El fin de la historia y un último secreto {Terminada}

Noche con amigos

Narra: Sabrina.

Todos nos encontrábamos celebrando la noticia. Los chicos están un poco ebrios pero aún tenían conciencia de lo que decían, Yisel se encontraba en los brazos de su esposo. Erick era el más ebrio mientras que yo me encontraba alado de mi ahora prometido.

Debo decir que esa propuesta no me lo esperaba para nada, pero me hizo realmente feliz. Me hace tan feliz la idea de formar una familia alado del hombre que amo.

-¿Y ya tienen una fecha estimada?-pregunté con emoción Yisel.

-Creo que seis meses bastaran para tener todo organizado. ¿Tu que opinas?-yo lo observo a sus preciosos ojos azules.

- Lo que tu digas está bien-yo le doy un pequeño beso en los labios y luego sólo le doy una sonrisa.

Todos quedamos paralizados al ver a Erick llorando, no comprendiamos su llanto.

-Hey. ¿Te encuentras bien?-le pregunto con preocupación.

-Si lo estoy. Es sólo que me emociona tanto la idea de esta boda-nos confiesa.

Yo le doy una tierna sonrisa.

-¿Saben cuanto sexo voy a tener?- mi sonrisa se elimina deimediato.

Marco sólo le saca su dedo corazón mientras que le da un sorbo a su cerveza.

-No, a lo serio. Me alegro mucho por ustedes dos, se que serán un buen matrimonio-nos dice con una dulce sonrisa.

-Si mi corazón ya se casó con migo. Marco se casará, solo faltas tu-le dice la castaña al moreno.

-Ni siquiera lo pienses. Yo nunca me casare, jamás me atare a una mujer.

- Se debe ser maduro para tener una relación estable-le explica Marco.

-No se si lo abran notado. Pero no soy nada maduro-nos dice lo obvio el moreno.

-¿Y hasta hora no los dice?-todos reímos.

-¿Saben?. Debemos celebrar el hecho de que Marco y Sabrina se casarán. ¿Y qué mejor para celebrar que el champán?-propone Ricky entusiasmado.

-Me parece una magnífica idea, Sabrina. ¿Me acompañas?-me pide está.

Yo sólo asiento levantándome del piso de la habitación de Erick. Las dos salimos de su habitación y caminamos hasta la cocina para ahí encontrar una botella de champán. La castaña toma la botella y abre está con un sable.

-Pasame las copas por favor.

Yo me doy la vuelta y me topó con las copas, así se sólo tomó cinco copas y se las paso a Yisel. Esta sólo la empiezan a llenar con champán.

-¿Emocionada?-me dice sonriente.

-Mucho-le digo más que feliz y emocionada.

-¿Vez?. Yo te lo dije, si hubieses presionado a Marco quizás nunca te hubiese pedido matrimonio.

Lo que decía Yisel tenía tanta razón. Marco es un buen chico, aunque sea muy egocéntrico y engreído. Algo cruel cuando se trata de sentimientos, pero el se ha esforzado y me a demostrado que me ama con todas sus fuerzas. El no es la clase de chico empalagoso y super romántico, pero por mi intenta ser romántico. Pero si le hubiese dicho que me quería casar ya, solo hubiese arruinado nuestra relación ya que el no es la clase de hombres que hace caso lo que le digas. El chico aún es rebelde.

-Te puedo asegurar que si le hubiese dicho lo que quería. Sólo lo hubieses presionado y ya sabes como es Marco, es algo extraño y muy difícil de entender su forma de pensar.

-Ya ni me lo recuerdes. Se perfectamente como es. Y si, esperar ah que el estuviera preparado si que valió la pena-le digo sonriente.

-Yo te lo dije. Siempre es mejor permitir que todo fluya.

Entre las dos tomamos las copas con champán ya en ellas. Yo le doy su copa a Marco y me quedo con sólo la mis, Yisel le extiende la copa a su esposo y este sólo la toma con una sonrisa. La castaña le da su copa a Erick quedándose con sólo su copa.

-Brindemos por que todo salga bien y que jamás se separen, que sean felices y que ese amor tan bonito que tienen ustedes dis cresca cada vez más y más-dice Ricky sonriente.

-Salud-decimos todos al mismo tiempo.

Para así tomar de la copa que contiene champán.

-Si. Y que no se pierda el sexo entre ustedes dos-las palabras de Erick casi me atragantan.

-No digas eso ni en broma-le dice mi prometido mirándome con una sonrisa más que pícara.

Y él nunca cambió, Marco no siente vergüenza de decir lo que piensa en cualquier lugar, mientras que yo me moria de la vergüenza al escuchar tal palabra de mi novio.

Y así fue como pasamos la noche. Erick terminó por explotar sin querer su colchón de agua, pero eso no nos detuvo para seguir disfrutando de la noche. Comimos frituras y bebimos demasiado, bailamos y jugamos juegos. Amaba tanto estos momentos tan hermosos que quedarán por siempre impregnados en mi memoria.