Verdadero Hogar

216 16 0
                                    

*Narra Olivia*

Inmediatamente después de quedarme dormida comencé a soñar, o al menos eso creí, hasta que me di cuenta que se trataba de recuerdos, pude recordar todo lo que sucedió en mi primer misión, recordé a Steve y a Nat, es por eso que sus aromas me resultaban tan familiares, ahora todo tenía tanto sentido. 

Desperté al escuchar pasos acercándose a mi, no era Steve, era un aroma diferente, conforme se acercaba pude descifrar de quién se trataba, podría reconocer el olor a colonia cara a kilómetros. Stark entró por la enorme puerta de madera, me incorporé y me tallé los ojos, el frio metal que cubre mis manos ayudo a qué me despertara. 

-¿Tomando una siesta?

Me quedé inmóvil, según lo que me dijeron mis hermanos, Stark es un hombre malo, no parece serlo pero no quiero bajar la guardia. Acercó una caja de madera que había cerca y se sentó frente a mí. 

-¿para qué es eso en tus manos?

-Es un buen conductor de energía y pueden inmovilizarme si me acercan a un campo de energía electromagnética

-¿Por qué no te los has quitado?

-Por que están adheridos a mi, no hay piel debajo de esto *dije mientras chocaba el metal en mis manos*

Stark parecía algo afligido por lo que acababa de contarle, mostraba empatía por algo que ni siquiera a mí me dolía, se me hizo raro, no es una conducta normal de un hombre malo, quizá no es tan malo como mis hermanos creen. 

-Olivia, ¿cierto?

asentí con la cabeza mientras lo miraba con curiosidad

-te propongo un trato, si nos ayudas, haré que esos pedazos de metal sean un viejo recuerdo

Lo pensé unos segundos, era una oferta tentadora, pero no es suficiente para convencerme

-Y, no dañaran a mis hermanos

-mira nada más, la pequeña está negociando... Trato 

Cerramos el trato con un apretón de manos. Sonaba justo, mis hermanos estarían a salvo y yo me desharía de lo único que me recuerda todo lo que pasé en HYDRA. 

-En un momento te dejaremos salir de aquí, pero hay alguien más que quiere hablar contigo. 

Le sonreí y luego se marchó; minutos después escuché otros pasos acercarse, y reconocí el aroma de inmediato, me levanté porque quería correr a abrazarlo, pero recordé que mis manos estaban atadas, pero no me importó, en cuanto entró por la puerta me apresuré e él y recargué mi cabeza contra su abdomen, de inmediato entendió que pasaba y se hincó para estar a mi nivel. 

-Ya te recuerdo *dije con un nudo en la garganta*

No soy una persona que llora, pero era mi único amigo y creí haberlo perdido para siempre. 

Me abrazó con fuerza y sonrió mientras secaba mis lagrimas con sus dedos. Me retiró las esposas y por fin pude abrazarlo, por un segundo recordé lo que era tener a papá. 

Entramos a la casa, era bastante linda y olía muy bien, todos estaban ahí, excepto por el Dios espacial. Cuando entré se me quedaron viendo algo extraño, supongo que tenían algo de miedo por lo que había pasado hace unas horas. Entonces me di cuenta que en la mesa también se encontraba Nick Fury, el hombre que creí haber asesinado el año pasado, que ironía. 

Steve me hizo señas para que me sentara en una de las sillas del comedor, mantuve la cabeza agachada unos instantes, sentía algo de vergüenza por todos los daños causados, pero me llamó la atención una voz dulce, se trataba de la esposa del arquero. 

si no vuelvo, recuerda que te amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora