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—Imagino que es bastante fácil para vos deducir que no quiero darte un paseo en mí fabuloso auto solamente...— Aprieta su mandíbula al terminar de hablar. —Al contrario no me gusta para nada andar jugando a la niñera...— Mantiene su mirada fija al volante.

Una de sus manos en él y la otra en la palanca de cambios.

Su tono de voz es duro, el mismo de siempre...

—Ya era hora que dijeras la verdad.— Se queja cruzándose de brazos sobre su pecho.

—Estas acá porque quiero una respuesta...— Sonríe.

—Ya sabes a la perfección cuál es nuestra respuesta.— Se mantiene firme.

—Quedan sólo dos entregas, después de eso se cierra automáticamente el contrato y no voy a tener piedad ni compasión, lo que paso hoy fue una prueba de eso.— Demanda.

Ella aprieta sus labios y lo mira algo irritada. —Predecible.— Murmura.

—Todo lo malo que alguna vez hayas escuchado de mí deberías de multiplicarlo, porque todo eso es cierto, y puedo ser aún peor...— Promete.

Olivia se mantiene serena.

No queriendo perder el eje, porque cuándo uno lo pierde cómo con personas cómo Elian las cosas se complican.

—La respuesta es la misma de siempre, no.— Sonríe centrando su mirada en la de él.

—Deberías de evaluarlo mejor, muñeca.— Propone perspicaz.

—Mi familia ya no va a tener tratos con la tuya, me da igual lo que pienses... Y tus amenazas no van a funcionar conmigo... Pensé que eso te había quedado claro...— Acomoda su cabello mirando hacia la calle.

—Te repito que te conviene re pensarlo.— Sonríe cínico.

La rubia no hace más que apretar sus labios e intentar mantener la calma. —Te hubieras ahorrado todo este numerito de hacerme subir obligada a tu auto y de aparecer cómo el héroe en el descampado...— Rueda los ojos poniéndolo aún más divertido al castaño.

—Voy a disfrutar mucho lo que va a pasar a continuación entonces...— Aprieta con más fuerza el agarre del volante y sonríe de costado...

No está para nada contento de que las cosas no están saliendo cómo él lo había pactado, pero se dio cuenta de que está hablando con la misma gente que habla su mismo idioma, por lo que no va a ser tan fácil que ellos se dobleguen ante él.

Y  lo que no sabe la familia Chevron es que el castaño no tiene ningún problema jugar sucio.

—No vas a poder tocarnos, no sos el único con poder en este país.— Sielta.

Elian se ríe, mientras que alza una ceja y la mira.

Ella siente algo de temor al verlo de aquella manera tan esquizofrénica, pero rápidamente le desvía la mirada.

—Tengo poder y contactos en todos lados, y al primero que quiero ver muerto es a Peter, claro que tengo mis razones...— Chasquea la lengua fingiendo estar pensativo. —Pero eso vos ya lo sabes y no te lo tengo que contar...— Se burla fingiendo que no le va a contar las razones por las que quiere a su hermano mayor muerto...

—¡¡Sos un imbécil!!— Brama apretando con fuerza sus pequeñas manos.

Era la segunda vez en el día que amenazaba a su familia.

—Un imbécil que te salvó.— Parpadea disfrutando de recordarle aquello.

—Yo podía resolver todo, no tenías porque meterte.— Muerde su labio inferior y suspira llevando una mano a su frente, para quitar los cabellos molestando allí.

OLIVIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora