Red Room

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*Narra Natasha*

Ver a Olivia recordar a su madre y sufrir por ello me partió el alma, a veces olvido que solo es una niña, y ha pasado por mas que todos nosotros. Me senté a su lado y tomé su pequeña mano intentando hacerle saber que no estaba enojada, la niña me miró con sus enormes ojos y sonrió. 

Nos mantuvimos un par de horas ocultas, en las cuales Olivia y Yelena se pusieron al día y jugaron un par de juegos que solo ellas dos conocían. Eventualmente fue seguro salir y nos movimos a las afueras de la ciudad; mientras caminábamos cerca de una gasolinera, noté a la pequeña muy inquieta, sabía que algo tenía en mente 

-¿qué tienes?

-Luka se quedó sola en el camper, le dejé comida y agua pero seguro ya están por terminarse 

Una pesadez recorrió mi mente, pues sabía que si se trataba de su gato, no iba a poder detenerla, pero tampoco podía permitir que se arriesgara de esa forma, a demás era un viaje bastante largo de Budapest a Noruega. Para mi fortuna, no fui yo la que tuvo que detenerla esta vez 

-no te puedes ir pequeña, es peligroso. 

Nos miró con frustración un momento y finalmente sonrió mientras sus ojos se iluminaban, señal de que se le había ocurrido algo, pero no dijo nada al respecto, solo continuamos caminando hasta llegar a una gasolinera en medio de la nada. En cuanto llegamos pidió un teléfono y se fue a hacer una llamada, al terminar volvió con una sonrisa y paz en su pequeña cabecita. 

-Rick se encargará

Yelena y yo asentimos y continuamos inspeccionando la tienda en la gasolinera, en busca de artículos necesarios. 

-¿en dónde está la habitación roja? *pregunté*

-no tenor idea, cambia de ubicación constantemente y todas las viudas son sedadas al entrar y salir para mayor seguridad. Justo como hicieron con Olivia en Siberia 

La pregunta llevó a mas dudas y eventualmente esas dudas iniciaron una discusión con Yelena, mientras tanto Olivia comía unas galletas que se encontró y reía ocasionalmente ante la pequeña pelea. Nuestro desacuerdo duró poco y me acerqué a pagar las cosas. 

-¿por qué siempre haces eso?

-¿hacer qué?

-eso que haces cuando peleas... eso que haces con el cabello 

Yelena imitó la dichosa posición mientras movía la cabeza de adelante hacia atrás, Olivia no pudo contener la risa. Desde luego no le encontré gracia, así que le dediqué una mirada a la niña y dejó de reírse al momento, mientras tanto Yelena siguió con su demostración. 

-es una pose de combate, te gusta posar 

-no me gusta posar *respondí molesta*

-son poses geniales, pero parece que crees que todos te miran, todo el tiempo. 

Olivia asintió con la cabeza mientras volvía a reír, pero esta vez discretamente. La burla de ambas me hizo molestar un poco, así que terminé respondiendo a la defensiva haciendo que el ambiente se tornara tenso el resto del camino. 

Terminamos en un pequeño asentamiento a la orilla de la carretera, ya había oscurecido y las tres estábamos exhaustas y hambrientas. Olivia se sentó junto a Yelena y comenzó a limpiar su herida con el frasco de alcohol que compramos en la gasolinera, mientras lo hacía, Yelena ponía cara de dolor y se quejaba.  

-oh vamos, no duele tanto 

Yelena la ignoró y continuó quejándose hasta que Olivia terminó de limpiar la herida y se dispuso a beber el cartón de jugo de manzana frente a ella. 

si no vuelvo, recuerda que te amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora