¿Un final feliz?

61 4 0
                                    

Narra: Marco.

Recorrí cada aria de su precioso rostro con mi dedo gordo.

-Sabrina, yo...

-Vamos tortolitos. Ya es hora-los chicos me separan de ella.

- Ya abra tiempo para eso-me castaña sólo toma de la muñeca a la rubia. Y sin más se la lleva.

-¿Preparado para la noche más inolvidable de tu vida?- me pregunta Erick sonriente.

Ya ni se. Si estoy apto para responde esa pregunta.

Narra: Escritora.

La noche paso más rápido de lo que se imaginaba. El día había llegado.

Ya todos los preparativos se encontraban puestos, era un magnífico día para una boda.

Una rubia de ojos azules se encontraba arreglandose, la emoción y nerviosismo se encontraba por todas partes, ya todo estaba listo.

La novia no podía lucir más hermosa. La boda se realizaría a las dos ñ de la tarde, ya eran las once y aun no avia rostro de llegada por parte del novio.

Los partidos están preocupados, no tenían ni la menor idea de donde se encontraba Marco. Su noche había sido muy alocado realmente, el rubio creyó que su ebrio amigo llegaría un poco más tarde, ya que la resaca había sido muy dura.

Consumieron demasiado alcohol, todos se mantuvieron juntos. Ellos mismo se avian asegurado de que Marco llegará sano y salvo ah la habitación de hotel, lo esperaron durante dos horas más.

Envieron muchos mensajes y lo llamaron más de veinte veces. Ya los invitados empezaban a desesperarse, muchos creían que la boda sólo se cancelariá y que el novio no llegaría, nadie sabía nada con respecto a él rubio.

Los invitados empezaron a susurrar, la rubia no podía aguantar todas sus miradas de pena asia ella.

-¿Que te dijeron?-ella se acerca a su hermano con desperacion.

Nocomprendía lo que sucedió, todos conocia a Marco desde hace años. Y ciertamente lo creían incapaz de hacerle algo como eso ah la hermosa arquitecta, los que realmente conocían a Marco. Creían que algo malo le había sucedido al rubio, y que por eso no avia contestado. Ni las llamadas, ni los mensajes. Y por esa razón, había dejado plantada ah su prometida y futura esposa.

-Llame al hotel-el rubio confiesa.

Todos se mantuvieron atentos de lo que decía su hermano. Germán se encontraba realmente preocupado por su hermana, nunca la había visto después de tantos años. Tan nerviosa y inquieta, y no era de menos. El hombre que siempre amo no había llegado ah su propia boda, y eso era realmente preocupante.

-Y al parecer no lo han visto salir...-el rubio no lo deja continuar.

- Eso significa. Que aún sigue en el hotel-les explica Ricky.

-Hay que buscarlo. De seguro le sucedió algo, sólo eso explicaría el hecho de que no allá llegad-la chica toma las llaves de la camioneta y sube al auto con rapidez.

Yisel, Germán, Erick y Ricky también se adentraron a la camioneta. Mientras que los demás, se quedaron ha ayudar para que los invitados no se marchase.

El camino fue más largo de lo que todos pensaban. Usualmente no esa tan largo, pero era la tensión. La angustia de no saber que sea lo que estaba sucediendo, que los ponía ah todos asionsos y con ganas de llegar lo más rápido posible.

Faltaban cinco minutos para que fueran las seis, Sabrina no se explicaba. ¿Por qué no había llegado?. Ya que había sido el mismo, el que le había asegurado que tigo estaba bien.

Que la amaba y que ella era la elegida. Conocía a Marco, y si ni pensará eso. No se lo hubiese dicho, creía que el rubio y el único hombre que ah amado toda su vida. No seria capaz de hacerle algo tan cruel, como para dejarla en una ceremonia.

Con más de tres mil invitados, con las más preciosas y costosas rosas. Y toda esa comida, el jamás sería capaz de hacerle algo como eso. O eso era lo que ella pensaba.

Por otro lado, sus dos amigos tenía una idea de que era lo que había sucedido. Le tenían muchísimo aprecio ah la rubia, y no deseaban que fuera lo que ellos se estaban imaginando. No quería que Sabrina sufriera, ya había sufrido demasiado en el pasado. Como para que sufra aún más en el presente.

Pero la verdad aquí, que todo fue pura suposiciones, nadie tenía ni la menor idea de lo que en realidad estába sucediendo en esa habitación de hotel.

Al llegar. Todos bajaron lo más rápido posible, la castaña tenía una idea muy diferente a la idea que tenía Sabrina y los chicos. Todos suponían cosas, pero no sabían lo que realmente sucedía.

Y en lo único que pensaba Germán, era evitarle el mayor sufrimiento ah su hermana. Ya que no sólo se trata de la dignidad, si la deja plantada. Es algo más que el orgullo, si no del corazón. Y de lo mucho que sufriría la joven arquitecta si realmente Marco la había abandonado así como si nada.

Por otro lado. Un rubio se encontraba en un sueño intenso, su cabeza estaba apunto de estallar. Tenía muy pocos recuerdos de la noche anterior, el sonido de unos toques en la puerta se hace presente.

Todo mareado, y con un fuerte dolor de cabeza. Se levanta de la cama y abre la puerta, a la abrirla.

Su prometida suelta un gran suspiro, para así avalanzarse ah los brazos de su amado. Pero lo que menos imaginaba, era ver llegar como si nada a su hermana. Con unas simples bragas negras y la camisa de su novio, su corazón se destruyó en mil pedazos.

No lo quería creer, pero más obvio que eso no podía ser. La verdad es que el chico se hacía acostado con su hermana, que era en el pasado su ex novia. La había engañado y sólo le había destruido el corazón.

Narra: Marco.

Todo sucedió tan rápido. Ni siquiera estoy consiente de lo que sucedió anoche, lo último que recuerdo fue llegar al hotel muy ebrio y Melisa estába aquí.

Intenta hablar con Sabrina, pero fue Germán el me empujo contra la pared, impidiendome que me acercará a su hermana.

- Ya sueltame. Necesito hablar con ella.

- Ah mi hermana no tele vuelves acercar más nunca en tu vida. No se como pude confiar que una persona tan egocéntrica y engreifa como tu, sería capaz de hacerle feliz y darle el amor que realmente se merece-el me da un gran puñetazo en el rostro.

Yo caigo al suelo.

-Marco-Melisa se acerca preocupada por mi.

-Felicidades. Espero que con ella si no metas la pata-el rubio sólo se marcha.

La impotencia crecía cada vez más en mi. ¿Era así como acabaría todo?.

Yo lo acabé todo, mande mi relación por el retrete. Pero sobre todo.

Le hice daño como niña antes le había hecho. La castaña se marcha con ellos, yo me levanto del piso.

-Alejate de mi-yo la empujo.

No lo podía aguantar. Ella agua acabado con mi vida, si Melisa Carpenter no hubiese llegado su nuestras vidas. Todo hubiese resultado de maravilla.

Y Sabrina no estaría sufriendo de esta manera. Crei que los chicos dirían algo, pero no fue así.

Ellos sólo se mantuvieron callados. Como si de repente, no tuvieran ni la menor idea de que hacer. O que decir.

El fin de la historia y un último secreto {Terminada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora