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—¿Pett?— Frunce sus labios cuándo su hermano se quedó dormido en la reposera.

Se reincorpora e intenta levantarlo para poder llevarlo a su habitación, no obstante, ella sola no lo puede sostener, por lo que desiste suspirando y mordiendo su labio inferior.

—Genial.— Murmura estirando su cuerpo.

Se había quedado dormida en una posición verdaderamente incómoda, pero no había querido molestar al rubio, siendo que probablemente no había descansado durante toda la tarde.

Se levanta para ir en busca de Emmett.

Olivia es de esas personas que intentan no involucrar al personal en temas familiares, y que los custodios de la casa vean al hermano mayor dormido por borracho no es la mejor de las imagenes, por lo que por más que éste en dichas condiciones no lo puede dejar en el patio.

Menos con los climas cambiantes qué hay en la ciudad, siento que en cualquier momento se puede largar a llover.

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—¡No te metas con Olivia!— Da el primer golpe en la mandíbula del castaño, quién rápidamente se la devuelve con una irónica sonrisa.

Había necesitado golpear a alguien durante toda la mañana, y ahora mismo que el menor de los hermanos Chevron había dado el primer golpe, no se restringiría a continuar.

—¡Ni se te ocurra tocarla!— Amenaza golpeando su estómago.

—Ya es tarde para eso...— Miente burlándose para que el rubio vaya de nuevo contra él.

Lo esquiva rápidamente y golpea su espalda luego de darle un golpe seco en su labio.

Emmett no se deja intimidar y lo arrincona contra la pared dejando tres golpes en su quijada cegandose por completó por la ira.

Elián se ríe con un poco de dificultad y lo toma del cuello impidiendole que se mueva para golpear sus costillas con fuerza.

Le gusta que le esté dando pelea, y que no se deje intimidar por sus golpes.

Emmett es el más grandote de los hermanos Chevron, sabe que con Peter la pelea sería más fácil de ganar, pero el rubio tiene mucha estabilidad y sus golpes son certeros.

—¡Emmett necesi...!— Olivia ingresa a la oficina sin siquiera golpear la puerta para anunciar su llegada.

No contaba con que Elián todavía estaba en la casa, por lo que aprieta sus labios y guarda silencio cuándo ve la escena qué ambos están montando.

El menor se suelta del agarre de Elian y los mira a la dos con una mueca de dolor en su rostro, luego, centra su atención en su hermana.

Siendo que la misma había interrumpido dicha pelea, y no estaba en sus planes que ella se enterara de lo que estaba sucediendo allí adentro.

—¡Fuera!— El castaño es quien da la órden, cómo si de su casa se tratara.

La rubia se encamina hacía su hermano y se pone frente a él.

Emmett la empuja con delicadeza hacía atrás, entre cerrando sus ojos levemente al poder darse una idea de cómo es que su hermana se acaba de tomar, lo qué Elián le ordenó, siendo qué lo peor que pudo haber hecho es darle una orden a la rubia en su propia casa...

—¡¿Acabas de darme una órden en mí casa?!— Arquea sus cejas intentando pasar hacía adelante.

Su hermano menor se lo impide con una sola mano.

OLIVIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora