OLIVIA

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Él se acerca a ellos de manera muy elegante, mientras se acomoda su saco cerrando el boton del mismo.

Tiene su mirada clavada en la rubia de forma amenazante.

Todos a su alrededor, incluso, los empleados de los hermanos Chevron, lo miran con total pánico y hasta se podría decir que algo de admiración.

En este rubro el castaño es una leyenda, prácticamente, y todos allí lo saben.

—¡Que imbécil!— Murmura.

Olivia pone en práctica todos los ejercicios qué práctico con su psicólogo, vía online, para poder evitar entrar en crisis o sentirse intimidada al tener a Elián frente a ella mirándola de aquella manera.

Incluso, se anima a mirarlo de manera burlona, para ver si eso lo molesta un poco.

—¿Llego a tiempo para ver el nuevo protocolo?— Ladea una sonrisa de costado.

Usualmente, siempre se muestra muy serio y hosco con todos a su alrededor, pero le divierte fastidiar a sus nuevos socios.

—Como ves, si.— Anuncia Peter.

—Creo que me llegó tarde la invitación, pero no se preocupen que encontré rápidamente la ubicación.— Acota.

Olivia rueda los ojos y eso le causa mucha gracia a Fitzcher, ya que esperaba que ella volviera a entrar en pánico delante de él, cómo había sucedido cuándo estuvo en su casa.

Se siente sorprendido por la actitud que está tomando, realmente, pero no lo muestra para el exterior.

Sólo se sigue manteniendo serio y tosco.

—Estamos por entrar...— Quién responde es Peter, nuevamente.

Aúnque en ningún momento tiene la atención del castaño, él sólo sigue mirando de arriba abajo a Olivia.

—Excelente.— Responde burlón.

—Bienvenido a nuestra fábrica, demás está aclarar que las reglas las ponemos nosotros, así que espero que te sepas comportar.— Sisea irónico.

Pero eso causa gracia en Elían, quién rueda los ojos y clava su mirada, una vez más, en Olivia para ver si ella había hecho alguna mueca en base a lo que su hermano había dicho.

—Claro socio.— Murmura.

—Y que no te comportes cómo soles hacerlo, porque no sos el dueño del mundo, somos dos familias las dueñas.— Le guiña un ojo.

Olivia suelta una risa encantada con las palabras de su hermano.

—Hoy más que nunca te pareces a Barbie.— Bromea y la mira sonriendo de costado para luego mirar a su hermano y hacerle un asentimiento con la cabeza para que vayan ingresando.

—Lastima que vos nunca vas a ser Ken.— Pestañea inflando su pecho.

—Vamos a ver qué tan eficiente es su nuevo juguete.— Sisea.

Olivia toma la delantera intentando tener lo más lejos posible al castaño.

—Es sólo un prototipo, Fitzcher, lo más probable es que hoy tengamos que hacerle algunos arreglos.— Peter sisea, avanzando a su lado seguido de todos los guardias.

—A eso vengo.— Acomoda su reloj.

—Seguramente puedas aprender un poco del oficio, ya que según entiendo es algo que te cuesta mucho comprender.— Comenta burlón.

—¡Por eso vine! Tengo muchas ideas para dar. ¡Dudo que la Barbie sepa lo que se necesita verdaderamente en un arma!— Se carajea.

Y a diferencia de lo que esperaba qué Peter le respondiera él, solamente suelta una carcajada y lo mira con burla llamando extremadamente la atención del castaño.