Pero que conveniente

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Narra: Marco.

Eran ventas posibilidades. Me encontraba en un laberinto sin salida, y sólo busco con desesperación atajos que me lleve ah algo. Siempre tuve el control de casi todo, pero esto.

Esto si que ha pasado los límites de mi salud mental. Me encuentro con las manos atadas, no confío en ella. Pero por más que lo pensaba, más allaba parecido con esos dos niños.

-¡Marco!- la rubio me saca de mis pensamientos.

Se suponía que hoy ayudaría a Sabrina ha elegir las invitaciones de la boda. Pero me siento tan inútil, tan cumple por no poderme concentrar tengo como quisiera.

-¿Cuál prefieres?-ella me da dos opciones.

-Esta-le indicó con la mano derecha.

- Me encanta-ella se acerca a mi y besa mis labios con entusiasmo.

Quiso levantarse, pero yo se lo impido tomandola de la muñeca.

-Estaba pensado.

Ni siquiera sabía si está era una buena idea. Pero debía hacerlo, debía arriesgarme.

Ella me mira con suma atención. Su mirada me consumió, y eso sólo volvió más difícil la situación.

-Y creo que lo mejor sería una boda por afuera-le ofrezco.

-¿Por afuera?-ella me mira con confusión.

-¿Por afuera?-Por un segundo. Olvide que Yisel estaba aquí.

- Si. Ósea, en otra parte. Tu sólo elige el país.

- Por la boda ya es en tres días-me recuerda.

-Lo se. Pero creo que es más conveniente hacer una boda en otro país, ya que así todo será más tranquilo y no nos molestará la prensa-necesitaba que accediera a esta propuesta.

No se trata de huir. Sólo que necesito pensar con más claridad todo lo que está ocurriendo, y para pensar. Necesito estar tranquilo, y sólo estaré tranquilo.

Si Melisa se mantiene lo más aleda posible de Sabrina.

- Si accedemos hacer eso. Tendría que organizar desde un inicio, todos los preparativos de la boda-me sentía tan horrible.

Estaba conciente del enorme esfuerzo que ha puesto en todos los preparativos de la boda. Ha perfeccionado, hasta lo que no se debe perfeccionar.

-Además. Tendría que arreglar de nuevo las invitaciónes, amor. Si hacemos la boda en otro lugar, temo que debemos posponerla un poco más. Por lo menos, el tiempo suficiente para que yo pueda organizar todo desde un comienzo.

-Mi niñita.

Yo tomó su rostro con suavidad. Ella abre sus preciosos ojos celestes y me observa con atención.

-Creo que no has comprendido.

-Okay. Tienes razón, no lo comprendo.

-Lo que me refería con hacer la boda en otro lado. Es que nada más fuéramos tu y yo-le digo con una enorme sonrisa.

Crei que me diría algo. Pero no fue asi, ella sólo se quedó callada. Como si estuviese en un gran estado de shock.

-Jajaja.. Lo entiendo. ¿Es una broma?. ¿No es así?-ella sólo besa una vez más mis labios.

Y aún dando grandes carcajadas. Toma la invitación para los invitados y se marcha a la cocina.

-Entiendo. Un nuevo método para alegarla de tu ex-odiaba que me conociera tan bien.

- No digas estupideces.

- No son estupideces. Pero eso tu lo sabes mejor que nadie.

Ella me observa enojada.

-¿Que fue lo que hiciste?.

-¿Por qué insinúas que hice algo?.

- Se trata de ganarle una discusión a Yisel. Ya rindite- me aconseja mi sub consciente.

-No he hecho nada malo. ¿De acuerdo?. ¿Acaso es un crimen querer disfrutar ese día sólo con la mujer que amo?.

No era nada sencillo. Pero mi vida en estos momentos, dependía de que la castaña me creyera.

- Pero que conveniente.

-¿Conveniente por que?.

- Por que antes de que esa bruja te pidiera hablar con tigo. Tus planes de hacer la boda aquí, seguía en pie.

-Creo que será más complicado convencerla.

Ni me lo digas.

Ella abre sus ojos. Y eso sólo provoca que sintiera temor, conocía perfectamente esa mirada. Y eso sólo significa que ha descifrado el enigma.

-¿La vista?-maldición. ¿Por qué debe de ser tan buena?.

Yo me levanto del mueble y sacudo mi rubio cabello un par de segundos.

- Ni siquiera intenta negarlo. Tu expresión me lo ha dicho todo.

- Ya rindamonos. Digamoles todo, por que si no lo hacemos. Ella lo descubrirá por si misma-me aconseja mi conciencia.

Si no lo recuerdas conciencia. Se trata de Yisel, una mujer inteligente y imponente. Esa que no le da la espalda ah las personas que ama. Y si se entera, se que se lo diga ah Sabrina.

-¡Ya habla!-ella golpea mi brazo.

-¿Que se supone que debo decirte?. Crei que tu lo sabías todo-sentia tanta rabia y impotencia.

Y no era por ella. Era algo más con la vida, con Melisa. Pero sobre todo, con migo mismo.

-¿Que?. Espera, Marco. ¿Hay algo que deba enterarme?.

-Los del banquete llamaron-Sabrina llega de la nada.

Interrumpiendo por completo nuestra conversación.

-Uff.. salvado por la campana.

Ni me lo digas. La conozco demasiado, y se que si no hubiese llegado la rubia. La castaña me hubiese sacado la verdad como de lugar.

-En si. Verdad verdad, aún no sabemos si todo esto es verdad. O es simplemente un sucio juego de Melisa.

Estoy tan confundido como tu conciencia. Ya no se ni que es real, ni que si lo es. Lo único que me quedan son posibilidades.

Y las posibilidades aquí son de cincuenta y cincuenta. Existe un cincuenta por ciento que sean mis hijos, y existe otro cincuenta por ciento que no lo sean y que todo esto sólo fuera una farsa que esa mujer se inventó. Para arruinar mi futuro con su hermana.

-Dijeron soy alguien llamo para cancelar.

-Que raro. No fuy yo.

-Bueno. Si no fuiste tu, y no fuy yo. ¿Entonces aquí?.

No era algo seguro de que fuera ella. Pero mi instinto me decía que su había sido ella.

-¿Ahora busca arruinar la boda?. Primero no nos quería, y ahora hace esto. ¿Que es lo que quiere?.

- La boda es el tres días. Y ahora no tenemos banquete, por que un maniático lo cancelo-su mirada me destruyó.

Odiaba verla triste.

- No estés triste nena. Yo tengo un buen amigo que es dueño del mejor banquete en Nueva York. Si quieres le puedo marcar.

-¿Arias eso por mi?-le pregunta la rubia con entuciasmo. Sus tiernos ojos se llenaron de una luz tan magica y inigualable.

- Por supuesto. Déjame y le marcó y te aviso.

El fin de la historia y un último secreto {Terminada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora