Un gran estado de shock

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Narra: Sabrina.

5 meses después.

–Temo anunciarle que su tiempo con nosotros. Ha terminado–esto no podía estar pasando.

Solo deseaba que alguien me dijiera que no me estaba hablando en serio.

–Recuerda lo que sucedió con Enrique. Y es que como pasaron las cosas o no, el continua siendo su hijo. Tu lo emos metido en prisión hace cinco meses ya.

–No debe estaré hablando en serio.

–¿Acaso crees que soy hombre de decir chiste?. Tomo muy enserio mi trabajo.

–Igual yo. Siempre he tomado en serio mi trabajo, después de todos estos años. No puedo crees que me este asiendo esto, no he hecho más que darlo todo de mi siempre.

–¿Si sabes que no importo lo que digamos?. Ya que el no cambiará de parecer, y tu conoces muy bien esa poderosa razon–me repite una vez más mi sub conciente.

–Lo lamento. Pero ya no deseo tus servicios–con amargura salgo de su oficina.

Era un idiota. Fue Enrique el que causó que estuviera ahora mismo en la cárcel.

Al llegar ah mi oficina. Empiezo a recoger todas mis cosas, y en el proceso. Veo como un número desconocido me llama, yo tomo el móvil en mis manos y contesto.

*Llamada entrante*

–Diga.

.............


Narra: Marco.

–¿Preparada?–le pregunta Erick emocionado y preparado para empezar hacer el ultrasonido.

Después de cinco meses, por fin dejo de relucirme que el sería el padrino de este bebé. Durante todo este tiempo, no emos podido decifrar el sexo del bebé. Y eso se debe, ah qué se le han practicado unos cuantos ultrasonido durante todo este tiempo. Ha estado muy ocupado, hace poco fue la alfombra roja y vistió ah algunos actores de Hollywood. Provocando que la pelinegra no tuviera el tiempo suficiente para realizarce adecuadamente un ultrasonido. Pero ya está.

Aquí estamos y está vez, creo que su trabajo no nos impedirá saber el sexo del bebé.

–Si es niño el pelinegro no lo presumirá el resto de nuestras vidas–me recuerda lo obvio mi sub conciente.

Yo rasco el lado superior de mi labio, para así volverme cruzar de brazos. Era el momento de la verdad, Yisel y Ricky quieren niño. De esta forma tendran el niño y la niña. ¿Pero quién sabe?. Quizás sea otra niña, aún que esa probalidad es escasas. Diferenciando su barriga cuando estaba embarazada de Lara, ha esta. La diferencia es enorme, es como si tuviera ah tres bebé dentro de ella.

–Solo hazlo–le responde deimediato la pelinegra.

Acostada en la camilla, con el gel en su barriga y vientre.

–Alguien está estresada hoy–digo con un poco de humor.

Y es que si no le ponemos un poco de humor ah la vida. Terminaremos en siquiatrico, estos días ha sido muy estresantes para todos. Añidiendo el hecho de que llevamos casi doce horas en la clínica y todavía nos falta dos horas.

–Trabajo, trabajo y más trabajo.

–Okay mamá gruñona. Aquí vamos.

El fin de la historia y un último secreto {Terminada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora