si no vuelvo, recuerda que te amo

Halloween

*Narra Olivia*

Días después de mi cumpleaños llegó una fecha interesante, había olvidado que existía hasta que Steve me recordó.

-ohhh sii, mamá me habló de Halloween cuando era pequeña 

-¿ya sabes de que te quieres disfrazar Liv?

-no lo he pensado aún, ¿tú de que te vas a disfrazar?

-los adultos no se disfrazan cielo 

-¿por qué no? 

Se quedó pensándolo un momento, creo que no encontró una buena justificación. 

-¿de que te gustaría que me disfrazara?

-hmmmm.... ¡¡¡de vaquero!!!

-¿de vaquero?

-siii, como el libro que leí el otro día 

Sonrió mientras movía la cabeza de un lado a otro. Después de un poco de insistencia accedió, ahora solo faltaba convencer al resto de disfrazarse, lo cual fue mas sencillo de lo que creí, parecían bastante animados, escuché decir a Tony, que ahora que yo estaba aquí, tenía una excusa para salir a pedir dulces, desde luego Pepper le dió un golpe. 

Finalmente llegó la noche, ya todos estábamos disfrazados, yo decidí disfrazarme de Caperucita Roja pero con una mascara de lobo y Luka se disfrazó de pirata. Antes de subir al auto Pepper tomó muchísimas fotografías. 

Llegamos finalmente a la ciudad, desde que entramos pude ver la enorme cantidad de niños y adultos disfrazados, era impresionante verlos a todos. 

-¡mira Wanda! wooowww

Mi hermana miraba con asombro y me sonreía, no sé si realmente estaba igual de sorprendida que yo, o solo lo hace para que me de aun mas emoción. 

Estacionamos el auto e iniciamos en la travesía de pedir dulces.

-¿que se supone que debo hacer?

-a veces olvido que creciste bajo una piedra pulga 

-¡Tony!

Dijo Pepper mientras le dedicaba una mirada mortal; no me molesta sus comentarios, nos llevamos bastante pesado, pero es gracioso ver como lo regañan. 

-pon atención, porque no repetiré pulga. Te vas a poner esto...

Detuvo la explicación para ponerme la mascara de lobo 

-luego vas a sostener esto 

de nuevo pausó, pero esta vez me dió la calabaza de plástico 

-y te vas a acercar a la puerta, tocarás el timbre y dirás "dulce o truco". Facilísimo 

- dulce o truco 

-si, ahora ve 

Dijo mientras me daba un ligero empujón hacia la puerta frente a mí, luego corrió hacia atrás, donde nos esperaba el resto del equipo. Los volteé a ver y todos me sonrieron y alentaron desde la distancia, así que me armé de valor y toqué el timbre. Esperé unos segundos hasta que una tierna viejecita abrió la puerta 

-dulce o truco...

Dije casi en un susurro, la mujer me sonrió y echó un puño de dulces dentro de mi calabaza. 

-feliz Halloween pequeñita 

-gracias

Cerró la puerta y finalmente volví con mi familia, todos me felicitaron como si fuese una gran hazaña. 

Continuamos nuestro recorrido hasta que la calabaza y nuestros bolsillos se desbordaban. 

*Narra Steve*

Era casi media noche y nuestra pequeña tenía los ojos rojos de sueño, pero como es su costumbre, se rehusaba a admitirlo, así que la tomé en brazos. 

-pero no tengo....

Interrumpió la frase por un gran bostezo 

-sueño 

Todos reímos ante la adorable negación que fue desmentida por la propia niña 

-se que no tienes sueño, pero hay mucha gente y puedes perderte 

-oh, está bien.

Dijo mientras se acurrucaba en mi pecho y luchaba por mantener los ojos abiertos, pero finalmente le ganó el sueño y se quedó dormida. Estuvo a punto de tirar su calabaza de dulces, pero Wanda la atrapó con su particular habilidad. 

Volvimos a casa y acosté a Olivia en su cama, esta vez fue Wanda la que se quedó a su lado. 

Al día siguiente, Liv tenía que ir a la escuela, pero en el momento que volvió, fue a buscar la calabaza y la vació por completo sobre el sillón de la sala. Tony no tardó en aparecer y sentarse cerca para reclamar sus dulces favoritos, lo cual desde luego causó una disputa. 

-yo te llevé, así que puedo elegir el que quiera 

-pero yo dije dulce o truco 

-yo te enseñé a decir dulce o truco enana

-¡no me importa!

Dijo Olivia mientras tomaba la barra de chocolate por la que peleaban, y comenzó a correr, Tony se apresuró a perseguirla, y así comenzó una persecución al rededor de todo el lugar, el resto no hacíamos mas que morir de la risa, pues era realmente descabellado ver a Tony comportándose como un niño. 

Finalmente apareció Pepper para poner orden, y decidió partir a la mitad el chocolate. Tony y Olivia se sentaron en el suelo de la sala a comer sus respectivas mitades mientras se miraban de forma retadora. 

-mi mitad es mas grande *dijo Tony levantando una ceja*

-no es cierto, la mía es mas grande *respondió Olivia con la boca llena de chocolate*

-Ya basta, las dos son iguales 

Concluyó Pepper mientras se sentaba cerca para detener cualquier pelea que pudiese surgir por los siguientes dulces. 

Afortunadamente no pasó, ya que Olivia repartió los dulces equitativamente entre todos, excepto por Sam, a quien solo le dió un M&M. 

-¿por qué solo uno?

-porque ni siquiera fuiste a pedir dulces con nosotros, a demás sigo enojada porque escondiste a mi conejito por mucho tiempo. 

-numero uno, estaba ocupado, y número dos, ya te devolví al conejo. 

Olivia se quedó pensativa un momento y finalmente decidió darle unos cuantos M&M y dos paletas de caramelo. 

Todos estábamos bastante complacidos y comimos dulces como nunca en la vida. Recordé mi infancia pidiendo dulces en las calles de Brooklyn junto a Bucky, recuerdo que solíamos dividir los dulces y comer hasta quedar con dolor de estomago. Rápidamente me invadió la melancolía y Olivia lo notó, así que se sentó a mi lado y recargó su cabeza en mi hombro 

-te acordaste de él, ¿verdad?

-así es cielo

-yo también lo extraño mucho. Ayer mientras pedíamos dulces, imaginé que estaba con nosotros. 

-me gustaría que estuviera aquí. 

-¿crees que algún día lo encontraremos?

-no lo sé, mi amor.

Dije mientras besaba la cabeza de mi pequeña. Realmente me duele no tener a mi amigo, pero me duele aun más saber que a Olivia le hace falta su papá. Aun que todos aquí la amamos y tratamos de ser una familia para ella, sé que todos los días extraña a Buck, él representa un vacío que jamás podremos llenar.