Olivia infla su pecho, mordiendo su labio inferior, estaba demasiado tentada con la idea de volver a tomar una fotografía de ellos dos, incluso de hacer un video. No obstante, franco la estaba vigilando, y como si eso fuera poco sus hermanos estaban de camino y no demorarían mucho en llegar.
Es por eso mismo que quería poder despedirse de Elian, y que no se despertara con la noticia de que ella había salido de la propiedad, primero, sin avisarle y segundo con sus hermanos.
—¡Buenos días a los tórtolos!— Sisea divertida.
Mirando sus uñas y con una sonrisa maldiciosa de costado, espera que su grito y sus palmadas al tono hagan efecto en ambos.
—¡Vamos, que estoy segura que ya durmieron lo suficiente!— Bromea, aguantando la carcajada.
Elian es el primero en despertar, y lo hace pura y exclusivamente porque escucha la voz de su esposa, encontrándose ansioso por verla, no tenía ni la menor idea de qué es prácticamente tarde para el hecho de lo que suele tener en consideración para despertarse.
Es por eso mismo que carraspea, y hace un movimiento con sus cejas al descubrir que es mucho más tarde de lo que imagino y el sol entra por la casa de manera completamente descolocada, usualmente tan solo habría algo de nubes tapando el sol, y nada más. Es por eso mismo que se es cuenta que es demasiado más tarde de lo cotidiano y eso ya lo obliga a poner su entrecejo fruncido.
—¿Olivia?— Murmura ronco.
Ella sonríe moviendo su cabeza a un costado.
—¡El jefe de la casa, el primero en despertar!— Hace un puchero parpadeando.
Elian traga saliva, tenía horror a que Olivia estuviera nuevamente tratándolo cómo siempre, y que todo lo que había ocurrido ayer entre los dos hubiera sido nada más y nada menos que un espejismo.
Es por eso que aprieta sus labios y observa a Iván, aún dormir a su lado, de brazos cruzados.
—¿Que decís?— Sonríe relamiendo sus labios. —¿Dejamos a tu mascota dormir un poco más? ¡¿No sé ve adorable?!— Sonríe emocionada.
—¿Iván? ¿Te parece adorable?— Sisea apretando sus labios.
Los celos, siempre salían a flote con Elian Fitzcher, y Olivia estaba encantada de probar cuán lejos podía llegar, de igual manera que confiaba ciegamente en Iván cómo para pensar algo así.
—Si.— Murmura mirando a su amigo, para luego observar su reacción.
—¡Iván no es adorable!— Escupe con recelo.
Olivia suelta una carcajada. —¡Si vos decís!— Alza sus manos dejándolo a su criterio.
—¿Dormiste bien?— Cuestiona apretando sus labios. —No parecias muy cómodo.— Frunce sus labios haciendo una mueca.
Elian, poco a poco comienza a tener uso de razón, y a pesar de encontrarse completamente dormido, reacciona en que se habían quedado, justamente, dormidos viendo la película favorita de los dos, sin ha lar absolutamente nada, tan sólo haciéndose compañía.
—¿Estás enojada?— Es lo primero que cuestiona.
Ella suelta una carcajada. —¿Por qué lo estaría?— Arquea sus cejas.
Elian, se levanta parpadeando y pasando una mano por su cabello. —No lo sé... Creí... Olvidalo.— Suspira caminando hacia su habitación, claramente moría de ganas de besarla, pero una persona tan pulcra como Elian no lo haría sin lavarse los dientes.
No al menos hasta que estuvieran completamente conviviendo, durmiendo en la misma cama y las cosas fueran iguales a sus sueños húmedos con su esposa.
—¡¿Estás bipolar o algo?!— Cuestiona alzando sus manos.
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OLIVIA
Teen Fiction-¿Un acuerdo?- Suelta. El rubio que tiene delante de él se ríe mientras acaricia la comisura de sus labios con ironía. -¡Eso mismo es lo que te estoy proponiendo!- Sonríe con malicia. -¡¡Nosotros no hacemos acuerdos, Elián!!, ¡¡Nosotros somos compet...