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-¿Un viaje?- Iván lo frena arqueando sus cejas.

Elían sonríe de costado.

No había sido suficiente ayudar a su esposa a armar sus valijas mientras que todo su cuerpo estaba deseoso por estar tocando cada pedazo de su piel.

Olivia, sabe perfectamente eso, y por eso mismo pasa por detrás de su mejor amigo guiñándole un ojo al mismo tiempo que sus hermanos la están ayudando a incorporar las maletas de los demás en la camioneta en la que van a viajar hacia el aeropuerto.

-Necesitamos un respiro, y probablemente la idea de Olivia de hacer algo normal no está muy lejos de lo que de verdad necesitamos.- Murmura.

Subiendo sus hombros y haciendo una pequeña muerta con sus labios.

Iván, pasa una mano por su cabello cerrando sus ojos por unos instantes, no queriendo parecer completamente un anticuado, ni menos que menos alguien que quiera pinchar el globo. No obstante, le hubiera gustado poder enterarse por parte de su mejor amigo que este pequeño viaje relámpago que estaban planeando para pasar la Navidad, en vaya uno a saber donde, debido a que Elían no le había dicho absolutamente nada de a dónde se dirigían, por más que él había estado indagando en el tema desde que se había enterado.

-¿Y Por qué planeaste todo esto con ellos y no recurriste a mí que soy la persona que se encarga de proveer a las personas que se ocupan de tu seguridad?- Se queja.

Alzando sus manos.

Y confiando ciegamente en que Franco se va a ocupar de armar su maleta de la forma correcta con todo lo necesario para utilizar en el viaje, y en caso contrario podría recurrir a comprar lo que sea que hiciera falta en el destino al cual se dirigían.

Le parecía mucho más importante poder entablar esta conversación para con su mejor amigo teniendo en cuenta que tenían al menos unos instantes a solas.

-Porque probablemente antes de ser la persona que se ocupa de brindarme las herramientas de seguridad, sos mi mejor amigo y la persona que elegí para que sea mi hermano, y todavía no estás recuperado al cien por ciento, tan solo es un simple viaje, están tomados todos los recaudos habidos y por haber y no hay nada de lo que tengas que preocuparte.- Explica suspirando.

Iván, relame sus labios al mismo tiempo que bufa y le hace una mueca de burla a la rubia tan solo cuando la ve pasar a su lado, simplemente para descontracturar un poco la tensión del ambiente.

-¡Carajos!- Se queja.

Elían palmea su espalda apretando sus labios.

-Todos estamos preocupados a esta altura del partido, y tengo más de dos coartadas dentro del país para asegurarle a la gente de Malcolm que todavía estamos acá.- Agrega subiendo sus hombros.

Iván suelta una pequeña carcajada.

-¡Estás demasiado tranquilo para toda esta mierda!- Lo mira sorprendido.

Elían traga saliva. -Olivia necesita esto, y me dejó más que claro que vos también lo necesitas y probablemente fui un imbécil al no darme cuenta que ponerte kinesiología al límite y una persona que se estuviera haciendo cargo de vos no sería suficiente como para que tu cabeza dejara de pensar en los sucesos ocurridos.- Suspira.

Siendo completamente honesto porque eso se lo tenía que agradecer a su esposa, debido a que gracias a toda la conversación que habían estado teniendo luego del almuerzo, que ella misma había planeado, se había dado cuenta qué no dejaban de ser personas.

Qué en ningún momento dejaban de ser seres humanos que necesitaban, al menos por un instante, fingir que los problemas no los estaban persiguiendo todo momento.

OLIVIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora