Narra: Sabrina.
-¡Ahhh!...-pronuncio enojada y con las manos temblorosa.
Mi corazón se encuentra acelerado, me encuentro tan enojada. Desde que llegó Melisa todo se a vuelto tan complicado.
¿Por qué tengo dolor?. ¿Por qué tengo sufrimiento?. Toda mi vida he vivido en las sombras, guardando un gran secreto que con ayuda del hombre que amo fue revelado. Pero ahora siento que todo se quiere arruinar, y ella es la culpable. No pido nada, sólo ser feliz con el.
Y en ese mismo instante unos pequeña toques en la puerta de mi oficina llaman mi atención.
- El señor Ellison te espera en su oficina-me indica Tania.
-¿No sabes para que?-pregunto curiosa y sin cabeza para lidiar con otra cosa.
-Creo que desea hablar con respecto a los planos de la mansión de la señora Ilsyn-yo suelto un gran suspiro.
-Inala y axsala. Inala y exsala-me dice sin parar mi sub consciente.
-¿Estas bien?-me pregunta mi amiga preocupada.
-Estoy de maravilla. No te preocupes-le miento.
Yo sólo salgo de la oficina y entro a la de mi jefe.
-¿Me necesitaba?-pregunto sonriente.
-Sabrina. Querida, eres una de muestras mejores arquitectas. Mi hijo Enrique llega hoy de Palermo, la señora Ilsyn desea que mi hijo diseñe su nueva mansión, obviamente con tu ayuda. Ella desea lo mejor, y ciertamente creo que ustedes dos arian una magnífica pareja.
-Sería todo un honor trabajar con su hijo-le digo sonriente.
Esta es una gran oportunidad. Trabajar con Enrique es todo un honor, el hombre es extremadamente exitoso y creo que puedo aprender mucho de el.
-Que bueno que estés de acuerdo. Ya puedes regresar a tu oficina-yo asiento con una gran sonrisa.
No podía dejar de sentirme feliz. Esto era magnífico, trabajar con Enrique Ellison elevaría más mi carrera, de eso no tenía ni la más mínima duda. Todo debía salir perfecto, obviamente no podría meter la pata, por lo menos no con el. No con el hijo del dueño de la empresa, pero todos mis planes se fueron directamente a la mierda al sentir el café escurriendo por mi blusa.
-Es un idiota.
¿Tu lo crees conciencia?.
-Lo lamento-me dice el chico con una sonrisa.
-No le encuentro la risa-le digo con el ceño fruncido y extremadamente furiosa.
-Vamos muñeca, tampoco es para tanto-me dice despreocupado.
- Mi nombre es Sabrina. ¿Que digo?. Mejor me voy, no perderé mi tiempo con un idiota como tu-le digo furiosa.
Sus celestiales ojos azules se abren con sorpresa.
- De seguro es la clase de hombres que está acostumbrado a creerse más que todos.
Yo le paso por el lado. Necesitaba cambiarme antes de que llegará Enrique, he escuchado tantas cosas asombrosas de el que verlo me pone tan nerviosa. Dios santo, ojalá todo salga bien.
Pero una vez más el universo se encontraba en mi contra, ya que la voz de mi jefe me hizo ver que lo había arruinado todo.
-Hijo-yo abro mis ojos con sorpresa y me doy la vuelta.
-Padre-le dice el castaño que me arojo el café ase unos segundos.
-Mierda. Creo que la emos cagado.
-¿Tu crees conciencia?. Por que para mi es más que obvio que lo hemos arruinado todo. No sabía que decir ni mucho menos como actuar al ver tal cosa.
-Sabrina. Ven-me llama mi jefe sonriente.
Yo me acerco a ellos con la respiración acelerada, con el corazón a punto de salirse de mi pecho y mis manos sudorosas.
- Te presento a mi hijo. El es Enrique.
-Esta presentación nos hubiese servido tango antes de meter la pata.
- Si. Ya nos conocemos de hecho-dice el hombre con una sonrisa.
Sentía como mi tension se baja, realmente estaba a punto de desmayarme.
-Que bien. Sabrina es una de muestras mejor arquitectas. De hecho, yo podria decir que es la mejor-le explica su padre.
-No es para tanto. Sólo hago mi trabajo-digo con nerviosismo.
-Espero que una mujer tan joven, hermosa y tan talentosa. No le moleste tener que trabajar con un idiota como yo-yo trago en seco.
-Será un honor trabajar con usted-digo con una sonrisa nerviosa.
-Que bueno escuchar eso señorita Carpenter.
Esperen un momento. ¿Acaso el ya sabía quien era yo antes de que le dijiera mi nombre?. Por que de otra forma. ¿Como sabría mi apellido?.
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El fin de la historia y un último secreto {Terminada}
Teen FictionY es que ya no me imagino mi vida sin el a mi lado. Sin ese rudo chico de cabello rubio y ojos tan hermosos como el cielo mismo, ese chico malo que robó mi corazón desde un inicio.