Terapia (parte2)

132 10 0
                                    

-¿cuándo estabas en el lugar donde creciste, pasabas mucho tiempo con mamá?

-hmmm, no mucho. Solo estábamos juntas en la comida y antes de dormir. 

-¿Por qué?

-porque yo entrenaba y ella trabajaba en el laboratorio con Oleg e Irina. 

-ya veo, entonces con quien pasabas tiempo. 

La pregunta sacudió por completo mi mente, estoy segura que entrenaba con alguien, y se que era importante para mí, pero no la recuerdo. Por más que intenté hacer memoria, lo único que encontré fue un enrome vacío. 

-¿Es parte de los recuerdos que tomaron, no es así?

-si... 

-está bien, ya no pienses en eso. Mejor cuéntame un poco sobre tu papá, ¿cómo era él?

- es... papá sigue vivo 

-oh es verdad, lo siento. 

-papá es asombroso, solía llamarme borreguita... 

La nostalgia me invadió y sentí un enorme nudo en la garganta, esa sensación me detuvo por unos segundos, pero eventualmente pasó y seguí respondiendo la pregunta. 

-Cuando yo era muy pequeña solo podía ver a papá una vez a la semana. Después nos dejaron estar juntos todo el tiempo y... ¡¡Oh!! él era una de las personas con quien entrenaba, por eso estaba todo el día con él. 

No pude evitar emocionarme, por fin recordaba algo de lo que habían borrado. Ya no era un enorme hoyo negro, ahora había imágenes. Pude recordar a papá mirándome entrenar, y también a la chica rubia que a veces sueño, pero no tiene rostro, sigue siendo una parte que no puedo recordar. Ella debe tener algo que ver con HYDRA, pues se empeñaron en borrarla totalmente de mi memoria. 

Después de explicarle todo eso a la doctora Raynor nos dimos cuenta que la hora de terapia había pasado. Por fin podría irme, Nat tenía razón, no fue tan malo. 

Salí del consultorio y me lancé a los brazos de Steve para que me cargara, él lo hizo sin dudarlo y los tres nos despedimos de la doctora Raynor. 

-te veré la siguiente semana Olivia 

Solo asentí con la cabeza y agité mi mano para decirle adiós. Steve y Nat prometieron comprarme un helado si entraba a terapia, así que nos dirigimos a Central Park y buscamos un carrito de helados. Cuando finalmente conseguimos un cono, nos sentamos en una banca mientras mirábamos a los patos en el estanque. 

-¿cómo te sentiste Liv?

-Bien, tenías razón. Terapia no es tan mala después de todo. 

-no le digas que tiene razón, no lo superará nunca 

-cállate Romanoff 

Los tres reímos unos minutos y continuamos comiendo nuestro helado. En el camino de regreso a casa cantamos las canciones que pasaron en la radio y luego jugamos a observar, fue divertido, pero ya comenzaba a extrañar a mi hermana, sigo sin acostumbrarme a estar lejos de ella tanto tiempo. Por años estuvimos solo Pietro, ella y yo, pero ahora estamos en un mundo lleno de personas y... sin Pietro. 

Llegamos finalmente al complejo y me apresuré a saludar a Luka y a mi hermana, después abracé a Vis e ignoré a Sam.

-¿a mi no me vas a saludar enana?

-¿me vas a dejar jugar con Redwing?

-no

-entonces no 

si no vuelvo, recuerda que te amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora