—La verdad que ya estoy cansada de tus estupideces Elian... Así que te voy a agradecer que me dejes tranquila un rato.— Aprieta sus labios mirándolo fijamente.
Había logrado por unos instantes poder separarse de él de manera inmediata entre beso y beso fugaz.
Él sonríe divertido.
—Creo que no estás entendiendo, Barbie.— Se coloca delante de ella irrupiéndole el paso.
Olivia mueve su cabeza a un costado y lo mira aburrida. —¿Que?— Suspira.
Era inevitable no quedarse mirando sus labios.
Él sabía perfectamente lo que hacía con ellos y era una delicia absoluta.
—No te vas a ir, y yo no me voy a ir.— Susurra acercándose a su cuello, para darle una lamida al mismo.
Olivia traga saliva en seco al sentir su lengua fría sobre su cuerpo.
Elian la observa divertido sabiendo que está generando en ella lo que desea ahora mismo y lo que él no puede dejar de pensar.
Por su parte, la rubia vuelve a tragar saliva alzando su barbilla...
Ya no había vuelta atrás, aquel rose de su dedo contra su piel le había recordado lo bien que él la había poseído días atrás, es por eso que su boca, y algo más, se hacían agua inmediatamente.
—¿Ansiosa?— Murmura ronco.
Olivia aprieta sus labios y mueve su cabeza a un costado fingiendo que ese soplido de aire caliente en su cuello no le generó absolutamente nada, pero no era asi...
Por eso mismo aprieta sus puños suspirando con calma para no parecer desesperada.
—¿Para que te vayas? Seguro.— Sonríe burlona mirándolo divertida.
Elian se pega inmediatamente hacia ella, comenzando a hacer movimientos placenteros con su pelvis, mientras que la rubia traga saliva cuándo siente su mano en su cintura y su bulto en su entrepierna.
—Se que lo deseas tanto cómo yo, Barbie... No te niegues a lo que querés...— Jadea contra su piel.
Y le sonríe en su cuello sin dejar de moverse de esa manera lenta y sensual.
Quería que todas las sensaciones que pudiera llegar a sentir Olivia ahora mismo fueran las más intensas de su vida.
Necesitaba, de alguna forma, que ella lo deseara, quería que de verdad tuviera que reconocer a los gritos que aquello era lo más maravilloso que le había pasado en toda su existencia.
Olivia,poco a poco, comienza a sentir la erección de su pene y eso claramente es prácticamente que la gloria para ella misma, ya estaba decidida por completo a dejarlo todo por el momento de placer, le estaba dando dentro de su cabeza el poder que Elian necesita, ya que irónicamente tenía razón al decirle que ella lo necesitaba, aunque no fuera algo que admitiera ahora mismo.
—¿Lo ves?— Todo en vos me desea.— Vuelve a susurrar.
Olivia lleva su cabeza hacia atrás dejándole acceso para que su boca se acerque a su cuello y como si se lo hubiese ordenado telepáticamente, el castaño comienza poco a poco a rozar con sus labios el lóbulo de sus orejas.
A los pocos segundos, él se encuentra besando su cuello con precisión, mordiendo sus orejas, mientras que con sus manos explora poco a poco sus caderas, su abdomen, sus nalgas, e incluso, se aventuraba a rozar con mucha elegancia su entrepierna mientras que continua con sus movimientos sensuales hacia ella.
Olivia suelta un pequeño jadeo, que no puede contener y sale expulsado por sus labios de manera inmediata.
Había perdido por completo la cabeza y ni siquiera se estaba dando cuenta de que todavía seguían con la presencia de Iván en la mansión, y que ellos tan sólo estaban en el living comedor rodeados de cámaras de seguridad.
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OLIVIA
Teen Fiction-¿Un acuerdo?- Suelta. El rubio que tiene delante de él se ríe mientras acaricia la comisura de sus labios con ironía. -¡Eso mismo es lo que te estoy proponiendo!- Sonríe con malicia. -¡¡Nosotros no hacemos acuerdos, Elián!!, ¡¡Nosotros somos compet...