Narra: Sabrina.
Esta era la primera vez que asistia a una fiesta de gala. Agarrada del brazo de otro hombre que no fuera Marco.
Podía oír como los latidos de mi corazón se aceleraba. Me encontraba nerviosa, y no tenía problema alguno de decirlo.
-Tratemos de tranquilizarnos. Que no pienses que somos unas novatas, demostremosle a otros lo que valemos.
Nunca había estado tan de acuerdo con mi conciencia. Esta era una noche en la cual no aceptaba ningún tipo de ofensa, estaba exausta de ser siempre la estúpida que no dice o hace algo.
Ya me cansé. Esta vez no estoy dispuesto a dejarme pisotear, no permitiré que me falten al respeto o algo parecido. Si de algo sirve el doloroso daño que me hizo Marco, es que me abrió los ojos.
Esta noche nace una nueva Sabrina Carpenter.
-Sabrina. El es mi hermano, Marcus.
El me extiende su manos y me da una enorme sonrisa. Yo la tomo y le devuelve la sonrisa.
Era alto. De ojos azules, unos azules intensos. Tenía una mirada penetrante y aires de egocentrismo, su piel era mucho más blanca que la mía.
-Ella es Valeri. Su prometida.
-Mucho gusto-ella me da un beso en la mejilla.
Era muy guapo. Alta, de cabello negro. Casi por la cintura, ojos color cafés y piel trigueña.
-Valla primo.
Un chico de estatuto mediana. Ojos color café, casi tirando a negros. Piel blanca y cabello negro se acerca a nosotros.
-Esta noche te luciste. Debo admitir que hiciste una buen elección-su sonrisa me provocaron nausias.
-¿Que?. No, no. Sabrina no es mi novia-le aclara Enrique.
-Sabrina Carpenter.
Una preciosa mujer de cabello negro. Ojos verdes y piel tan blanca como la nieve, se hace presente.
Ella le da un gran sorbo a su copa.
-Tu eras la prometida de Marco Pérez. El mejor cirugano plástico de todo el país-era demasiado hermosa.
Además de imponente y algo desafiante.
-Ahora entiendo tanta belleza.
Otra mujer se hace presente. Esta se ve da más edad, tiene alrededor de unos cuarenta y tantos. Tiene la misma fisionomía que la chica que me reconoció, cabello negro. Hermosa, piel tan blanca como la nieve. Pero esta tenía los ojos azules.
-Lamento desilusionar las. Pero si me consideren bella, es natural. No estoy interesada en estar involucrada en una cama de clínica. Cambiando mi rostro para verme más hermosa, me gusta como soy. Y ciertamente, no cambiará nada de mi-Enrique suelta una pequeña risita.
Mientras que estás se encontraban serías.
No estaba jugando cuando decía que no permitiría insultos de cualquier tipo.
-Muy arrogante para una cuernuda.
-¿Disculpa?.
-¿Acaso escuché mal?. ¿O me dijo cuernuda?.
Si lo dijo. Maldita perra.
Yo me acerco a ella. No me intimidaba en lo más mínimo, no iba a permitir que me humillara de esta manera.
-Lo que escuchaste. Cuernuda.
-Merilyn. Ya basta-le ordena Enrique.
-Escuche que los cuernos te duelen más cuando lo hizo tu propia hermana. ¿Es acaso eso cierto?-la sangre me estaba hirviendo.
-Merilyn. Te dije que te calles.
-¿Que?. ¿Ya te cansaste de revolcarte con el cirugano que ahora vienes por Enrique?.
-No equivoques los papeles. De que esa sea tu rutina, no significa que sea la mia-la chica estaba apunto de tirarse en sima de mi.
Pero Enrique fue más rápido que ella, tomándome de los hombros y dejándome detrás de él.
-Tu continúas en volver esta familia. En una familia problemática.
¿Una familia problemática?. Dios, eso si no lo esperaba venir.
-Si traje a Sabrina esta noche. No fue para que jugarán su vida, o anunciando que era mi pareja. Sabrina es una muy buena amiga, y compañera de trabajo. Eso es todo, no hay motivo para montar tanto alboroto. Ella y yo solo somos amigos, pero si alguien vuelve a faltarle el respeto. Se las verá con migo-okay. Esto tampoco me lo esperaba.
-Ultimadamente nos han sucedido muchas cosas inesperadas.
-Hablas de faltarle el respeto. Y niegas que ella me lo faltó a mi-le reclamo la pelinegra.
-Nunca e negado nada. Y si, admito que Sabrina te faltó el respeto-de acuerdo.
Aquí va.
-Pero tu se lo faltaste primero-eso me dijo completamente petrificada.
Estaba preparada para que el me dijiera le ofreciera una disculpa a la maldita perra que me dijo cornuda. Pero las cosas no sucedieron así.
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El fin de la historia y un último secreto {Terminada}
Teen FictionY es que ya no me imagino mi vida sin el a mi lado. Sin ese rudo chico de cabello rubio y ojos tan hermosos como el cielo mismo, ese chico malo que robó mi corazón desde un inicio.