El fin de la historia y un último secreto {Terminada}

Monstruo del pasado

Narra: Sabrina.

La ceremonia paso tan rápido y fue tan hermosa. El amor que se tienen ambos, se podía sentir perfectamente en el lugar. Cada mirada, sonrisa o beso. Es una prueba al mundo que realmente existe el verdadero amor, he conocido ah cientos de mentirosos. Farsantes, pero ellos. Ellos son sincero, lo podías notar por la manera en como se miran entre si.

Como acarician sus manos mutuamente o bailan con tanta delicadeza y pasión. Un amor tan puro como el cielo mismo, y su mirada continuaba hay.

Destrozándome el alma por dentro, Marco era mi completamente. Pocos entendieron esto, pero lo cierto es que no soy nada sin él. Marco es la razón por la que ahora mismo me encuentro con vida, fue Marco el que me protegió cuando nadie lo así. Me protegió aún así y cuando yo le hacía destrozado el corazón, nunca le pedí que me liberará del infierno que era mi "vida".

Pero el sin dudarlo, lo hizo. Hizo por mi lo que nadie habla hecho, me cuidado. Me amo y me consintió de manera inombrables, todo lo que soy ahora. Es gracias ah el, y ya no podía ver una vida sin sentir sus manos acariciando mi cuerpo, sus labios en sima de los míos. Su mirada clavada en la mía, su olor matándome por completo.

Su sonrisa provocando que me ruborize a tal grado de parecer un tomate. Su lengua combatiendo con la mia para tener el control, sus dientes jalando de mi labio inferior y su cuerpo. Tan grande y fornido, llenando mi ser en solo cuestión de segundos, llevándome aun paraíso que nunca creí que existiría. Todo lo hermoso y significativo de mi vida, tiene que ver con Marco.

Con sus encantos que me hacen imposible odiarlo. Esos encantos que enamoró ah más de una mujer, y es que de millones. Me eligió ah mi sin nisiquiera dudarlo.

Narra: Escritora.

Todos empezado a buscarla al rededor de la propiedad. Para el novio era tan estresante no saber adónde estaba su hermana, pero lo que nadie sabía era que un último secreto estaría revelado.

Un último secreto que decidirá el futuro de Sabrina. Un último secreto que la destruirá en miles de fragmentos irreparables. Los chicos solo empezaron ah investigar, Marco se montó en su auto y decisión tomar una ruta diferente ah la de los chicos.

Mientras que Yisel y Ricky se dirigían al sur.

Erick manejaba hasta el hoeste. Sus nervios y miedos se encontraba activados, y más al saber que hace un tiempo alguien la estaba persiguiendo. La confesión de Germán dejo ah todos pensativos.

¿Adónde estaba?. ¿Por que no contesta?. ¿Quien la perseguía?. ¿Que era lo que querían con ella?. ¿Porqué así y porque ahora?. Tantas preguntas que continuaban si resolver.

Pero aún había algo, hace un par de días. Una carta misteriosa llegó al correo, una carta hecha con tanto presicion y pulcritud. Una carta que tal vez hubiese evitado todo esto.

Y ahora sabrían adónde se encontraba Sabrina.

Narra: Sabrina.

Caigo al suelo, con las llamas de mis dedos toco la parte superior de mis labios, estos se encuentran rotos y cubierto de sangre.

-Te dije que no te quedarías viviendo la vida que realmente me pertenece-me dice la rubia con una sonrisa victoriosa.

La confianza es algo muy caro que no sele debe otorgar ah cualquiera. ¿Pero que sucede si nunca se la diste pero aún te sigue sorprendiendo con su actitud?. Su mirada o forma de ser, estaba consciente que Melisa era una bruja. Pero nunca creí que llegarías al grado de ayudar ah mi tío ah salir de la cárcel.

-Tienes la constumbre de ser una pobre idiota. Además de estar más hermosa desde la última vez que nos vimos-el pasa si lengua por mi mejilla derecha.

Yo cierro mis ojos con fuerza mientras que solo intento recordar esos momentos en los cuales era feliz. En los cuales todo era perfecto y no sentia dolor alguno, donde me encontraba protegida.

Asss... Aún puedo sentir las llamas de sus dedos acariciando mi espalda desnuda, mientras que me encontaba acostada en su pecho.

Lleva sus manos ah su bolsillo trasero, y de hay saca una navaja. Cientos de lágrimas caen una tras otra, cierro mis ojos con fuerza mientras que intento imaginar que nada de esto está sucediendo y todo está de maravilla. Conta un poco la zona donde vive mi clavícula. Un grito de dolor sale através de mi al sentir tal corte.

Se suponía que era mi hermana. Pero en vez de ayudarme, solo se encontraba cruzadas de brazos y con una enorme sonrisa tan satisfactoria. Gozaba mi sufrimiento, ella lo había planeado todo. Este siempre fue su plan desde el inicio.

-Te dije que serías mía-aprieta mis nalgas con fuerza.

Ya no había marcha atrás, me tenía acorralada.

Narra: Escritora.

Segado por la rabia he impotencia al verla así, se acerca al sujeto y lo tira a el suelo. Forsegiaron y el rubio le ganó por mosculatura, pero el monstruo que reinaba las pesadillas de Sabrina. Conocía varias técnicas que lo llevarían ah la perdición.

El hombre logra estar arriba del joven hombre y empieza ah darle muy fuertes puñetazos en el rostro repetitivamente, asiendo que la nariz de Marco empezará a sangrar. Fue los desgarradores gritos que transmitía através de ella Sabrina, que le otorgó las fuerzas que necesitaba para poder bajarlo de enzima de el, lo toma del cuello del saco y empieza ah destruir con fuertes puñetazos su rostro. Grandes gotas de sangre caían una tras otra, pero esto no hizo que se detuviera el rubio, en contrario. Lo golpio mucho más y más.

El le había desgraciado la vida a Sabrina. Había abusado de ella más de una vez. Golpeado y insultado incontables ocasiones, dañando su autoestima y produciendo que ella se sienta sin fuerza alguna para poder continuar.

Narra: Marco.

Me alejo de ese hijo de la gran puta y rápidamente quitó las cadenas que le impedían moverse, su rostro se encontraba maltratado, en este momento. No era una mujer llena de luz y feliz, era algo más. Sabrina se encontraba en un estado de shock. De seguro la impresión de volverlo ah ver otra vez. Habia destruido una vez más todo por lo cual creímos que se encontraba recuperada.

Me acerco a ella y la abrazó con cariño. Con dulzura, ahora lo menos conveniente era que se sintiera sola. Necesitaba sentir que se encontraba a salvo y que nada podría pasarle jamás.

Erick y Ricky sujetan con fuerza al hombre. Este se encontraba con casi todo el rostro desfigurado, pero lo que nadie creía era ver ah la chica rubia en sima de una tabla apunto de romperse. La rubia intento acercarse a ella, pero está solo se movió más a la esquina. Provocando su muerte voluntaria,

-Ahhh...

-¡No!-su madre la había apuñalado en el aria del abdomen.

Nunca había presenciado tanto odio en una mirada, Erick la toma de las muñecas y la dopa con un poco de anestesia. Con mis manos intento detener la emoragia mientras que llega la hambulacia, para empezar ah tratarla correctamente.

-Trata de resistir un poco más. Todo estará bien, no permitiremos que tú corazón deje de latir-le indico para así empezar ah trabajar como podíamos entre los chicos y yo.

La herida era muy profunda, y era una imagen que jamás podría sacar de mi cabeza.

Esa niñita tan fastidiosa extendida en el suelo, nuestras manos cubiertas de sangres. Intentando hacer todo lo posible para poder salvarle la vida.

Pero temo que la muerte es algo normal en nuestra profesión.