¿Lo sabías?

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*Narra Olivia*

Aterrizamos al anochecer, justo en la entrada principal del complejo. Lo primero que hice al tocar la tierra fue vomitar a causa del esfuerzo que volar conlleva, Joe sostuvo mi cabello y sobó mi espalda mientras su respiración se aceleraba y los latidos en su corazón se volvían cada vez más rápidos. 

-tranquilo, es normal 

-lo se Vee, pero igual me preocupa 

Me incorporé y limpié la sangre que escurría por mi barbilla, pero antes de que pudiese limpiar el rastro del incidente Nat y Steve aparecieron, ambos corrieron hacia mí y me sostuvieron con fuerza, pasaron unos minutos sin hablar, solo me presionaban ambos contra su pecho mientras lloraban como si me creyeran muerta. Cuando por fin me soltaron pudimos entrar al complejo y sentarnos todos en la sala, Nat fue rápidamente por el botiquín y se sentó a mi lado para curar las heridas en mi cuerpo. Steve por otro lado se dedicaba a mirar intensamente a Joe, él pobre estaba tan nervioso que sus manos temblaban mientras miraba al suelo intentando ignorar a Steve. 

-¿no nos vas a presentar a tu... amiguito?

-Steve, Joseph. Y no es mi amigo, es mi novio 

Nat detuvo la sutura en mi mejilla y me miró con una pequeña sonrisa, pero Steve no se veía del todo feliz, se cruzó de brazos mientras me dedicaba una de sus miradas de desaprobación. 

-te vas por casi cuatro años y regresas casi comprometida 

Nat le dedicó una mirada mortal haciéndolo callar un momento, la escena me hizo reír tanto que la punzada en mí estomago me hizo doblegarme, Nat rápidamente se hincó frente a mi y tomó mi rostro, cuando levanté la vista me di cuenta que todos estaban a mi alrededor. 

-tranquilos estoy bien... 

-¿segura Vee?

-si... solo necesito descansar 

Me levanté del sillón y di dos pasos antes de perder completamente las fuerzas, Joe me atrapó rápidamente y me tomó entre brazos mientras Steve gritaba mi nombre en un intento por mantenerme consciente, pero no logró hacerlo pues en cuestión de segundos las luces se apagaron. 

*Narra Nat*

El chico la sostuvo con brazos temblorosos, pero no parecía estar temblando por falta de fuerza, si no por la angustia que le causaba mirarla así. Corrió con ella en brazos hasta el pabellón medico, ahí nos recibió el staff y Helen Cho la revisó rápidamente. 

-!Llama a una ambulancia! 

La petición de Cho nos dejó conmocionados, nunca antes había tenido la necesidad de hacerlo. Uno de sus asistentes acató la instrucción y en cuestión de minutos ya la estaban subiendo a la ambulancia, yo fui con ella mientras Steve y Joseph nos seguían en el auto. 

 Tn pronto como llegamos al hospital se la llevaron mientras gritaban indicaciones y palabras que ninguno entendía, el niño intentó ir tras ella pero Steve lo detuvo. 

-no podemos ir con ella, pero está en buenas manos. 

El niño lo miró con lagrimas en los ojos y asintió dolorosamente, los tres nos sentamos a esperar noticias de ella. Steve y yo no podíamos estar más preocupados, pero el chico parecía estar al borde de un colapso nervioso, temblaba sin cesar mientras enormes lagrimas caían de sus pestañas hasta el suelo, miré a Steve y ambos sentimos lastima por él, realmente estaba afectado. 

-Ella estará bien Joseph 

Dijo Steve mientras se sentaba junto al chico y le daba una palmada en el hombro 

si no vuelvo, recuerda que te amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora