Proyecto "ELI"

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*Narra Marie*

Ya habían pasado dos semanas desde el procedimiento de James, y un mes desde la llegada de Olivia. Me habían dicho que esperara ordenes, pues tenía un trabajo de suma importancia. 

Esa mañana me levanté como de costumbre y me alisté para ir al laboratorio. Pasé al cuarto de Yelena para dejar a Olivia, pero me dijo que tenia ordenes de acompañarme al laboratorio. Llegamos y esperamos ahí unos minutos, después de un rato entró Rumlow y me dijo que Karpov me necesitaba en su oficina, debía ser algo de suma importancia, pues casi nunca me citan ahí. 

Al entrar me pidieron que me sentara, entonces Karpov sacó de su escritorio una carpeta y me la entregó para leerla. En la portada del documento estaba escrito "Proyecto ELI". Me dió bastante curiosidad así que comencé a leerlo. 

Para cuando terminé, no podía con el horror de lo que estaba leyendo. Básicamente querían crear un ejercito de niños, hijos de los soldados del invierno que tenían congelados abajo. 

-Es una locura, no voy a hacerlo 

-Bien, retiren a la niña...

-¡espera!

El sabia perfectamente como hacerme trabajar, no podía permitir que se llevaran a Olivia, al final del día, encontrarían la manera de hacer el trabajo, y yo quedaría separada de mi bebé. Me dieron un plazo de 30 días y pusieron a mis servicios a otros dos doctores. 

Volví al laboratorio con los otros dos médicos, sus nombres eran Oleg Morózov e Irina Záitsev, ambos eran amables y serviciales. Desafortunadamente tuve que tomar muestras de sangre de Olivia, pues querían que replicara la variación en su ADN que la hizo un super soldado, y no un ser humano común.Nos pusimos a trabajar, muestras, notas y de más, solo parábamos para darle de comer a Olivia o para comer nosotros mismos.

Para cuando terminó la semana, ya teníamos la parte teórica lista, ahora solo faltaba llevarlo a cabo. No seria nada placentero extraer los gametos de los sujetos de prueba, pero no teníamos opción. 

Nos escoltaron hasta la bóveda donde tenían a los soldados del invierno, ahí se encontraba James, parecía tan tranquilo. Nos ordenaron no descongelar bajo ninguna circunstancia a nadie.

Solo había una mujer, por lo que ella seria la madre biológica de lo que saliera en este desastre. Comenzamos con la extracción, les inyectamos hormonas para acelerar el proceso, y a ella solo le dimos medicación vía intravenosa para controlar su ciclo y programar la extracción en su estado mas fértil. 

Para la semana siguiente, llegó la fecha señalada para la extracción, el procedimiento fue bastante rápido y logramos extraer con éxito 17 óvulos. Ya en el laboratorio llevamos a cabo la inseminación. Colocamos los óvulos fecundados en el congelador y me dirigí a la oficina de Karpov para hacerle saber que mi trabajo estaba listo.

-Ves como si puedes ser de utilidad, ¿no te das cuenta todo lo que podríamos hacer juntos?

-Tu sabes que jamás voy a hacer esto por voluntad propia. 

-Lastima, porque tienes potencial para ser un elemento importante en HYDRA. 

A la mañana siguiente llegó un grupo de mujeres entre 21 y 27 años, eran 31 y la orden era hacerles estudios y seleccionar a las que estuviesen en mejor estado físico, pues serian las que llevarían a los pequeños soldados del invierno. Después de varias pruebas, conseguimos a las 17 mujeres y programamos la implantación para la semana siguiente. Se les asigno un cuarto a cada una y se les entregaron los horarios. Todas las chicas se habían presentado de forma voluntaria y se les iba a pagar una generosa suma por su colaboración, si es que se le puede llamar así. 

*********

Por fin llegó el día de la implantación, el procedimiento fue rápido y no tuvimos ningún problema, sin embargo terminamos agotados. Las chicas fueron enviadas a descansar, y solo quedaba esperar un par de semanas para averiguar si la implantación había sido exitosa. 

Mientras todo este horrible plan se llevaba a cabo, mi hija crecía cada vez mas y mas, adoraba verla siempre tan atenta a su entorno, me dijeron que esto es debido al suero, ya que no es una conducta normal de una niña de su edad, definitivamente tenia una pequeña muy especial. Conforme crecía se parecía cada vez mas a su padre, tenían la misma sonrisa y eso me alegraba el día. Las visitas con James transcurrieron como de costumbre, ambos disfrutábamos el poco tiempo que nos era dado, verlo sostener a nuestra hija me hacia mantener las esperanzas, quizá algún día volvamos a escapar, si lo hacemos me encantaría que Yelena nos acompañara, es una chica extraordinaria, últimamente me ha hablado mas acerca de su hermana, me parece que Natasha es su nombre, dice que la extraña muchísimo y que le encantaría volver a verla. 

Entre el trabajo en el laboratorio y lo difícil que era ser mamá de una super bebé, las semanas se me pasaron volando, y llegó la fecha de la revisión. Utilizamos el mismo método que cuando las inseminamos, las acomodamos por el numero de folio que les dieron y las fuimos pasando al laboratorio como si de una cita medica se tratase. Comenzamos a las 7:00am y terminamos a las 12:00. Absolutamente todas se encontraban embarazadas, el embrión se había implantado de manera correcta y crecía perfectamente bien, mi hipótesis sobre los super genes de los soldados del invierno habían sido confirmadas, estaban hechos para reproducirse, quizá esta era la nueva evolución del ser humano. La mayoría se quejaba de los mismos síntomas que yo tuve cuando me embaracé de Olivia, les dimos vitaminas y acido fólico y las enviamos de vuelta a sus habitaciones. No tenia idea de lo que iba a pasar, pero definitivamente no seria fácil tener a 17 super niños corriendo por aquí, al menos Olivia no crecería sola, por otro lado, el destino de estos pobres niños era cruel e incierto, literalmente fueron creados con el único propósito de ser armas letales para una sangrienta organización, al menos Olivia fue engendrada con todo el amor que su padre y yo nos tenemos. De verdad me siento mal por ser parte de esto, pero no tengo opción, no dejaré que me alejen de mi pequeña.

si no vuelvo, recuerda que te amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora