Optimista

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*Narra Olivia*

Volví al complejo en la madrugada, mi llegada despertó a todos pero me recibieron con demasiado gusto, los abracé como nunca pues creí que ya no podría hacerlo. Fui directo a mi cuarto y saqué mis cosas, acomodé mis reliquias en la mesita de noche y regresé a conejito a su antigua posición en mi cama, Joe también desempacó sus cosas pero en el cuarto que le habían dado, Steve se negó a dejarnos compartir habitación, resultó ser un papá bastante celoso. 

Me di un baño para intentar lavar los malos recuerdos e iniciar de cero en mi nueva vida que resultaba ser también mi antigua vida; me puse una playera holgada y calcetines pues planeaba quedarme en la cama todo el día, cuando salí del baño me encontré con Nat sentada en mi cama sosteniendo la playera de mi hermana. 

-¿también la extrañas? 

Dije mientras me sentaba a su lado 

-todos los días

-cuando la perdí... realmente pensé que mi mundo se caía a pedazos y en parte así fue, pero de no haber sido por eso, jamás habría conocido a Joe. 

-eso es verdad, es un buen chico. Mientras estabas en el hospital, no se separó de tu lado, estuvo ahí todo el tiempo sosteniendo tu mano. 

-jamás había sentido ese tipo de amor, se siente extraño... 

-lo sé

-¿así te sientes por Steve?

Mi pregunta la dejó pensando unos minutos, miraba al techo en busca de la respuesta pues probablemente ella tampoco sabía

-no tengo idea... quizá sí, pero no siento que estemos en el momento correcto. 

-¿por qué no? Realmente nada los detiene, yo creo que harían linda pareja. 

-no lo sé, solo siento que no es lo correcto, pero quizá más adelante. 

Asentí con una sonrisa, me agradaba la idea de que estuvieran juntos, creo que se complementan bastante bien. 

Después de charlar un rato más finalmente llegó el amanecer, bajamos a desayunar y nos encontramos con Steve y Joe, desayunamos todos juntos y por un momento sentí ese aire de cotidianeidad que había antes de los acuerdos y la batalla, antes de que la catástrofe se llevara ese ambiente familiar disfuncional que habíamos creado. 

Al terminar de desayunar Joe me pidió que lo acompañara a su cuarto pues ya había terminado la pintura que me prometió y quería enseñármela. Cuando llegamos a su puerta me cubrió los ojos con sus manos y me guió hasta quedar frente al cavas. 

-¿estás lista? 

Asentí ligeramente y esperé ansiosa a que descubriera mis ojos, Joe besó mi mejilla y finalmente retiró sus manos de mi rostro, en cuanto vi el cuadro se me llenaron los ojos de lagrimas, era el retrato de un bebé que extrañamente se parecía al niño de mi sueño, supuse que  ambos visualizábamos a nuestro hijo no nacido de la misma forma. Me di la vuelta para quedar frente a Joe y lo abracé con fuerza, él también tenía los ojos llorosos pero aun así me sonrió con tranquilidad, me levantó del suelo y nos sentamos en su cama. 

-la doctora dijo que era un niño... *dijo con la voz entre cortada*

-lo sé 

-¿cómo sabes si acabo de decirte? 

-solo lo supe

-¿crees que hubiéramos sido buenos padres Vee?

-probablemente no, al menos no ahora. 

-tienes razón, pero quizá algún día 

-si... definitivamente algún día, y ¿sabes qué Joseph?

-¿qué? 

si no vuelvo, recuerda que te amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora