Elian camina de lado a lado como león enjaulado.
Ivan lo observa cruzado de brazos. —¿Sabes lo que te voy a decir, verdad?— Se queja.
—¡No es el momento!— Elian asiente.
Su mejor amigo sonríe cínico. —¡Es el mejor momento, porque sino paras ahora mismo, no vas a poder llegar al almuerzo con la Barbie!— Le recalca.
Intentando, encontrar la única manera de poder calmar Elián, siendo nada más y nada menos, que mencionarle a su mujer.
Si bien, sabía perfectamente que era un golpe bajo, se veía obligado a hacer uso del mismo, gracias a que el castaño no dejaban de preocuparse y de seguir cualquier rasgo de pista de su hermano menor.
Malcolm había sido observado por la zona levemente a cercana a donde ellos se encontraban ahora mismo, y es justamente por eso que no deja de avanzar por toda su oficina como un condenado, no pudiendo crear cómo se le escapó de las manos el hecho de que Malcolm pudiera estar tramando algo, o que peor aún, pudiera haber descubierto su locación, no importandole, realmente, que descubriera donde vivía, si no, que lo que verdaderamente le importaba era que Olivia podía llegar a estar en riesgo.
Siendo algo que no se iba a permitir de ninguna manera, muy atrás había quedado la relajada mañana que había tenido, incluso la divertida conversación para con su mejor amigo cuando la rubia los sorprendió con el desayuno.
Parecía ser que era algo completamente distinto que un día para el otro, no obstante, él ya se daba cuenta perfectamente del enorme esfuerzo que estaba haciendo Olivia para poder dejar que las cosas funcionaran, y para poder ir liberándose un poco ante todo ese miedo que ella podía llegar a tener respecto a la relación de los dos, y ese pequeño gesto de hacer el desayuno, de esperarlo y explicarle que se iría con sus hermanos, había sido más que suficiente para que el castaño se diera cuenta que podía seguir insistiendo y luchando en aquello.
Qué, de alguna forma, lo iba a poder lograr, le llevara el tiempo que le llegará, pero que Olivia estaría junto a él tan solo porque ella lo deseara y no porque se sintiera obligada por dicho contrato y matrimonio arreglado.
—¡Ese imbécil me está tocando mis narices y no me podés pedir que me calme!— Suelta con un pequeño gruñido de por medio.
Iván, suspira pasando una mano por la comisura de sus labios y al mismo tiempo negando con la cabeza.
—Es imposible que alguien te pueda hacer entrar una sola idea, cuándo tenés algo metido en la cabeza, y te estoy diciendo en serio, qué no tengo problemas en levantar el teléfono y llamar a la Barbie narco, vos la cuidas a ella y yo te cuido a vos.— Demanda.
Sabe, perfectamente que se está ganando más de una mirada y comentario de odio por parte del castaño, no obstante, necesita poder ayudarlo, necesita que el comprenda la gravedad de la situación y que también al mismo tiempo pueda darse cuenta de que le está pasando verdaderamente algo increíble en su vida amorosa de lo cual no había estado pactado que sucediera nunca, y medida que se fue dando ni siquiera lo había estado disfrutando.
Y ahora que tenía la posibilidad, su mejor amigo no le iba a permitir que la anduviera aprovechara por completo, teniendo el claro conocimiento, de lo que significaba estar enamorado y ser correspondido.
Elian, agotado sube sus manos mientras que lo observa quedándose quieto en un solo lugar.
—¿De verdad crees que llamar a Olivia arreglará algo?— Bufa frustrado.
Iván estaba jugando con fuego, y lo peor de todo para el castaño es que estaba funcionando, y por eso mismo, quería evitar por sobremanera que aquello que dará físicamente demostrado.
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OLIVIA
Teen Fiction-¿Un acuerdo?- Suelta. El rubio que tiene delante de él se ríe mientras acaricia la comisura de sus labios con ironía. -¡Eso mismo es lo que te estoy proponiendo!- Sonríe con malicia. -¡¡Nosotros no hacemos acuerdos, Elián!!, ¡¡Nosotros somos compet...