Feliz cumpleaños

400 26 9
                                    

Hoy se cumplía un año desde el nacimiento de mi pequeña, parece que fue ayer cuando James y yo nos enteramos que venía en camino. Recuerdo perfecto esa sensación de miedo y alegría que ambos sentíamos. Me daba bastante nostalgia nuestra situación, el pensar que podríamos estar celebrando a mi hija en nuestro hogar, con su papi. Afortunadamente nos permitieron pasar el día con él, Yelena también vendría a esta visita, trataríamos de hacer este día especial, sobre todo ahora que se que mi hija recordara perfectamente todo esto. 

Después de pensar un rato, por fin me levanté de la cama, Olivia seguía dormida así que me di un baño rápido. Cuando salí, me topé con una escena adorable, Yelena sostenía a mi hija en sus brazos mientras le cantaba "feliz cumpleaños" en su idioma natal, ruso. Cuando se percató de que las observaba, sonrió y se sonrojó un poco, a pesar de su dura infancia, seguía siendo una persona adorable. 

Le pedí a Yelena que arreglara a Olivia, pues yo tenia que hacer un par de cosas en el laboratorio antes de ir a ver a James. Comencé con mi rutina, Oleg e Irina ya me esperaban en el laboratorio, revisamos a las 17 nenas, las pesamos y medimos, anotamos todo y les dimos de comer, eso era lo de todos los días, afortunadamente terminamos rápido y pude irme. 

*Narra Bucky*

La semana pasada que ví a mi pequeña, Marie me dijo que nos dejarían pasar todo el día del cumpleaños de Olivia, no podía esperar para poder estar juntos todo un día. Por primera vez me alegró mi estado de congelamiento, pues al quedar inconsciente, perdía totalmente la noción del tiempo, solo seria un abrir y cerrar de ojos y ya estaría de nuevo con mis amores. 

Como siempre, me descongelaron y me arrastraron a la habitación de visita, me encadenaron al suelo y esperé. No tardaron mucho en llegar, y esta vez no venían solas, las acompañaba la chica que cuida de Olivia, Yelena. Marie me ha contado mucho de ella, así que cuando terminé de saludarlas a todas, le agradecí por todo lo que hace por mi pequeña. 

Durante todo el día jugamos con Olivia, ha crecido tanto, ya camina e incluso comienza a correr, ya dice varias palabras y en varios idiomas, la he escuchado pedir comida en ruso, español, alemán e inglés. Es toda una genio, adoro verla reír y gritar, tiene un espíritu guerrero como el de su madre. Yelena nos contó que es muy fuerte y que se desempeña de maravilla en combate, no imagino a mi chiquita haciendo todas esas cosas, cada vez veo mas cerca el inevitable propósito que le dieron a mi hija, llegará el momento en el que la quieran enviar a misiones. 

Cuando finalizó el día, Olivia se había quedado dormida en mis brazos, no quería decirle adiós, pero los guardias ya estaban aquí para llevarme de vuelta al sótano, cuando Marie la intentó tomar, mi pequeña comenzó a llorar y no quería soltarse de mi cuello, me dolió tanto verla sufrir, quería abrazarla y no soltarla nunca, cuando por fin se soltó de mi, entre sollozos me dijo 

-No vayas papi  

Era la primera vez que me decía papi, y la primera vez que la escuchaba decir una oración, mis ojos se cristalizaron, y la vi irse en brazos de su mami. 

*Narra Marie*

Olivia lloró hasta quedarse dormida, Yelena y yo intentamos de todo para calmarla pero nada funcionó. Nos encontrábamos en la cama mirándola dormir, con sus ojitos rojos de tanto llorar.

-Nunca la había visto llorar tanto, ni cuándo se lastima en los entrenamientos. 

-Adora a su papá, daría lo que fuera por que nos dejaran estar juntos, ser una familia...

Sin darme cuenta, las lagrimas comenzaron a brotar, Yelena puso su mano en mi regazo y recargó su cabeza en mi hombro, era la primera vez que mostraba contacto físico de cualquier tipo, eso me reconfortó bastante. 

*Narra Yelena*

La noche pasó rápido, me quedé pensando en la pequeña Olivia, en el tiempo que llevaba cuidando de ella, me encariñé bastante, y sé que ella conmigo, pues siempre que completa una prueba, me mira expectante, como si buscara mi aprobación. Para la mañana siguiente, desperté temprano como de costumbre y recogí a Olivia de su cuna, Marie ya estaba en el laboratorio así que yo le di de desayunar a la pequeña.

Después de desayunar, partimos a la sala de entrenamiento. Conforme Olivia iba creciendo, este lugar iba cambiando, durante sus primeros meses de entrenamiento eran solo un par de obstáculos y pruebas de motricidad, pero ahora se habían hecho aun mas complejos y recientemente habían agregado pruebas de fuerza, me pidieron que hoy las probara en ella. Cuando levanté las mancuernas me sorprendí de lo pesadas que eran, pero las personas que observan el entrenamiento me exigieron probarlas en ella, así que tomé una de ellas y se la entregué esperando a que la dejara caer al suelo, pero no lo hizo, la sostuvo como si se tratara de su conejito de peluche, y luego la lanzó, me quedé impresionada unos segundos pero volví a la tierra cuando la puerta del lugar se abrió y entraron tres soldados, Olivia se puso detrás de mi y abrazó una de mis piernas, pero fue arrebatada bruscamente por uno de los soldados, quise ayudarla pero sería inútil, pues todo lo que nosotros hacíamos lo pagaba ella. Se la llevaron y no pude hacer nada. 

*Narra Marie*

Ya eran las 10:00pm y aun no traían de vuelta a mi hija, Yelena y yo estábamos desesperadas dando vueltas por mi celda, esperando a que alguien nos dijera qué estaba pasando. Pasaron algunas horas antes de que la trajeran, entró un soldado con mi chiquita en los brazos, inconsciente, cuando me la entregaron no hice mas que llorar, sus manitas ahora se encontraban cubiertas hasta los nudillos por metal, otra banda de metal le rodeaba el cuello, y dos mas una en cada tobillo. Al rededor de estos aditamentos tenia la piel enrojecida, seguramente se los colocaron con el metal aun caliente, mi pobre pequeña, ¿cómo era posible que pudieran hacer algo así? 

si no vuelvo, recuerda que te amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora