-¿Por qué todavía no volviste?- Su hermano se queja cuándo lo va a visitar a su departamento del centro.
Elian suspira haciéndose a un lado para dejarlo pasar.
Claramente no esperaba su visita y sus prendas de entrenamiento y sus ojeras bajo sus ojos le deja en claro Aquello, por lo que malcolm sonríe.
-Estoy con asuntos malcolm, te dije que me haría un tiempo cuando pudiera pasar para ir a verlos. ¿No es suficiente las llamadas diarías y el delivery?- Demanda frustrado.
El menor da un vistazo bastante coqueto hacia el lujoso departamento.
Toma asiento en uno de los sillones cercanos para ponerse más que cómodo, bajo la atenta mirada de Elián, que no puede dejar de apretar su mandíbula con enfado.
No había nada peor que interrumpieran en su privacidad, y las semanas siguientes de que se tuviera que retirar de su hogar, por haber matado a la pareja de su madre, no habían sido las mejores.
Comenzando con que la tortura mental que él se hacía no lo dejaba dormir por las noches, y ni hablar de que por las mañanas tenía que trabajar constantemente, además de entrenar doblemente para satisfacer a su padre en todos los trabajos que le encomendaba, sabiendo que ahora haría lo que fuera con tal de proteger a sus hermanos del mismo destino que el amante de su madre había acontecido.
Pero había otra cosa por la cuál entrenaba de aquella manera, y seguia haciendo de su pequeña cartera de negocios a escondidas del mismo.
Quería mantenerlo en secreto y trabajar en las sombras... Para hacerse más fuerte y poder sobrepasarlo en cuánto su padre se diera la espalda y no desconfiara de su hijo.
-¡Si pero resulta que no estás pudiendo cumplir con tus promesas!- Se burla cruzándose de piernas.
Elian suspira sentándose frente a él.
-¡Lo lamento, me haré un tiempo para ustedes!- Bufa pasando ambas manos por su cabello.
Malcolm relame sus labios y lo mira fijamente a los ojos.
-Te necesitamos en casa, mamá parece estar completamente angustiada mientras que Samantha está en el maldito colegio de cárcel a la que la mandan.- Suspira haciendo un puchero.
Para luego bajar la mirada y jugar con sus manos.
Aquella acción no hace más que darle pena al castaño porque sabe que en realidad su hermano menor le está pasando mal con toda la situación que ocurre en su hogar... Por eso mismo traga saliva y piensa las palabras que dirá antes de responder con algo que lo pueda lastimar.
-Creeme que en casa no me necesitan... Y están mejor sin mí.- Traga saliva sintiendo dolor al tener que admitir eso.
Malcolm arruga su entrecejo y luego suelta una carcajada. -¿Qué es lo que pasó para que te fueras así?- Muerde su labio inferior bajando la mirada.
Elian niega.
-No es algo que te quiera contar ahora... Estoy trabajando en eso y necesito hacerlo para llegar al objetivo final y poder protegerlos.- Traga saliva juntando ambas manos entre sí.
Su hermano menor asiente, -Entiendo que tengas tus motivos para ocultar qué es lo que sucede, al igual que mamá no me mira a los ojos porque supongo que te ve en ellos... Y seguramente estés dispuesto a contarme lo más adelante, pero necesito a mi hermano...- Susurra sintiendo un escalofríos por su cuerpo.
-Lamentó que tengas que pasar por esto, pero te hice una promesa y voy a volver por ustedes dos.- Suspira pasando ambas manos por su cabello.
Se lo nota tenso y claramente frustrado, ni siquiera era mayor de edad y estaba aprendiendo a los golpes a subsistir en las calles y a tener un arma siempre en su espalda.
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OLIVIA
Teen Fiction-¿Un acuerdo?- Suelta. El rubio que tiene delante de él se ríe mientras acaricia la comisura de sus labios con ironía. -¡Eso mismo es lo que te estoy proponiendo!- Sonríe con malicia. -¡¡Nosotros no hacemos acuerdos, Elián!!, ¡¡Nosotros somos compet...