Narra: Sabrina.
–Te prefirió.
–¿Que?–yo le doy un sorbo a la copa que contiene champán adentro.
Ahora mismo me encuentro comiendo con las chicas. Debe decir que es realmente relajante tener un momento para compartir solo con ella, sin escándalos o discusiones.
–Es obvio que hubo preferencia.
–¿Preferencias?–tenia una pequeña idea de lo que Sandra insinuaba.
–Seria algo estúpido que insinuara algo como eso.
Si. Ya lo sé conciencia, y más por qué Enrique es solo mi amigo.
–Vamos Sabrina. Es obvio que le gustas–me dice con una sonrisa la rubia.
–Si. Si no fuera así, no te hubiese defendido de esa manera–mensiona ahora Paola.
Una parte de mi creía en las palabras de las chicas. Pero era algo tan estúpido, Enrique era el hijo de mi jefe.
Y yo era solo yo. No era nada a lado de él.
–¿Enamorado de nosotros?.
Ya lo sé conciencia. Es imposible.
–Si acepto que Enrique gusta de mí. Es como si dijiera que Marco nunca se acostó con mi hermana–una inmensa rabia crecía ferozmente en mi interior.
–¿Si sabes que tu eres mejor?.
Yo volteo mi rostro y me concentro en escuchar las palabras de Tania.
–Dejame decirte que esa es una mujer sin escrúpulos. Lo que te hizo no tiene perdón, y a este punto. ¿Por que no creerías que Enrique pueda gustar de ti?. Sabrina. ¿Acaso te has visto en un espejo?. Eres completamente hermosas, eras la mujer perfecta para cualquier hombre. Vales mucho, que eso seré meta en la cabeza.
................
Intente crecer mi confianza. ¿Pero adónde quedó mi autoestima?. Después de lo que ocurrió, mis fuerzas quedaron por el suelo.
Su traición hirió gravemente a mi corazón. Como me gustaría que nada de esto hubiese pasado, estar aunque sea una última vez en sus brazos.
Si solo me lo hubiesen dicho. Si alguien me lo hubiera alvertido, probablemente lo habría obligado hacerme suya como nunca lo había hecho antes. Y besaría sus labios hasta que este me obligará a separarme de el, extraño tanto el tacto de su piel rozando con la mia. Esa sublime sensación, que me erizaba la piel. Y me llevaba a el paraíso, asiendome sentir. Más de un orgasmo.
Mi cuerpo se estremesia en sus salvajes pero tan deliciosas caricias. Su manera de hacerme el amor, era más que exquisita. No se imaginan la magia que pueda llegar hacer con su boca.
Y sin ni siquiera imaginarlo. Empezó a llover, Cubri mi cabeza con mi chaqueta negra. Deseaba llegar rápido a mi auto, no deseaba enfermarme. Pero me paraliza al verla en su auto.
Era Elizabeth. Se encontraba besándose con..... Oh. Esto no puede ser, era el.
Ella jira un poco, pero antes de que jure completamente. Corro asia mi auto, me adentro en el y dejo mi chaqueta mojada en el asiento del copiloto. La imagen de mi hermana quedó impregnada en mi memoria, no podía creer lo que estaba asiendo.
Era mi hermana menor. Y el era un par de años mayor que yo, pero no solo se trataba de eso.
Era algo más de moral. Tener escrúpulos y desencia, respeto. Era un hombre comprometido, y eso ella ya lo sabía.
Se lo había contado esa misma mañana. Antes de reunirme con las chicas, se lo dije. Sin ni siquiera imaginar que ella se estaba metiendo en su cama.
Era algo muy fuerte que procesar. Debía hablar con ella, necesitaba hacerla caer en cuenta de que el es un hombre comprometido y que no la va a tomar en cuenta. Ensendi el auto y empeze andar hasta salir del estacionamiento.
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El fin de la historia y un último secreto {Terminada}
Teen FictionY es que ya no me imagino mi vida sin el a mi lado. Sin ese rudo chico de cabello rubio y ojos tan hermosos como el cielo mismo, ese chico malo que robó mi corazón desde un inicio.