucho más importantes de las que charlar ahora mismo.

—De cualquier manera no se porque dejaste qué te siguiera.— Lo mira fijamente. —¿Por qué estaba acá?— Cuestiona alzando una ceja.

Observando todo el pasillo completamente vacío, a excepción de sus custodios...

—No podía pensar en otra cosa que no fueras vos.— Responde.

—La próxima vez deberías de estar al corriente de tu entorno, cómo siempre te jactas de que tenés el completo control del mismo.— Sonríe con autosuficiencia. —¡Nos hubiéramos ahorrado todo ese numerito!— Dice irónica esbozando una sonrisa sin mostrar sus dientes.

Peter rasca su cabeza y le entrega la carpeta con los papeles de su hermana a Gael, quién rápidamente los toma de manera profesional y los guarda en el bolso que carga de Olivia,

—Me siguió cuándo salimos del bar, la verdad es que estaba pensando en otras cosas cómo para ver quién carajo me seguía, cuándo vos no reaccionabas.— Sisea. —¿Te imaginas el susto que nos diste?— Aprieta sus labios y sube sus hombros sin saber que más decir.

—Uhmm sí me lo imagino.— Murmura ignorando a Peter.

—¿¡Qué esperabas que Lo sacara de la carretera haciendo añicos su auto?!— Se mofa.

Sabiendo que él también tiene un límite de paciencia y con toda esta situación el mismo estaba comenzando a quedar también completamente en cero para con su hermana pequeña.

El mayor no hace más que pasar ambas manos por su rostro, mostrando la gran frustración que tiene en estos momentos. —Emmett estaba enloquecido, sólo podía pensar en hablar por teléfono con él y tranquilizarlo.— Agrega rodeando los ojos.