Narra: Elizabeth.
*Llamada entrante*
–Te dije que era una tontería.
Yo detengo mi paso al percatarme que Melisa se encuentraba en la habitación de Sabrina.
Aunque mi hermana se mudará antes de irse ah la convención de arquitectos que tiene. Dejo muchas de sus cosas aquí, mi padre siempre insistió en que tengamos una habitación para nosotros en la casa.
¿Saben?. Es como nuestro espacio.
–Amor. Hablamos más tarde, tengo que arreglar un asunto–le confieso en voz baja.
–Okay. Nos vemos en el hotel.
–Okay.
*Llamada finalizada*
–¿Que haces?–me acerco a ella sin antes avisar.
La rubia da un pequeño salto al verme.
–Casi haces que me dé un infarto.
–No contestaste mi pregunta. ¿Que es lo que haces aquí?–le pregunto con firmeza.
–No te interesa.
–Por supuesto que sí. Esta es la habitación de Sabrina y aquí están las mayoría de sus cosas–Melisa no me daba miedo.
–Todos tenemos nuestros secretos ocultos. ¿O no?. Tú lo sabes mejor que nadie, básicamente estás con un hombre que muy pronto estará casado.
–No sabes lo que dices–yo me acerco a ella y la miro con tanto odio.
Con tanto desprecio.
–Ya no se quien es mas perra. Si tu, o Sabrina–yo la tomo con fuerza de los hombros y la arrinconó contra la pared.
–Yo que tú. Aprendería acontrolar esa lengua tan venenosa que tienes–le digo desafiantemente.
–No sabes la lástima que me das. Una niñita intentando ser una adulta.
–Tu situación si es algo que lamentar. Una preciosa mujer, atrás de un hombre que nunca la querrá ya que ama a otra chica. Que si es una verdadera mujer–el rostro de mi hermana se pone sería.
Ella solo me empuja y me observa con enojo.
–No sabes con quién te estás metiendo mocosa–su rostro se encontraba todo rojo por la furia.
Ella se acerca a mi y me observa a los ojos.
–Esta poco mujer como tú deseas decirme. Le dio DOS hijos a Marco, y eso es algo. Eso es algo que Sabrina Carpenter no logro hacer en estos malditos diez años–ella intento marcharse.
Pero tomándola de la muñeca la detengo. Tenia que haber escuchado mal, Marco no puede tener dos hijos con Melisa. No, eso jamás.
–¿De que hablas con dos hijos?.
–¿Puede ser eso algo posible?.
Ya no lo se conciencia, ya no se que esperar.
Ella me da una amplia sonrisa y me mira directamente a los ojos.
–Todos tenemos nuestros secretos ocultos–repite una vez más.
Ella solo se deshace de mi agarre y sin más. Se marcha, yo me siento en la cama de Sabrina.
Las palabras de Melisa habían quedado grabadas en mi mente. ¿Era eso algo posible?.
¿Marco tenía hijos con Melisa?. Mierda, esto es demasiado.
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El fin de la historia y un último secreto {Terminada}
Teen FictionY es que ya no me imagino mi vida sin el a mi lado. Sin ese rudo chico de cabello rubio y ojos tan hermosos como el cielo mismo, ese chico malo que robó mi corazón desde un inicio.