Caricias

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Narra: Sabrina.

- No entiendo como pudiste ser capas de decirles a todos que nos iríamos de vacaciones sin ni siquiera hablarlo con migo antes-digo un tanto enojada, el solo me rueda los ojos.

-Tampoco es para tanto. Lo que es grave aquí es. ¿Por Que tu hermano le interesa mi estado financiero?. ¿Caso tu padre a quebrado?. ¿Ya no tiene más dinero para seguir financiando sus papas fritas?-me dice en un tono burlón.

Con mi pie le doy una lijera patada y lo miro de muy mala manera.

-Por supuesto que no.

-¿Entonces por que me pregunto todo eso?.

-Pues no lo sé Marco, quizás sintió curiosidad o que yo que se.

Nunca me he llevado bien con Maxwuel, y creo que jamás me llevaré bien con el.

-¿Sabes lo que pienso?.

Marco me toma de la nada de la cintura y me posa en sima de el.

-Que solo pregunto todo eso por que no tolera que tu estes bien. Te tiene envida vida mía, te quiere destruida. ¿Pero Sabes algo?. Yo no lo permitiré, ya que yo te conocí a ti creyendo que no tenías dinero, y si tu padre perder la su fortuna. De igual manera no me importa-el baja hasta mi bragas y besa la tela.

Yo sujeto sus mejillas con fuerza y lo obligó a que me observe a los ojos.

-¿Estarás con migo hasta el final?- le pregunto con una sonrisa.

-¿Adónde más me iría?.

El acaricia mis piernas desnudas, yo sujeto con fuerza su rubio cabello y devoro sus labios. Su lengua lucha con la mía, mientras que con manos solo acaricia todo mi cuerpo.

-¿Que es lo que esperas para hacerme tuya?- le pregunto con la respiración acelerada y el corazón apunto de salirse del pecho.

-Eres una niñita demasiado exigente.

-¿Podrás con eso?.

-Temo que haz olvidado con quien hablas. Y es que Marco Pérez puede con todo.

-¿Así?.

El solo asiente, sin apartar su abriera morada de deseo de mi.

-Demuestrame de lo que estas hecho-el me da una sonrisa ladina.

El rubio sujeta con fuerza mid piernas, mientras que solo se desase de su camisa que yo llevaba puesta. Con sus manos destruye por completo mis bragas, crei que me lo aria ahí en el sofá. Pero en un abrir y cerrar de ojos ya me encontraba en su hombre, el solo me deva asia la habitación. Yo solo lo miro con deseo y con una sonrisa maliciosa.

-Quieta-me ordena.

Así que solo me mantuve quieta.

-Siéntate-eso fue justamente lo que hice.

El solo se empieza a desvestir en frente de mi, no pude evitar no lamer mis labios al ver semejante escultura, el se acerca al gavetero y saca de su interior y preservativo, el solo se lo pone y con sus manos camina en la cama hasta llegar a mi.

-Hoy veras que estas a mi lado siempre será la mejor opción.

El penetra cuatro dedos al mismo tiempo en mi interior.

-No me gustó la idea de una fiesta. Es que te quiero solo para mi-me susurra al oído.

Con su mano libre acaricia con sensualidad mi pierna, con su lengua empieza a lamer desde mi ombligo hasta subir a mis senos, el lo debora como un niño debora una paleta.

-Ahh..-un gemido sale de mis labios.

-¿Estos te gusta?-presiona con mucha más fuerza mi punto g.

-Si...-digo en susurro.

Sus toques, sus dedos dentro de mi. Sus caricias y lamidas me estaban volviendo completamente loca.

- Pues eso no es nada mi vida.

El saca sus dedos dentro de mi, mi centro solo se humedecio, el rubio sube mis caderas poniéndome en cuatro. Y en un menor de un instante el ya se encontraba cogiendome con fuerza por atrás.

Sus embestidas eran cada vez más fuertes y más fuerte.

-A mi lado siempre estarás mejor-me dice este con la voz entre cortada.

-Ah. Ahh...ahhh....-gimo con desesperación.

Me sentía en las nubes, era tan delicioso.

-Gime más para mi-el me penetra con aún más fuerza.

-Obligame-eso solo hizo que saliera de mi.

Yo me volteo y lo miro un tanto confundida, lo conocía. Aún tenía más energía, y lo sabía muy bien. Ya que una noche casi lo hemos hecho por una hora o más, la verdad es que ya ni recuerdo. Cogemos más que los conejos, o es así como el lo dice. A mi me gusta más la palabra, hacer el amor. Por que es eso justamente lo que hacemos, hacer el amor.

-¿Acaso me has retado?-Yo solo asiento.

Intente sentarme pero sin esperarlo, me abre como una muñeca y con su mano izquierda sujeta con fuerza mis muñecas, con su mano derecha toma su gran miembro y me penetra ferozmente, esta vez a dolido y mucho. Unas cuantas lágrimas salieron, este intensifica cada vez más y más las embestida.

-Ah... ahhh...ahhh.. ahhh..ya...más....más-pido desesperada.

El comienza a dejar varios chupones en mi pálido cuerpo, me encontraba en sus pies. Y era imposible no estarlo estando en sus brazos, el suelta mis muchas y me permite que comience a jalar con fuerza su abundante y rubio cabello. Mucho pensarían que ya necesitaría un corto de cabello, pero yo no pienso a si. Me gusta en realidad.

-¿Desde cuando pensamos en cortes de cabello mientras que hacemos esto?.

Digamos que es algo nuevo. Una gran embestida aparece sin nisiquiera avisar, causando que un hormigueo viajará por todo mi cuerpo y asiendome estallar en ciento de pedazos.

-AAHHHJ!!!-suelto un gran gemido.

El me mira con una sonrisa un tanto arrogante y victoriosa.

- No pares-le pide.

- No te preocupes linda-el me mi cuello.

-Ahhh-me hace soltar otro gemido al sentir como muerde mis cenos.

- No te escaparas de mi tan fácilmente.

El fin de la historia y un último secreto {Terminada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora