148

24 7 0
                                    

—¡¿Pero qué estás haciendo acá?!— Olivia se coloca rápidamente la camiseta, mientras que se intenta poner de espaldas para no mostrar su busto hacia Iván.

Pero demora un poco más en encontrar sus jeans.

—¡Me estoy cambiando!— Agrega.

Elían los había dejado desparramados en la parte trasera del jet, antes de comenzar a tener sexo desenfrenado con su mujer, teniendo en cuenta que no había podido tener mucha privacidad en Nueva York.

Y no le había parecido nada una mala idea repetir lo del viaje de ida.

—¡Me da igual verte desnuda, Barbie, no es algo qué no haya visto antes en otras personas, tus pantalones están aca!— Sisea pasando una mano por su cabello.

Al mismo tiempo que le entrega sus pantalones, ella los toma de mala manera sin siquiera darse cuenta de que su hermano mayor se encuentra del otro lado escuchando la conversación que ambos están teniendo, al haber sido alertado por el grito de su hermana.

Considerando que, Elián, se estaba encargando del reciente aterrizaje, se les había ido un poco la hora, se habían quedado dormidos luego de tener sexo, por eso mismo es que Iván encontraba a la rubia prácticamente desnuda.

—¡Tarado!— Lo mira cínica.

Ivan le guiña un ojo, tomando asiento, al mismo tiempo que pasa ambas manos por su cabello.

Olivia se cambia rapidame, buscando, ahora, sus zapatillas.

—¡La tarada sos vos, que tiene sexo con Elían, en un maldito avión, sin tener memoria de que estás jodidamente embarazada y deberías de tener un poco de cuidado en tus movimientos, y no me vengas con qué mi amigo es relajado a la hora de tener sexo, porque lo conozco perfectamente.— Coloca sus ojos en blanco.

Peter parpadea, no creía haber escuchado bien

—¡Ivan!— Lo regaña. —¡Baja la voz!— Maldice.

Él solo sonríe. —¡No hay nadie, todos bajaron, Elían me pidió que me quedé a ayudarte a juntar tus cosas, y ya qué me di cuenta lo que estaban haciendo te vengo a recordar tus prioridades!— Admite relajado.

—¿Prioridades?— Se burla.

Iván la observa de la misma manera mientras que arquea una de sus cejas.

—Si, no sé cómo lo vas a hacer pero Sebastián te está esperando apenas puedas ir a la clínica, yo puedo decir que te voy a llevar a ver unas armas, pero tenés que sacarte de encima a tus hermanos.— Murmura.

Olivia traga saliva.

Si bien, tenía en cuenta que tenía que ir a la clínica en cuánto pudiera, no esperaba que fuera relativamente al bajar del avión.

—Ivan...— Comienza.

Él sólo la mira perspicaz. —Nada, Olivia... Estás haciendo todo mal, te lo dije en nueva York, llevas a mi sobrino ahi adentro, no voy a dejar qué lo lastimes por coger con el calienta bragas de mi mejor amigo.— Escupe.

Ella bufa. —¿Estás enojado por eso? Creo qué al qué le falta sexo es a vos, al menos para cambiar tu humor.— Se ríe.

Incrédula de que se esté comportando de esa manera, no estaba segura de lo que estaba pasando por su cabeza ni por qué estaba reaccionando de ese modo, tan solo por haber tenido unos cuantos minutos de sexo, que para ella estaba más que bien cuidado.

—¡¿No es obvio?!— Escupe. —¡Estamos en el medio de una maldita Guerra y me prometiste que ibas a decirle la verdad, no qué te ibas a revolcar con él fingiendo qué no estás ocultando una gran verdad!— Bufa.

OLIVIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora